La gobernadora sabe que el empeoramiento del COVID-19 en la isla, por difícil que sea para ella en su gestión administrativa, es un bálsamo político que le permite lucir en control, escribe Leo Aldridge
La gobernadora sabe que el empeoramiento del COVID-19 en la isla, por difícil que sea para ella en su gestión administrativa, es un bálsamo político que le permite lucir en control, escribe Leo Aldridge
La gobernadora Wanda Vázquez se beneficia por partida doble de las medidas restrictivas que anunció hoy para paliar los contagios del COVID-19. En primer término, la prioridad indiscutible que representa la salud colectiva del país deja rezagados mediáticamente los escándalos de obstrucción a la justicia y manejos turbios de suministros que rodean como moscas a su administración.
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