Lo que vimos como pueblo durante la celebración del juicio en contra de Ángel Pérez Otero es la muestra más burda de cómo el inversionismo político es el germen de la corrupción, escribe María de Lourdes Guzmán
Lo que vimos como pueblo durante la celebración del juicio en contra de Ángel Pérez Otero es la muestra más burda de cómo el inversionismo político es el germen de la corrupción, escribe María de Lourdes Guzmán
Haber decidido ver el juicio en sus méritos, si bien ha resultado en una pesadilla para el ahora convicto exalcalde de Guaynabo Ángel Pérez Otero, para quienes estuvimos atentos al proceso resultó ser aleccionador. Con el testimonio del delincuente confeso, exalcalde de Cataño, Félix “El Cano” Delgado, supimos, de primera mano, cómo se utiliza el poder político para despilfarrar dinero público a contratistas mafiosos que le sobornaban a cambio de los contratos.
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