Hace falta una discusión mucho más seria y urgente sobre lo que implican las armas de fuego, escribe Luis Zambrana
Hace falta una discusión mucho más seria y urgente sobre lo que implican las armas de fuego, escribe Luis Zambrana
El creciente fenómeno de matanzas colectivas (mass shootings) en Estados Unidos es prácticamente único en el mundo, si lo comparamos con países similares. El caso más reciente ocurrió el 27 de marzo, cuando Audrey Hale, de 28 años, les provocó la muerte a seis personas, tres niños y tres adultos, en la preparatoria The Convenant School, en las afueras de Nashville, Tennessee. Según la investigación, utilizó tres armas de fuego: una AR-15, una Kel-Tec SUB-2000 y un revólver. Las primeras dos son fusiles semiautomáticos de asalto diseñados para el combate bélico, lo que posibilitó que durante el hecho se dispararan 152 municiones. Posteriormente, las autoridades concluyeron que Hale poseía siete armas de fuego y una cantidad significativa de balas; mercancía comprada legalmente en diferentes comercios locales.
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