OPINIÓN
Punto de vista
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
prima:Vital la estabilidad de los hospitales

Urge que se atienda la disparidad y desbalance existente entre los que reciben y administran los recursos destinados para la salud con aquellos que prestan el servicio y atienden al paciente de manera directa, escribe Julio Galindez

29 de abril de 2024 - 1:00 AM

Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del autor y no reflejan las opiniones y creencias de El Nuevo Día o sus afiliados.
Un estudio realizado recientemente por la firma Estudios Técnicos, Inc. en el que nuestra empresa tuvo la oportunidad de colaborar, reporta que ocho de cada 10 hospitales operan con pérdidas operacionales, escribe Julio Galindez (Shutterstock)

Los hospitales, a diferencia de otros sectores de la actividad económica, no establecen los precios que cobran por los servicios que les prestan a los pacientes. Los precios o tarifas, como se refiere en el sector, son establecidos por un tercero, que no es a quien se le presta el servicio. Ese pagador-tercero son aseguradoras de salud y el Programa Federal de Medicare. En principio, se presume que existe un proceso de negociación entre el hospital y la aseguradora para establecer cuáles son las tarifas sobre las cuales el hospital será compensado por los servicios que presta a los asegurados. En vista de cómo es el mercado local de aseguradoras, ese proceso de negociación es inexistente. De hecho, un estudio realizado para el Comisionado de Seguros reportó un oligopolio en lo que a las aseguradoras de salud se refiere. Solo algunos hospitales, principalmente aquellos que forman parte de un sistema de salud, tienen algún espacio de discutir con la compañía de seguros las tarifas a las cuales será compensado. En el Programa de Medicare, no existe negociación. Las tarifas se fijan por el Congreso de Estados Unidos, que eventualmente administra el Centro de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS).

Guías de Opinión
Las columnas deben enviarse a Gerardo Cordero: gerardo.cordero@gfrmedia.com. Las columnas tienen que ser de 300, 400 o 500 palabras. Al enviarnos su columna, el escritor concede a GFR Media una licencia exclusiva, perpetua, irrevocable, sublicenciable, mundial y libre de regalías para reproducir, copiar, distribuir, publicar, exhibir, preparar obras derivadas, traducir, sindicar, incluir en compilaciones u obras colectivas, y de cualquier otro modo de forma general utilizar su columna (en todo o en parte), sin reserva ni limitación alguna, en cualquier medio (incluyendo pero sin limitarse, a las versiones impresas o digitales o en los sitios web o aplicaciones móvil del periódico El Nuevo Día), forma, tecnología o método conocido en el presente o que sea conocido, desarrollado o descubierto en el futuro. El autor acepta que GFR Media, LLC, podría cobrar a los suscriptores las versiones digitales, sitios web o aplicaciones móviles de GFR Media por el acceso a la columna. has context menu


Ups...

Nuestro sitio no es visible desde este navegador.

Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: