Si en su origen el zoológico se pensó como un centro de conservación e investigación, hay que cuestionar si cumplió con esa función conservacionista y cuáles fueron sus aportaciones, escribe Sahir Pujols Vázquez
Si en su origen el zoológico se pensó como un centro de conservación e investigación, hay que cuestionar si cumplió con esa función conservacionista y cuáles fueron sus aportaciones, escribe Sahir Pujols Vázquez
En los estados democráticos las políticas públicas son esenciales para promover y garantizar las condiciones que permitan que todos los seres sintientes tengan una vida digna. Decimos seres sintientes porque esas condiciones, que también son principios éticos y los conocemos como derechos, deben ser extensivos a los seres no humanos: los animales. Los animales son sujetos de derechos y poseen intereses básicos que han sido ignorados por pertenecer a una especie distinta a la nuestra. Esos intereses, como lo son el deseo de vivir y no ser explotados, el evitar el sufrimiento e incrementar sus estados de bienestar, la protección de su hábitat como lugar donde se desarrollan y se manifiestan, son defendidos en el Proyecto del Senado 1041.
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