Está en nosotros, los padres, apoyar a nuestros hijos y ayudarlos a restablecer su confianza en sí mismos cuando una situación de esta índole ocurre
Está en nosotros, los padres, apoyar a nuestros hijos y ayudarlos a restablecer su confianza en sí mismos cuando una situación de esta índole ocurre
Sin lugar a dudas, obtener una mala nota es muy desagradable tanto para el niño como para sus padres. Puede afectar tanto la confianza como la autoestima del estudiante. Este efecto se puede acrecentar cuando el estudiante es sobresaliente y está acostumbrado a recibir buenas notas. Sin embargo, está en nosotros, los padres, apoyar a nuestros hijos y ayudarlos a restablecer su confianza en sí mismos cuando una situación de esta índole ocurre.
Comencemos por entender que una mala nota no define al estudiante o a la persona. Una mala calificación puede ser el resultado de varias cosas. Por un lado, pudiera reflejar que el estudiante no entendió el material o tiene alguna deficiencia en las destrezas necesarias para procesar dicho material. Recordemos que no todos tenemos las mismas capacidades o habilidades para entender una materia en específico. Hay estudiantes que son excelentes en inglés y español, pero regulares en matemáticas. Por otro lado, la mala nota pudiera ser producto de una dejadez o descuido de parte del estudiante en la preparación para la prueba. Conozco varios casos de niños sobresalientes que por ausentarse a la escuela perdieron material importante, no lograron reponerlo y fallaron en una prueba. Por tal razón, antes de emitir un juicio o llegar a una conclusión, debemos tener clara la raíz del problema.
Irrespectivamente de la materia o de la causa para haber fallado en un examen, podemos hacer varias cosas que trabajarán a favor de nuestro niño cuando lo necesite:
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