Activa el centro del miedo en el cerebro y pone en marcha una cascada de reacciones que pueden conducir a ataques cardíacos y accidentes cerebrovascular
Activa el centro del miedo en el cerebro y pone en marcha una cascada de reacciones que pueden conducir a ataques cardíacos y accidentes cerebrovascular
Al hablar de enfermedades cardiovasculares, los factores de riesgo más comunes y con los que las personas están más familiarizadas son la presión arterial alta, el colesterol alto, el tabaquismo, la diabetes, la obesidad y el sedentarismo. No obstante, el estrés psicológico también influye en la salud del corazón.
El cardiólogo Jorge Leavitt explicó que, desde el huracán María, los temblores de tierra, y, ahora con la pandemia, han incrementado grandemente; en todas las oficinas de los cardiólogos y en las salas de emergencia de Puerto Rico, pacientes que llegan con dolor de pecho, presiones elevadas, palpitaciones, taquicardia y arritmia.
“Me están llegando a la oficina pacientes jóvenes sin ningún factor de riesgo cardiovascular, sin ninguna enfermedad cardiovascular, con presión alta, pulso elevado, dolor de pecho y palpitaciones. Obviamente, uno, como cardiólogo, tiene que estudiarlo, revisarlo, hacerle sus pruebas meritorias para descartar que tengan enfermedad cardiovascular y poder decir: ‘Mira, todo con tu corazón está bien. Esto puede ser que estás ansioso, con mucho estrés’”, contó Leavitt.
Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés), el estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que provoque frustración, furia o nerviosismo.
“El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios, el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud”, expone NLM en su página de internet.
El médico explicó que cuando las personas están estresadas entran en un estado que se le conoce como reacción de lucha o huida, una respuesta fisiológica ante la percepción de daño, ataque o amenaza a la supervivencia.
Es decir, todo comienza en el centro del miedo del cerebro. La amígdala, reacciona al estrés, activando la llamada respuesta de lucha o huida. Esto desencadena la liberación de hormonas que, con el tiempo, pueden aumentar los niveles de grasa corporal, presión arterial y resistencia a la insulina. La cascada de reacciones al estrés causa inflamación en las arterias, fomenta la coagulación de la sangre y deteriora la función de los vasos sanguíneos, todo lo cual promueve la aterosclerosis, la enfermedad arterial que subyace a la mayoría de los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, expone el artículo “Desentrañar los vínculos entre el estrés psicosocial y la enfermedad cardiovascular”, de la Sociedad Americana del Corazón.
“El cuerpo libera hormona de adrenalina, que causa el aumento en la presión y en el pulso de los latidos cardíacos. Porque la persona entra en un estado como si estuviese en una emergencia y probablemente es mental, el cuerpo asimila que está en una situación de estrés y libera así estas hormonas”, añadió Leavitt.
Cuando la persona tiene estrés crónico, su cuerpo se mantiene alerta incluso cuando no hay peligro. Con el tiempo, esto pone en riesgo de problemas de salud, incluyendo presión arterial alta, insuficiencia cardíaca, diabetes, obesidad, depresión o ansiedad, problemas de la piel, como acné o eczema, y problemas menstruales, de acuerdo con la NLM.
Asimismo, el cardiólogo Leavitt comentó que al estrés se le suma que está observando un aumento de peso drástico en sus pacientes. Mencionó que el confinamiento por la pandemia provocó que la gente comiera en exceso por la ansiedad de la situación. También, dijo que las personas ahora fuman más que antes por la misma ansiedad producto de la crisis sanitaria.
“O sea, que estamos viendo un incremento en fumadores, en diabetes, en hipertensión y en la hiperlipidemia. Se está viendo un incremento en las enfermedades cardiovasculares y, muchas veces, es porque están cambiando sus rutinas y sus hábitos alimenticios”, aseguró Leavitt.
De acuerdo con la NLM, el primer paso para manejar el estrés es reconocer su presencia en la vida de la persona. Todo el mundo experimenta el estrés de manera diferente. Identificar las señales como enojo, irritabilidad, falta de sueño, dolores de cabeza o malestar estomacal es esencial para buscar cómo comenzar a manejarlo.
Además, la NLM aconseja que las personas identifiquen las situaciones que pueden provocar estrés. Estas situaciones se conocen como estresores. Estos pueden ser la familia, la escuela, el trabajo, las relaciones, el dinero o los problemas de salud. Una vez se comprenda de dónde viene el estrés, se podrá idear maneras con las cuales lidiar con los estresores.
De igual forma, el especialista proveyó varias recomendaciones que les brinda a sus pacientes cuando el estrés está afectando su salud cardiovascular:
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