Adquirir una certificación de la profesión estudiada es precisa para sobresalir en el ya competitivo campo del trabajo
Obtener un grado en una institución de educación superior conlleva grandes cantidades de dinero invertido, largas horas de trabajo y privarse de encuentros con seres queridos. Por tanto, lo ideal es estudiar una carrera profesional con la que, mediante su salida laboral, se observen los frutos de tanto esfuerzo.
“Antes de comenzar a estudiar, necesitamos mirar, profundamente, los ofrecimientos educativos a nivel de instituciones universitarias, y evaluar qué es lo que vas a estudiar, si las clases son necesarias para tu trabajo y si hay oportunidad de empleo”, sostuvo la presidenta de la Sociedad para la Gerencia de Recursos Humanos Capítulo de Puerto Rico (SHRM-PR), Edna Guzmán Gerena.
Señaló que, en la actualidad, las carreras cortas técnicas, entre las que se encuentran: la construcción, la plomería, la electricidad, las telecomunicaciones, la refrigeración y la salud, son las que tienen mayor demanda.
La también presidenta de la compañía EG Consulting Group apuntó a que la emigración ha provocado la merma en estos campos y que la mayoría ha aumentado su demanda tras la devastación dejada, en 2017, por los huracanes Irma y María.
“Ahora, el empleado está dictaminando el mercado. Antes, había 100 resumés para una posición. Ahora, se tienen que dar bonos y hacer más esfuerzos para buscar a la gente”, explicó.
A pesar de que algunas de las carreras cortas con mayor oportunidad de empleo no requieren graduarse de una institución educativa, porque pueden ejercerse como ayudantes de una persona certificada, reclutadores recomendaron que las personas se especialicen.
“A nosotros, por ejemplo, nos llegan muchos los puestos relacionados a la construcción, y, por primera vez, vi que decía técnicos de construcción. Así es en todas las áreas”, subrayó la gerente de la agencia de empleos Caribbean Temporary Services (CTS) de la sucursal de San Germán, Mariaelena Martínez Maldonado.
Por otro lado, su colega José Ayala Rivera destacó que las personas no deben limitarse al grado académico, por lo que se recomienda que adquieran las certificaciones y las licencias requeridas por el Estado, las cuales podrían ser claves para recibir mayores compensaciones económicas.
Las ofertas académicas han sido ampliadas en los últimos años, de acuerdo con la demanda del mercado. Según Martínez Maldonado, las compañías no solo acuden a estos espacios educativos para reclutar personal, sino que asisten en la construcción de los programas para que estén cercanos a la realidad de la profesión.
De acuerdo con Guzmán Gerena, además del conocimiento técnico que requieran las posiciones disponibles, se buscan personas que añadan valor a la empresa.
“Cuando decimos valor, nos referimos a un empleado proactivo, que pueda identificar áreas a mejorar, que se apodere, que se sienta partícipe y, sobre todo, que tenga una buena inteligencia emocional”, afirmó.
“Con esto último, me refiero a que tenga disponibilidad, sepa relacionarse, pueda servir al cliente y tenga pasión por la excelencia”, agregó la reclutadora.
Por otro lado, los consultores coincidieron en que, pese a contar con un grado académico, los candidatos a una plaza deben estar abiertos al aprendizaje.
“Independientemente de la carrera que una persona elija, es bien importante su disponibilidad, su capacidad de relacionarse con otras personas, dominar el inglés y tener hambre de trabajar, pero, sobre todo, de aprender”, dijo Martínez Maldonado.
De igual forma, Ayala Rivera enfatizó la importancia de dominar los programas básicos de Microsoft Office y aquellos especializados que se requieran para el puesto al que se aspira.
La presidenta de la SHRM-PR reconoció que, ante el bajo salario al que se exponen los profesionales técnicos o los pocos beneficios que reciben por parte de sus empleadores, el emprendimiento puede ser la solución.
“Las compañías ya se están dando cuenta de que no tienen que emplear las posiciones técnicas, sino que las pueden subcontratar… Ese es un modelo excelente porque tú no eres empleado de otro, eres tu propio dueño y tú colocas el precio del servicio”, explicó Guzmán Gerena.
No obstante, Martínez Maldonado y Rivera Ayala precisaron que la fundación de una compañía propia requiere otras destrezas administrativas a las que no todas las personas han tenido acceso, y que antes eran introducidas por las escuelas vocacionales que han disminuido en el último tiempo.
Los reclutadores coincidieron en que las carreras cortas ocupan, cada vez, mayor espacio en el mercado, y que el éxito de las personas dependerá de su preparación y capacidad de adaptación.
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