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Francisco Del Valle busca su luz en medio del cáncer

El amor de su familia es su mayor esperanza

14 de octubre de 2023 - 3:31 PM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 1 año.
Francisco Del Valle Sosa con sus hijos Adrián y Julián. (Suministrada)

Hace 10 años, Francisco Del Valle Sosa atravesó un diagnóstico de cáncer de colon.

En aquella ocasión, le realizaron una operación y todo aparentaba estar bajo control. Sin embargo, una década después, el abogado de profesión comenzó a presentar una tos persistente que aguantó hasta que no pudo más.

“Llevaba 10 meses tosiendo sin parar 24/7, me quedaba sin respiración y me dolía mucho el cuerpo de tanta fuerza que tenía que hacer”, dijo.

“Fui al hospital, me realizaron una placa de pecho y tenía pulmonía y bronquitis, pero después no se me quitaba la tos. Entonces, fui al neumólogo. Me dijo que, probablemente, había desarrollado asma. Ningún medicamento para inhibir la tos me ayudaba, era una tos seca, llegaba a escupir como unas gomas de sangre”, explicó Francisco, quien tiene 49 años.

Una vez le realizaron un CT Scan y un Pet Scan, recibió una noticia inesperada.

“Aparentemente, una celulita se quedó viva por ahí y, 10 años después, parece que le gustó mi pulmón. Cuando me hicieron la biopsia se dieron cuenta de que el cáncer se movió de un órgano a otro”, relató el hombre que es natural de Isabela, pero reside en San Juan.

Confesó que este segundo diagnóstico, en marzo de 2023, fue más difícil porque ya era padre de dos niños, Adrián de 7 años y Julián de 4, por lo que sus prioridades habían cambiado.

“Es un balde de agua fría porque hace 10 años no tenía hijos, estaba recién casado con mi esposa Larissa Ortiz. Cuando me llega la noticia, uno se hace una película, me llegué a imaginar hasta mi funeral”, admitió el abogado.

El paciente ha atravesado un proceso duro con “Wilson Jr.”, como le llama a este segundo cáncer, pues “al primero que liquidé, lo llamé Wilson”. Esta vez, su cáncer está clasificado en etapa 4, y reconoció que su mayor lucha es con su mente.

“No es un cáncer tan agresivo, aunque es etapa 4 por el movimiento que hizo del colon al pulmón. Cuando vi eso de stageʾ 4 me asusté. Pero hay muchos mitos. Pero, lo más que tengo que trabajar a diario es la mente, porque todos los días vienen pensamientos de que esto no va a culminar bien. Me duele la mano, pienso que se me regó en la mano; me duele la espalda, pienso que tengo el pulmón forrado. Uno piensa siempre lo peor y son pensamientos a los que tengo que darle stop”, dijo.

Actualmente, Francisco lleva ocho quimioterapias, y afirmó que los síntomas que tenía han ido disminuyendo.

“Tenía síntomas de tos severa, cansancio y dolor de cuerpo, por el esfuerzo que hacía con el diafragma tosiendo. No quería hacer nada, me afectaba mi vida familiar. Cuando comencé la quimio, gracias a Dios, esos síntomas fueron menguando y los efectos físicos han sido mínimos: malestar, cansancio y sueño, además he rebajado como 25 libras”, detalló el isabelino, quien continúa trabajando en el Senado, como director de la Comisión de Asuntos Municipales y Vivienda.

A nivel familiar se ha apoyado firmemente en su familia: su esposa, hijos, su madre, sus hermanas, suegros, primas y amigos, quienes han estado con él en ese proceso.

Además, se ha encargado de explicarles a sus niños la situación que atraviesa y, aunque sus hijos son pequeños, entienden el proceso que enfrenta porque hay dos tías de su esposa que murieron de cáncer.

“Les explicamos que dentro de esa enfermedad hay diferentes tipos, que a papá se lo descubrieron a tiempo, que estamos pasando por el proceso y que estamos tomando acción. Ellos saben que papá está reaccionando positivamente a la medicina, y como ven que ya no estoy tosiendo, pues están tranquilos”, dijo Francisco, quien agradeció estar haciendo su vida prácticamente normal, y reconoció que “hay personas que no la están pasando bien. Siempre me pongo en esa perspectiva”.

Aunque sus hijos son su mayor preocupación, también son el motor que lo impulsa a luchar contra esta enfermedad.

“Yo lo que quiero es estar en su desarrollo, verlos graduarse de universidad y llevarlos a puerto seguro junto a mi esposa”, comentó.

Para quienes atraviesan una situación similar, solo tuvo palabras de motivación. “No es que veas luz al final del camino, sino que, durante el camino, tengas luz. En este caminar, tengo que ver mi presente y actuar para que el hoy valga la pena y me anime para el día de mañana. No puedo esperar a ver la luz al final del camino. La luz tiene que venir ahora y la tengo que buscar yo”, afirmó.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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