La medicina de precisión provee una mayor efectividad en los métodos curativos en todas las etapas de la enfermedad
La medicina de precisión provee una mayor efectividad en los métodos curativos en todas las etapas de la enfermedad
El surgimiento de avances innovadores en la oncología impulsa el desarrollo de tratamientos más eficientes para combatir el cáncer.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una enfermedad provocada por la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir o propagarse en otras partes del cuerpo.
En el 2021, se diagnosticaron aproximadamente 20 millones de nuevos casos y 10 millones de muertes por cáncer, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Ante la alta incidencia de casos, surgen nuevas técnicas especializadas que le otorgan al personal médico las herramientas para ofrecer tratamientos más certeros y a los pacientes una oportunidad para mejorar su salud.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) establece que la medicina de precisión ha supuesto una transformación en los servicios de oncología y el enfoque de las terapias contra el cáncer.
A través de la medicina de precisión, los científicos han logrado personalizar los tratamientos, de acuerdo con las necesidades particulares de los pacientes, sus características genéticas y el tipo de cáncer que presentan.
Con este nuevo paradigma para la oncología médica, los especialistas persiguen prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades con mayor eficacia y reducir los efectos secundarios tóxicos, indica la SEOM.
Para el hematólogo oncólogo Luis G. Sepúlveda Maldonado, de Caribbean Cancer Care, lo que comenzó como la administración de medicamentos por vía intravenosa para destruir y evitar la replicación de células cancerosas (quimioterapia), ha evolucionado y ampliado las posibilidades de tratamiento de todos los tipos de cáncer.
“Cada vez más, intentamos diagnosticar a un paciente de una manera más rápida y ofrecerles tratamientos más personalizados y dirigidos. En un pasado, tratábamos a los pacientes con terapias similares, pero los tipos de cáncer son diferentes y varían de persona a persona. Lo que para un paciente funciona, quizás, para otro no”, mencionó, por su parte, el hematólogo oncólogo Joel López Figueroa, del Hospital Auxilio Mutuo.
Hoy día, las terapias dirigidas fundamentan la medicina de precisión, al emplear la información genética como herramienta para la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades, señala el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, en inglés).
Mediante la aplicación de algoritmos de inteligencia artificial, los oncólogos y los patólogos clínicos pueden evaluar miles de genes en una misma muestra de sangre, y detectar los orígenes de un tumor canceroso.
El doctor Sepúlveda Maldonado explicó que la terapia molecular dirigida consiste en la evaluación genética de una célula cancerosa para identificar cualquier cambio en la secuencia del ADN.
Como resultado, el especialista designa un tratamiento adecuado para el paciente, dirigido a impedir el desarrollo de ese tumor.
“Hoy día, ya tenemos esa tecnología para realizar el ‘trasfondo’ genético en la misma oficina del oncólogo. El tratamiento para dos personas que padecen un mismo cáncer puede ser completamente distinto. Antes de diseñar un plan de tratamiento para el paciente, se solicita un estudio genético para determinar dónde está ubicado el gen, las mutaciones que exhibe y el tipo de terapia que debe recibir”, expuso Sepúlveda Maldonado.
De acuerdo con el NCI, la terapia molecular dirigida asiste al sistema inmunitario en la destrucción de células cancerosas.
Asimismo, previene el crecimiento descontrolado del cáncer y detiene la formación de vasos sanguíneos como respuesta a las señales de un tumor.
En la misma línea, la entidad informó que este tratamiento envía sustancias destructoras para eliminar las células cancerosas, que contienen el blanco del tratamiento, y evitar que el cáncer reciba las hormonas que necesita para crecer.
Actualmente, existen aplicaciones de las terapias dirigidas para el cáncer de mama, leucemia mieloide crónica, cáncer colorrectal, cáncer de pulmón, linfoma y melanoma.
Simultáneamente, investigadores realizan ensayos clínicos para comprobar su aplicación en otras enfermedades.
“La inmunoterapia llegó a revolucionar los tratamientos oncológicos. Usamos el sistema inmunitario para combatir el cáncer en los pacientes con efectos secundarios mucho menores de [los que ocasiona] la quimioterapia convencional”, apuntó el doctor López Figueroa.
El desarrollo de la inmunoterapia, un descubrimiento de los recipientes del Premio Nobel de Medicina en 2018, el estadounidense James Allison y el japonés Tasuku Honjo, es uno de los avances más significativos, en los últimos años, para el tratamiento contra el cáncer.
“La inmunoterapia activa el sistema inmunológico del paciente para que reconozca que las células del cáncer deberían estar presentes y, al reconocerlas, el mismo sistema las detecta y ataca para romper la célula cancerosa”, explicó el doctor Sepúlveda Maldonado.
El Cancer Research Institute (CRI) describe a la inmunoterapia como una “respuesta universal al cáncer” por su efectividad para combatir diferentes tipos de cáncer que suelen resistir otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia.
Del mismo modo, destaca que la inmunoterapia ofrece la posibilidad de una remisión del cáncer a largo plazo. Este avance científico facilita que el sistema inmunológico desarrolle una memoria que prolongue la desaparición de la enfermedad y provoque efectos secundarios beneficiosos para los pacientes.
También, la entidad enfatiza que los estudios científicos identifican cada vez más tipos de cáncer que pudiesen tratarse con inmunoterapia e, incluso, aplicarse en etapas más avanzadas y metastásicas.
En la actualidad, la inmunoterapia exhibe aplicaciones para la leucemia, el linfoma, el cáncer cerebral, de la piel, del pulmón, del riñón, de seno, colorrectal, cervical y del hígado, entre otras enfermedades, según el CRI.
Por ejemplo, dicho instituto de investigación enfatiza la creación de vacunas preventivas para la detección temprana de cepas del virus del papiloma humano (VPH), contrarrestar los efectos y reducir el riesgo de pacientes de contraer cáncer de cuello uterino.
El NCI identificó seis tipos de inmunoterapia: los inhibidores de puntos de control inmunitario, la terapia de transferencia de células T, la terapia celular adoptiva, los anticuerpos terapéuticos, los inmunomoduladores y las vacunas contra el cáncer.
Todos estos nuevos tratamientos están dirigidos a fortalecer la capacidad de las células del sistema inmunológico para identificar y atacar eficazmente las células cancerosas para combatir la enfermedad.
La Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO, en inglés) señala que las pruebas de marcadores tumorales permiten a los médicos diagnosticar y planificar el tratamiento para el cáncer.
También denominadas análisis del perfil molecular, este tratamiento innovador utiliza la tecnología para identificar sustancias corporales asociadas a la presencia de cáncer en el cuerpo, plantea la Sociedad de Leucemia y Linfoma (LLS, en inglés).
“Recuperamos fragmentos de ADN del tumor y una muestra de sangre para monitorear al paciente cada seis semanas. Si la muestra arroja negativo, el paciente sigue en revisión. Si la muestra arroja positivo, el cáncer se detecta mucho más temprano y podemos comenzar a buscar el origen del tumor”, comentó el hematólogo oncólogo Sepúlveda Maldonado.
Según el especialista, el análisis de muestras del ADN tumoral puede aplicarse a pacientes durante la etapa temprana del cáncer, en proceso de tratamiento o en monitoreo luego de la operación de un tumor.
Incluso, la LLS señala que los médicos utilizan los resultados de estas pruebas para determinar qué tipos de cáncer responden o resisten al tratamiento que visualizan designar a un paciente.
En la misma línea, este tratamiento permite a los especialistas predecir el comportamiento de la enfermedad o la probabilidad de recuperación del paciente, pronosticar si el cáncer regresará después del tratamiento y detectar tempranamente la enfermedad en casos de alto riesgo, expone la ASCO.
La Sociedad Española de Oncología Médica estimó que las nuevas investigaciones se concentrarán en profundizar sobre las limitaciones actuales de los tratamientos personalizados, pues “todavía existe un porcentaje limitado de pacientes beneficiados por las nuevas estrategias terapéuticas tras las alteraciones de tumores cancerígenos que carecen de tratamientos dirigidos”.
Por su parte, el doctor López Figueroa espera que los nuevos avances aumenten la capacidad de la medicina oncológica de controlar el cáncer para facilitar la remisión de la enfermedad por mayor tiempo.
“Este tipo de avances científicos se utiliza para agilizar la función de estos nuevos tratamientos para desarrollarlos de una forma más rápida, eficiente y con menos toxicidad para el paciente. Esperamos que los próximos pasos para tratar los cánceres controlen las condiciones por mucho más tiempo y aumenten las expectativas de vida de los pacientes”, concluyó el doctor López Figueroa.
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