Solo a través de la unión y compromiso colectivo se podrá canalizar el inmenso poder de la inteligencia artificial hacia el verdadero beneficio de todos
Solo a través de la unión y compromiso colectivo se podrá canalizar el inmenso poder de la inteligencia artificial hacia el verdadero beneficio de todos
La inteligencia artificial (IA) ha sido tema de discusión por los titanes de la industria tecnológica por muchos años. Sundar Pichai, CEO de Google, dijo que “[el impacto de la inteligencia artificial para la humanidad] será más profundo que la electricidad o el fuego”.
Por un largo tiempo, estas citas han tenido un tono futurista. Sin embargo, en noviembre 30 del 2022, la compañía de OpenAI introdujo al mercado global una herramienta revolucionaria: ChatGPT.
ChatGPT es el asistente conversacional más avanzado de la historia, capaz de comprender y responder a consultas complejas, adaptándose a diferentes contextos y proporcionando información con un nivel de coherencia y fluidez sin precedentes. De hecho, por su alta capacidad conversacional, logró obtener 100 millones de usuarios en solo dos meses. Esto es un nuevo récord, demostrando que la inteligencia artificial generativa llegó para quedarse.
Bill Gates dijo que “[la IA] cambiará para siempre cómo la gente trabaja, aprende, recibe cuidado médico y se comunica”.
Es evidente que la industria de la salud es uno de los sectores que más se beneficiará de estos avances. El sistema de salud de Estados Unidos y Puerto Rico experimenta desafíos significativos: la esperanza de vida se ha estancado, y los costos relacionados con la atención médica siguen aumentando. Pese a los incrementos presupuestarios, un estudio de la American Medical Association indica que 40% del personal de hospitales reportó sentirse agotados.
En este contexto, el nacimiento de la IA generativa brinda un horizonte esperanzador, pero es importante recalcar que, a pesar de sus virtudes, la IA también tiene sus desafíos. Aspecto críticos incluyen el que, en ocasiones, estos sistemas pueden brindar información incorrecta y se destaca que ChatGPT no está en cumplimiento con HIPAA.
Para poder potenciar los aspectos positivos de la IA y minimizar los riesgos, debemos comenzar por entender la naturaleza de esta nueva tecnología. Se fundamenta en cuatro innovaciones claves: atención, preentrenamiento, variación y arquitectura.
La función de atención toma inspiración del cerebro humano para establecer un mecanismo sin precedentes en el cual sistemas inteligentes pueden extraer significado de un cuerpo de datos (e.g. ensayos, fotos), de una forma más rápida y efectiva por medio de enfocarse en las partes más importantes del mismo.
Dado a estos avances, los sistemas inteligentes ahora pueden ser preentrenados en miles de millones de datos y la “memoria” de estos sistemas está creciendo exponencialmente, además de poder variar y personalizar sus respuestas según el contexto.
Finalmente, mirando hacia el futuro, la arquitectura de estos sistemas le permitirá producir todo tipo de contenido más allá que texto.
Como primer paso, establezca su política de empresa de inteligencia artificial. En la implementación de esta política, es esencial seguir una serie de pasos estratégicos que incluyen establecer y educar un comité de trabajo representativo de todas las áreas de su empresa, incluyendo los potenciales usuarios de la tecnología. Un ingrediente fundamental para esta educación es que los miembros del comité utilicen estas tecnologías en su día a día, de esta manera podrán conocer su potencial y limitaciones.
Posteriormente, es imperativo determinar los principios éticos que guiarán su uso y elaborar un plan detallado que aborde aspectos de cumplimiento y ciberseguridad, incluyendo HIPAA.
Para una adopción efectiva, se debe identificar los posibles casos de uso de la IA, así como los riesgos asociados. Con esta información, se puede desarrollar un plan de gobernanza, delineando responsabilidades específicas para cada área involucrada. La transparencia y la explicabilidad no deben ser subestimadas; es esencial garantizar que todas las acciones y decisiones tomadas por sistemas basados en IA puedan ser analizadas. Una vez establecida la política, se debe promover un monitoreo y optimización continuos, asegurando que la adopción de la IA en la empresa se realice de manera eficiente y ética.
En una entrevista con El Nuevo Día, el licenciado Jaime Plá Cortés, presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales, compartió que “nuestro reto permanente es la fuga de médicos y personal de enfermería”. Se estima que una tercera parte de nuestros médicos se ha ido del país en los últimos 10 años, lo cual ha impactado grandemente la accesibilidad a servicios médicos en el país.
Aumentar la accesibilidad y transparencia hacia los pacientes es un aspecto que la IA ya está contribuyendo a mejorar. A raíz del huracán María, en el 2017, BrainHi, una empresa netamente puertorriqueña, creó a LARA, una asistente digital (como SIRI o ALEXA) que contesta las llamadas perdidas de instituciones médicas y otras empresas, responde a preguntas del paciente y realiza tareas como coordinar citas. LARA ya ha conversado y facilitado la coordinación de citas de más de 1.6 millones de pacientes.
En este panorama expansivo, cada ser humano, con sus singularidades y aspiraciones, tiene el potencial de ser una chispa, un catalizador que impulse a la IA hacia horizontes aún inimaginados. Solo a través de la unión y compromiso colectivo se podrá canalizar el inmenso poder de la IA hacia el verdadero beneficio de todos, garantizando que su influencia y aplicaciones sean utilizadas no solo para el progreso individual, sino para la elevación y evolución de nuestro sistema de salud y Puerto Rico.
El autor es cofundador y CEO de BrainHi.
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