Haber tenido un accidente cerebrovascular previo o infarto de miocardio aumenta el riesgo de tener otro
Haber tenido un accidente cerebrovascular previo o infarto de miocardio aumenta el riesgo de tener otro
Los accidentes cerebrovasculares ocurren porque el flujo de sangre al cerebro se interrumpe o disminuye, especialmente porque un coágulo de sangre bloquea un vaso sanguíneo —lo que se conoce como accidente cerebrovascular isquémico— o porque hay una rotura de un vaso sanguíneo del cerebro —conocido como accidente cerebrovascular hemorrágico.
Al respecto, el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, en inglés) publica que el riesgo de derrame cerebral —como también se le conoce— se duplica por cada década entre los 55 y los 85 años.
A su vez, el doctor James Bryan Díaz, especialista en medicina interna, mencionó entre los factores no modificables el sexo y el historial familiar.
Según el NINDS, aunque los hombres tienen un mayor riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular cuando son jóvenes y de mediana edad, las tasas son similares en edades más avanzadas y son más las mujeres que mueren por un derrame cerebral. En cuanto a la historia médica familiar, se menciona una tendencia genética a los factores de riesgo, como hipertensión y diabetes.
“La incidencia de accidente cerebrovascular entre los estadounidenses negros y los hispanoamericanos es casi el doble que entre los blancos. Las personas negras e hispanoamericanas tienden a sufrirlo a una edad más temprana. La tasa de mortalidad es mayor en la población negra que en otros grupos”, declara el NINDS.
Haber tenido un accidente cerebrovascular previo o infarto de miocardio aumenta el riesgo de tener otro.
El doctor Bryan Díaz enfatizó la importancia de educarse sobre cuáles son los factores de riesgo que sí son modificables para tomar medidas al respecto. Así, enumeró la inactividad física, la dislipidemia o niveles elevados de colesterol y triglicéridos en la sangre, la hipertensión, la diabetes, fumar e ingerir alcohol.
“Hacer ejercicios de tres a cuatro veces por semana y tomarse la presión arterial con cierta frecuencia”, comentó sobre dos de las recomendaciones de prevención. De igual forma, indicó que si tienes obesidad u otras afecciones, debes hacerte pruebas de laboratorio rutinarias para monitorear los niveles de colesterol, por ejemplo. Las visitas periódicas a tu médico primario también son esenciales.
Del mismo modo, la enfermedad cardiovascular te coloca en riesgo de tener un accidente cerebrovascular. Sobre esto, el médico internista incluyó a las arritmias, siendo la más común la fibrilación auricular.
Si eres paciente de fibrilación auricular, recalcó la importancia de la adherencia al tratamiento indicado por un especialista como los fármacos antiarrítmicos y los anticoagulantes, cuya meta es controlar el ritmo del corazón y prevenir que se formen trombos (coágulos).
Por su parte, el NINDS apunta que las investigaciones concernientes a los accidentes cerebrovasculares abordan diversos aspectos, como, por ejemplo, tratamientos más eficaces, maneras de restablecer el flujo sanguíneo al cerebro después del derrame cerebral, cómo proteger las células cerebrales de la muerte durante y después del accidente cerebrovascular, y conocer mejor los factores de riesgo para descubrir nuevos métodos de prevención.
1. Ejercítate.
2. Monitorea y controla la presión arterial.
3. Aliméntate saludablemente. Reduce el consumo de sal.
4. Mantén un peso saludable.
5. Controla los niveles de colesterol.
6. Maneja adecuadamente la diabetes.
7. No fumes y limita el consumo de alcohol.
8. Visita a tu médico y, si tienes una enfermedad cardiovascular, sigue las recomendaciones del especialista.
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