La fibrilación auricular, una de las arritmias cardíacas más comunes a nivel global y en Puerto Rico, representa un riesgo significativo para la salud. Esta enfermedad puede desencadenar en un evento grave como un derrame cerebral, que tiene el potencial de provocar daños neurológicos irreversibles para la persona, explicó el doctor Luis Alberto Renta Rosa, cardiólogo clínico y presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología.

Actualmente, la fibrilación auricular afecta a seis millones de personas en Estados Unidos, y se estima que esta cifra se duplique para el año 2050, de acuerdo con proyecciones de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés).

La fibrilación auricular es un tipo específico de arritmia, caracterizada por un ritmo cardíaco irregular y descoordinado. Este padecimiento se origina cuando los atrios, las cavidades superiores del corazón, laten de manera desordenada y errática, en contraste con el patrón de latido sincronizado de un corazón saludable. Como resultado, incluso en estados de reposo, las personas afectadas pueden experimentar síntomas como palpitaciones, descritas como una sensación de que el corazón late demasiado rápido o “a mil por hora”, explicó el doctor Renta Rosa. Agregó que otros síntomas incluyen mareos, cansancio, debilidad, baja presión, desmayo, sensación de falta de aire y dolor en el pecho.

Sin embargo, el problema con la fibrilación auricular es que, en muchos casos, no presenta síntomas. Esta ausencia es particularmente común en pacientes de edad avanzada, quienes pueden padecer esta arritmia sin ser conscientes de ella, aseguró el presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología.

El tromboembolismo, que es la formación de un coágulo que va al torrente sanguíneo, es la complicación más seria de la fibrilación auricular, dijo el doctor Renta Rosa.

“Como la sangre se está moviendo más lentamente, se coagula dentro del corazón. Estos coágulos, una vez formados, pueden desprenderse y ser arrastrados por el torrente sanguíneo hasta llegar a distintos órganos. Usualmente, el primer destino son las arterias que van hacia la cabeza, lo que puede resultar en un derrame cerebral”, sostuvo el cardiólogo.

Esta es una de las razones por las que los derrames cerebrales son una de las complicaciones más temidas de la fibrilación auricular. Sin embargo, estos coágulos también pueden dirigirse a otros órganos, como los riñones, causando infartos renales, o incluso a las extremidades inferiores, provocando infartos en las piernas, abundó el doctor Renta Rosa.

Cuando el corazón tiene AFib, la sangre puede volverse estática y acumularse dentro de la aurícula superior izquierda (o en el apéndice auricular izquierdo). Según la Asociación Americana del Corazón, cuando la sangre se acumula, se puede formar un coágulo. Si un coágulo sale del corazón, puede desplazarse hacia el cerebro, bloquear una arteria cerebral y provocar un ataque o derrame cerebral. Las arterias bloqueadas impiden que el tejido “posterior” reciba sangre rica en oxígeno y, sin este, el tejido muere.

En la mayoría de los casos, la fibrilación auricular es ocasionada por una combinación de factores de riesgo que predisponen a la persona al desarrollo de la enfermedad, informó la AHA. Entre ellos, las personas hispanas y afroamericanas están en mayor riesgo. Otros factores son la edad avanzada, la diabetes, la hipertensión, tener un historial previo de enfermedades cardíacas, la apnea del sueño, el consumo excesivo de alcohol y fumar. El doctor Renta Rosa destacó que, aunque no es una afección hereditaria, es importante tomar en cuenta el historial familiar de padecimientos como diabetes e hipertensión.

A pesar de ello, la fibrilación auricular también puede ocurrir en personas que no tienen estos factores de riesgo. Por eso, es crucial que, después de los 40 años, toda persona visite a un cardiólogo, instó el especialista, incluso si no presenta síntomas. Por ejemplo, si está considerando comenzar una nueva rutina de ejercicios después de esta edad, el doctor Renta Rosa recomendó que se haga bajo la supervisión médica.

El doctor Renta Rosa confirmó que un médico generalista o internista puede iniciar el tratamiento de la fibrilación auricular, mientras el paciente espera una consulta con un cardiólogo. Pero enfatizó que, si el paciente presenta síntomas o hay indicios de complicaciones, es fundamental una evaluación más exhaustiva por parte de un cardiólogo.

El diagnóstico de la fibrilación auricular involucra varios enfoques y herramientas, siendo el electrocardiograma el examen más crucial. Este procedimiento registra la actividad eléctrica del corazón de manera no invasiva. En el caso de la fibrilación auricular, el electrocardiograma puede mostrar la pérdida de contracción en el atrio, característica de esta arritmia.

Cuando la fibrilación auricular se sospecha pero no se presenta constantemente (lo que se conoce como fibrilación auricular paroxística), puede ser necesario un monitoreo cardíaco prolongado, mencionó el doctor Renta Rosa. Para esto, se utiliza un dispositivo Holter, que es un tipo de electrocardiograma portátil que registra continuamente la actividad eléctrica del corazón durante 24 horas o más. Este monitoreo extenso permite capturar episodios de fibrilación auricular que podrían no ser detectados durante un electrocardiograma de corta duración.

Además, los pacientes con factores de riesgo para fibrilación auricular podrían beneficiarse de un ecocardiograma, comentó el cardiólogo. Esta prueba es un ultrasonido que evalúa la estructura y función del corazón, y puede ayudar a identificar enfermedades que contribuyen al desarrollo de la fibrilación auricular.

El doctor Renta Rosa resaltó que la mera medición del pulso no es siempre un buen indicador para determinar la presencia de una arritmia como la fibrilación auricular.

“Durante la actividad física o en situaciones de estrés emocional, es normal que el pulso aumente. Una fórmula común para estimar el límite superior del pulso durante el ejercicio es ‘220 menos la edad’. Por ejemplo, para alguien de 30 años, un pulso de hasta 190 mientras se ejercita puede ser normal”, ejemplificó.

No obstante, la preocupación surge cuando se observa un pulso elevado en situaciones de reposo. Si una persona, en estado de calma y sin realizar actividad física, experimenta un pulso de 150 o más, esto podría ser un indicio de una arritmia y requeriría una evaluación médica.

El tratamiento de la fibrilación auricular es individualizado y depende de varios factores, pero, generalmente, se enfoca en dos estrategias: el control del ritmo cardíaco y el control de la frecuencia cardíaca (para evitar que sea demasiado rápida), así como la prevención de coágulos.

Para controlar la frecuencia o el ritmo cardíaco, se utilizan medicamentos recetados. En el caso de la prevención de coágulos, se emplean medicamentos anticoagulantes como la warfarina o anticoagulantes directos que reducen la capacidad del cuerpo para formar nuevos coágulos.

El doctor Renta Rosa enfatizó la importancia de tomar los medicamentos según las indicaciones médicas, ya que un día sin tomarlos aumenta el riesgo de desarrollo de coágulos. Igualmente, si tiene que realizarse algún procedimiento médico, es vital contar con la autorización escrita de su cardiólogo antes de realizar cualquier cambio en el uso de anticoagulantes.

¡Sí! No dejes de tomar los medicamentos porque no tienes síntomas perceptibles. Han sido recetados por una razón. Los medicamentos son uno de los principales recursos terapéuticos para mantener la salud. Sin embargo, sus beneficios pueden verse alterados por la falta de cumplimiento. Tómalos siempre, según las indicaciones de tu médico, los profesionales de la salud o el farmacéutico. Recuerda: es un trabajo en equipo y tu deber es cumplir con el plan acordado.

Para promover un corazón saludable y prevenir problemas cardíacos, es crucial adoptar un estilo de vida más sano. “Cuando tenemos problemas como la fibrilación auricular, ya es hora de hacer un cambio. Tu cuerpo se está quejando de tu estilo de vida”, aseveró el galeno.

Aquí algunas recomendaciones para comenzar con el cambio:

1. Ejercítate: El ejercicio no solo es beneficioso para la salud general, sino que es el “mejor medicamento antiarrítmico”, apuntó el doctor Renta Rosa.

2. Controla los factores de riesgo: Mantener un peso saludable, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol mejora la salud cardiovascular y reduce el riesgo de arritmias.

3. Lleva una dieta saludable: Una dieta rica en frutas, vegetales y granos enteros, y baja en grasas saturadas, grasas trans, sal y azúcares añadidos, puede ayudar a mantener el corazón en buen estado.

4. Maneja el estrés: El estrés crónico puede afectar negativamente la salud del corazón. Técnicas de relajación como la meditación, el yoga o incluso pasatiempos relajantes, pueden ser útiles para gestionar el estrés.

5. Visita a un cardiólogo: Consultas periódicas con este especialista para chequeos, monitoreo de la presión arterial y niveles de colesterol son esenciales para la detección temprana de problemas.

Aunque, en muchos casos, la fibrilación auricular no tiene cura, existen tratamientos médicos y recomendaciones holísticas que pueden permitir que la persona lleve una vida relativamente normal.

“La fibrilación auricular no es un diagnóstico de terminación de la vida. Con el uso adecuado de los medicamentos, muchos pacientes logran revertir sus síntomas y pueden llevar una vida plena sin sufrir consecuencias a largo plazo. Por ello, la prevención y el tratamiento a tiempo son aspectos cruciales en el manejo de esta condición”, concluyó el doctor Renta Rosa.

La Sociedad Puertorriqueña de Cardiología presenta su nuevo podcast: “El Patatú”. Únete al Dr. Luis Renta y al Dr. Antonio Orraca mientras exploran el fascinante mundo de la cardiología. Queremos crear un espacio donde pacientes y médicos puedan dialogar todo lo relacionado a la cardiología. Con un lenguaje sencillo y accesible, explicaremos cada detalle “en arroz y habichuelas” para que todos puedan comprender la importancia de cuidar nuestro corazón. Lo puedes accesar en nuestra página de Facebook https://www.facebook.com/SocPRCardio