La doctora Julia Vázquez Martirena, presidenta y fundadora Clínica Cardiovascular de Cidra, explica las razones
La cardiopatía es una enfermedad cardiaca que afecta el músculo del corazón y puede traer complicaciones, siendo la muerte súbita la más temible consecuencia. En conmemoración del Día Mundial del Corazón, el cual se celebra cada 29 de septiembre, hablamos acerca de esta enfermedad para concientizar a la población acerca de sus peligros.
“La cardiopatía o cardiomiopatía es una enfermedad que afecta directamente el músculo cardiaco y, como ahí está la bomba del corazón, tiene una repercusión en el sistema eléctrico. El problema principal es que se va debilitando la pared y la ejecutoria del ventrículo para expulsar la sangre del corazón al resto del cuerpo”, explicó la doctora Julia Vázquez Martirena, presidenta y fundadora Clínica Cardiovascular de Cidra.
Uno de los mayores desafíos de la cardiopatía es que, en muchas ocasiones, el paciente no presenta síntomas, porque va a depender del tipo de cardiopatía que padece.
“Hay diferentes tipos de cardiopatía; hay unas que son congénitas y se detectan a temprana edad y hay cardiopatías que se van adquiriendo por diferentes razones: infiltrativas o isquémicas, por problemas de las coronarias que pueden afectar la bomba del corazón”, mencionó la cardióloga.
Los síntomas pueden ir desde falta de aire hasta cansancio excesivo, donde la persona siente que no puede hacer lo mismo que antes. También se puede presentar hinchazón de las extremidades, sobre todo en las piernas.
“Estos pacientes también pueden presentar arritmias, donde de momento el corazón late rápido y lo manifiestan como palpitaciones. Al tener problemas de bombeo, se afecta el sistema eléctrico, lo que, a su vez, provoca arritmias y esas arritmias pueden ser de complejo ancho, que no son benignas. Eso provoca que el paciente esté a riesgo de muerte súbita”, advirtió.
El peligro para estos pacientes es que “llega un momento en que no pueden mantener la circulación normal y pueden colapsar, o degenerar esa arritmia ventricular en lo que se conoce como fibrilación ventricular, que es prácticamente igual a morir”, añadió la doctora Vázquez.
Lamentablemente, aquellos pacientes que padecen la enfermedad por razones genéticas están a riesgo de tener una manifestación a temprana edad y, en el peor de los casos, una muerte súbita.
“Sobre todo, puede ocurrir en pacientes con problemas congénitos que son operados desde niños. Muchas veces, estos pacientes tienen problemas de arritmias y las arritmias es lo que lleva a complicaciones”, indicó.
Por eso, hay que concientizar a la población para tratar de diagnosticar, lo antes posible, la cardiopatía y el tipo que padece para brindar los medicamentos y tratamientos que ayuden a evitar las complicaciones.
“En pacientes con disfunción severa en el ventrículo izquierdo, se pone un desfibrilador y eso hace que, si el paciente tiene una arritmia, esta se aborte. Cuando se implanta un desfibrilador, se sincroniza un poco más el corazón, dependiendo del caso. Pero, eso lo llevamos con medicamentos y cambios en el estilo de vida”, indicó la cardióloga, quien enfatizó la importancia de la prevención en esta y otras enfermedades cardiovasculares.
“Creo mucho en la prevención primaria. En el caso de las congénitas, no hay manera de prevención primaria porque hay algo estructural de antemano, pero, entonces, hay que buscar los padecimientos en la familia y, una vez al año, al menos, ir al médico a chequear cómo estás. Las personas deben aprender a comer mejor, no tener una vida tan sedentaria y seguir un estilo de vida mejorado,”, recomendó la doctora, quien lleva 24 años con su Clínica Cardiovascular en Cidra, localizada en la calle Baldorioty de Castro #27.
Como parte de su interés por brindar una atención cardiovascular óptima y de avanzada, la Clínica Cardiovascular de Cidra —que atiende a sobre 13 mil pacientes de ese municipio y pueblos limítrofes— se ha dedicado a mejorar sus instalaciones y a contratar más personal para brindar un servicio de excelencia.
“Dada la necesidad de médicos subespecialistas en Puerto Rico, y el aumento de enfermedades cardiovasculares, durante este año hemos contratado dos médicos asistentes y una enfermera, para un total de tres enfermeras. Además, antes teníamos un solo técnico cardiovascular y ahora tenemos cinco. La razón principal es ver más volumen de pacientes y que las citas no estén muy lejos, porque antes las citas estaban a seis meses de espera para pacientes nuevos. Ahora, ya en tres semanas o antes, un paciente nuevo puede recibir una evaluación cardiovascular”, explicó Alfredo Rodríguez, administrador de la clínica.
La Clínica Cardiovascular de Cidra también ha estado inmersa en un proceso de reestructuración de su planta física para dar la mejor atención posible a los pacientes.
“Aún no hemos terminado, pero ya remodelamos el baño principal de los pacientes, lo agrandamos y es apto para personas con impedimentos. Mejoramos otra sala de espera para que los pacientes que van para estudios tengan una sala más íntima en la parte de adentro de la oficina”, mencionó el administrador, quien, de paso, comentó que las aceras cercanas a sus instalaciones han sido mejoradas y cuentan con una rampa de impedidos para fácil acceso”.
Por otra parte, y para mejorar su funcionamiento, la clínica se encuentra implementado un sistema de récord electrónico.
“Estamos en el proceso de digitalizar los 13 mil expedientes que tenemos para que el proceso se nos haga más fácil y podamos brindar un mejor servicio, ya sea de recetas electrónicas u órdenes electrónicas para laboratorios. Este ha sido un año de muchos retos y cambios, y tratamos de que el paciente se sienta lo mejor posible cuando está aquí y que todo lo que necesite, y que esté a nuestro alcance, nosotros poder suplir sus necesidades”, puntualizó el administrador.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
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