Conoce la relación entre salud cardiovascular y el deterioro cognitivo
Conoce la relación entre salud cardiovascular y el deterioro cognitivo
Existe una estrecha relación entre el deterioro cognitivo y la salud cardiovascular. Según el cardiólogo intervencional, fundador y presidente de PCI Cardiology, doctor Valentín Del Río Santiago, en los últimos años se estableció que el deterioro cognitivo está relacionado con la enfermedad cardiovascular, debido a que, los mismos factores de riesgo que conducen a la enfermedad cardíaca, contribuyen a la pérdida de memoria, demencia vascular y alzhéimer.
Un reciente estudio, publicado por el Journal of the American Heart Association, en mayo 2023, realizado con una muestra representativa a nivel nacional en adultos mayores de 60 años, encontró que los factores de riesgo cardiovascular más bajos se asocian con una mejor función cognitiva en la población adulta. El estudio halló que, cuanto más alto es el puntaje de riesgo cardiovascular de una persona a diez años, peor es su puntaje en las pruebas de función cognitiva, lo que se suma a una gran cantidad de evidencia que sugiere que controlar la salud del corazón y los factores de riesgo pueden ayudar a proteger la salud del cerebro.
Del Río Santiago, quien también es presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, explicó que el desarrollo del deterioro cognitivo y la demencia guardan relación con factores de riesgo asociados al estilo de vida como la inactividad física, el consumo de tabaco, la alimentación poco saludable y el consumo nocivo de alcohol. Además, el doctor indicó que se ha visto que ciertos trastornos médicos que provocan el desarrollo de enfermedades cardiovasculares como son la hipertensión arterial, dislipidemia (colesterol elevado), diabetes mellitus, obesidad y el tabaquismo contribuyen a la pérdida de memoria, demencia vascular y la enfermedad de Alzheimer. “Por tanto, controlando estos factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, se puede prevenir el deterioro cognitivo y la demencia”, puntualizó.
De igual forma, aclaró que, aunque la edad es el principal factor de riesgo conocido de deterioro cognitivo, la demencia no es una consecuencia natural o inevitable del envejecimiento.
A modo de ejemplo, la Academia Americana de Cardiología sostuvo que se ha investigado exhaustivamente la hipertensión y que los estudios demuestran que una presión arterial más alta está asociada con una disminución en el rendimiento cognitivo y que puede deberse a una amplia gama de factores fisiopatológicos.
A tales efectos, en la actualidad, la Academia Americana de Cardiología recomienda que los cardiólogos evalúen en sus pacientes si existe un deterioro cognitivo, en específico en la población adulta.
Del Río Santiago explicó que los factores de riesgo antes mencionados promueven la arteriosclerosis o la estenosis de los vasos sanguíneos que suministran sangre, oxígeno y nutrientes al sistema nervioso central (cerebro). “La existencia de factores de riesgo potencialmente modificables significa que la prevención de la demencia es posible mediante estrategias e intervenciones que retrasen o desaceleren el deterioro cognitivo”, afirmó.
Ciertamente, reducir los factores de riesgo cardiovasculares se presenta como una estrategia para prevenir el deterioro cognitivo. Tener un corazón saludable es la mejor manera de mantener el cerebro saludable.
En general, hay ciertas medidas preventivas para evitar las enfermedades cardiovasculares que fomentan la salud cerebral en los pacientes, así como algunas recomendaciones para desacelerar el deterioro cognitivo”, comentó el director médico del Heart & Lung Institute en Bayamón Medical Center. Entre estas, mencionó:
Así las cosas, es evidente que la salud cardiovascular y el deterioro cognitivo están interconectados. Las enfermedades cardiovasculares y los factores de riesgo cardiovascular pueden aumentar el riesgo de deterioro del cerebro y enfermedades neurodegenerativas. Por tanto, puedes tomar acción y, de tener factores como presión arterial, diabetes, colesterol alto u obesidad, trabajarlos con un profesional. De esta forma, puedes asegurarte de que estás recibiendo el tratamiento adecuado, a su vez, incorporar conductas de un estilo de vida saludable a lo largo de tu vida te ayudará a proteger la salud cardiovascular, cerebral y reducir el riesgo de deterioro cognitivo. Recuerda que lo que es bueno para el corazón es bueno para el cerebro ¡Cuídalos!
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
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