Desde diálisis hasta trasplante, un nefrólogo puede ofrecer la orientación adecuada para cada paciente
Desde diálisis hasta trasplante, un nefrólogo puede ofrecer la orientación adecuada para cada paciente
Unos 6,305 pacientes renales se encuentran recibiendo diálisis en 50 centros a través de Puerto Rico, compartió la directora ejecutiva de la Fundación Puertorriqueña del Riñón, Ana Laboy Rodríguez, tras el censo de la organización, en febrero de 2021. Además, cerca de 1,265 recipientes de trasplante de riñón viven en Puerto Rico.
La enfermedad renal crónica se desarrolla cuando los riñones fallan debido a una lesión o deterioro. Ante esto, los desechos y el líquido adicional se pueden acumular en la sangre y causar problemas de salud, según la Fundación Nacional del Riñón (NKF, en inglés).
Los tres tratamientos para la insuficiencia renal son: hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante de riñón. Un nefrólogo debe tomar en cuenta los síntomas, otros problemas de salud del paciente, la función renal y el estado nutricional para evaluar qué tipo de tratamiento necesita.
“Tenemos pacientes que llevan 30 años en diálisis, que optaron por no trasplantar. Siempre le hablamos al paciente de todas las opciones que tiene”, recalcó Laboy Rodríguez.
En este tratamiento, una máquina se usa para eliminar los desechos y el líquido adicional en la sangre. Durante la hemodiálisis, la sangre se bombea a través de tubos blandos a una máquina de diálisis, donde pasa por un filtro especial llamado dializador (o riñón artificial), según la NKF.
La hemodiálisis se puede realizar en el hogar o en un centro de diálisis. La NKF recomienda que, para tener un tratamiento efectivo desde tu hogar, debes tener espacio suficiente para el equipo, una buena instalación de agua y energía eléctrica para que funcionen la máquina de diálisis y la unidad de purificación de agua. Asimismo, necesitarás una persona que te asista.
Laboy Rodríguez explicó que la hemodiálisis en el hogar debe realizarse en cinco de los siete días, usualmente, por tres horas. Añadió que los nefrólogos aconsejan que el paciente no tenga dos días corridos libres sin realizarse el procedimiento para evitar que se acumule demasiado líquido.
Consiste en un tratamiento para filtrar la sangre a través de una solución limpiadora, llamada líquido dializado o dialisato, según la NKF. Al ser un tratamiento en el hogar, provee mayor flexibilidad a los pacientes.
“La membrana interior del abdomen (peritoneo) actúa como un filtro natural”, establece la NKF. Un cirujano debe colocar un tubo blando conocido como catéter en el abdomen.
Según la NKF, los dos tipos de diálisis peritoneal son:
Diálisis peritoneal ambulatoria continua (DPAC): El paciente hace los intercambios entre cuatro y seis veces por día.
Diálisis peritoneal automatizada (DPA): Una máquina llamada cicladora hace el intercambio automáticamente una vez se configura el equipo. Es probable que se deban hacer uno o dos intercambios durante el día para estar seguro de que se eliminan suficientes desechos.
“El paciente que está en su casa, el centro coordina y, mensualmente, se le hacen sus pruebas. Ellos siguen monitoreando aunque estés en tu casa. Se mantiene un proceso continuo mensual de monitoreo de las clínicas y del tratamiento de ese paciente”, detalló Laboy Rodríguez
Además, la NKF sostiene que este tipo de diálisis da más libertad al paciente para trabajar y hacer otras actividades.
“Este tipo de diálisis lo puedes hacer durante el día o en la noche. La persona trabaja en su casa y se adiestra en un centro”, agregó la experta en salud pública.
En Puerto Rico, cerca de 553 pacientes se realizan diálisis en el hogar, según la organización sin fines de lucro Quality Insights Renal Network 3.
Mediante esta operación se coloca un riñón saludable de otra persona en el cuerpo. El riñón puede ser de alguien que ha fallecido o de una persona viva.
“Una vez ese riñón se trasplanta, se mantiene al paciente con medicamentos que evitan que el cuerpo lo rechace y se le da seguimiento”, explicó el doctor Muñiz Rivera.
La operación dura aproximadamente tres horas y la estadía en el hospital entre cinco y siete días. Muñiz Rivera puntualizó que el trasplante, en la mayoría de los casos, se le otorga a un paciente que ya está en diálisis.
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