Cuando se desarrolla esta condición, el sistema inmunitario daña la tiroides, causando que no produzca suficientes hormonas
Cuando se desarrolla esta condición, el sistema inmunitario daña la tiroides, causando que no produzca suficientes hormonas
La tiroiditis de Hashimoto, también conocida como tiroiditis linfocítica crónica, es la causa más común de hipotiroidismo en lugares del mundo donde no hay deficiencia de yodo. Casi todos los pacientes con la condición tienen anticuerpos contra varios antígenos presentes (anticuerpos contra la enzima peroxidasa de tiroides y anticuerpos contra tiroglobulina).
Es causada por una predisposición genética, como ser mujer, en combinación con factores ambientales como infecciones virales, estrés (este no tiene evidencia clínica contundente), haber estado expuesto a radiación o a ingesta de altas cantidades de yodo como se ve en el uso de medicamentos como amiodarona o suplementos no aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) que contienen algas como kelp en altas cantidades que sirven de detonante para que la enfermedad se active.
Usualmente, no se presenta con síntomas hasta que se haya perdido función de la glándula (hipotiroidismo). Sin embargo, aún con función normal, podría presentarse con agrandamiento de la glándula tiroides (bocio) o su atrofia (una glándula tiroides pequeña). Usualmente, aunque el paciente se presente con bocio, no es doloroso, pero podría requerir cirugía, en caso de que haya presión en el esófago o la tráquea, causando dificultad al tragar o al respirar, respectivamente.
No, la presencia de anticuerpos por sí sola no causa ningún síntoma. Es el desarrollo del hipotoridismo (la disminución de producción de la hormona de tiroides) y cuán severo sea, lo que hace que el paciente se sienta mal.
Alrededor del 5% de los pacientes desarrollarán hipotiroidismo franco (en el que se pierde la capacidad de producir suficiente cantidad de hormona de tiroides).
Hasta un 14% desarrollará hipotiroidismo subclínico, que es una forma más leve de la condición (la producción de hormona está disminuida, pero aún presente) que no requiere tratamiento en la mayoría de los casos.
El riesgo de padecerla aumenta con la edad y es 7 veces más común en mujeres que en hombres.
No, solo un 10% de la población con anticuerpos positivos desarrolla fallo funcional de la glándula tiroides. Podría haber presencia de anticuerpos sin que se desarrolle hipotiroidismo.
Observación y estar pendiente al desarrollo de síntomas como: ánimo deprimido, cansancio, ronquera, estreñimiento, falta de concentración, dolores articulares y musculares, caída de cabello excesiva, resequedad y engrosamiento de la piel. Si estos síntomas están presentes, debe visitar a su médico para asegurarse de que la función de la glándula tiroides esté alterada, evaluando el TSH y el T4 libre.
Es importante recalcar que los síntomas antes mencionados no son específicos para hipotiroidismo solamente y que es imperante que consultes con tu médico para hacer la evaluación necesaria y descartar otras posibles condiciones médicas. De realizarse un diagnóstico de hipotiroidismo franco, tu médico te tratará mediante el reemplazo de la hormona deficiente con levotiroxina. Este suplemento hormonal debe ingerirse diariamente en ayunas. Tu médico calculará la dosis adecuada para ti y seguirá regularmente tus niveles de TSH para ajustar tu dosis.
La autora es endocrinóloga.
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