Las contribuciones femeninas en las carreras de ciencia, tecnología, inglés y matemáticas hay que visibilizarlas para que sirvan de modelaje de potencial y emprendimiento
Las contribuciones femeninas en las carreras de ciencia, tecnología, inglés y matemáticas hay que visibilizarlas para que sirvan de modelaje de potencial y emprendimiento
Unas investigan enfermedades que afectan a las mujeres para encontrar sus posibles curas. Otras utilizan tecnología, algoritmos, ciencias de datos y computación para facilitar procesos y diagnósticos en la industria de la salud. Hay quienes apuestan a la energía renovable y al reciclaje del vidrio como soluciones a la dependencia del petróleo y la erosión costera.
Te presentamos diez boricuas que se han destacado en la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) y por qué debes seguir sus extraordinarias carreras.
Gracias a las investigaciones de la ginecóloga obstetra, Puerto Rico fue el primer lugar en el mundo donde se eliminó la transmisión del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) de madres a hijos. Desde el 2000, cerca de 600 bebés de mujeres portadoras del virus han nacido sin él.
La doctora Zorrilla también logró reducir el número de nacimientos prematuros en la isla al implantar un novel modelo de atención prenatal en el Hospital Universitario Pediátrico del Centro Médico. Al momento investiga el efecto del virus del Zika en mujeres embarazadas y participa de estudios para para desarrollar más vacunas contra el covid-19.
La profesora de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) es reconocida por ser una científica rigurosa y comprometida con el cuidado de la salud de comunidades desatendidas. Por eso, y por sus logros académicos, recibió en el 2018 el premio Bajarí del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico –el primero que otorgó la organización en su historia–.
La ciencia que produce la bióloga molecular ha tenido un impacto literalmente vital, pues ha ayudado a que mujeres con endometriosis sean madres.
Flores Caldera lidera la investigación en la isla sobre la prevalencia, sintomatología, diagnóstico y tratamiento de la endometriosis, una condición ginecológica cuya causa se desconoce y que ocurre cuando parte del tejido del útero crece fuera de este –lo que provoca dolor, sangrado fuera del periodo menstrual y hasta infertilidad–. Se estima que una de cada 10 mujeres padece la condición, y en esa estadística está la propia científica.
Gracias a los estudios de la profesora del Departamento de Microbiología de la Ponce Health Sciences University (PHSU), hoy se conocen varios genes relacionados a esta enfermedad, lo que ha permitido crear terapias individualizadas para las pacientes y les ha dado la oportunidad de gestar. La Dra. Flores también fue una de las investigadoras con Proyectos Subvencionados por el Programa de Grants del Fideicomiso para Ciencia entre 2014 al 2017.
La microbióloga y decana asociada del programa doctoral de ciencias biomédicas de la PHSU identificó en enero del 2021 la cepa británica del COVID-19.
Rivera Amill también es la directora científica de INNO Diagnostics, el único laboratorio de referencia en inmunología afiliado a una institución académica –la PHSU– que ha sido certificado por la Organización Mundial de la Salud para secuenciar genotipos de VIH en Puerto Rico, el Caribe y Latinoamérica.
Además de investigar, imparte clases de inmunología a estudiantes de medicina, ciencias médicas y programas doctorales.
Desde Boston Scientific en Dorado se manufactura el 100% de los leads (cables) que usan en el mundo para atender condiciones cardiacas y neurológicas.
La responsabilidad de mantener esa cadena de producción recae en los más de 1,000 empleados que supervisa Fronteras, vicepresidenta de operaciones de la compañía.
La ingeniera industrial egresada del Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR tiene 18 años de experiencia en la manufactura de dispositivos médicos y desde el 2005 está con Boston Scientific, que lleva más de tres décadas en Puerto Rico. Fronteras ha sido vocal en educar sobre la importancia de aumentar el número de mujeres en el campo de la ingeniería, manufactura e investigación y desarrollo (R&D).
La investigadora descubrió un hongo con propiedades anticancerosas. Hoy, ese hallazgo está siendo desarrollado para convertirse en un fármaco.
Martínez Montemayor encontró que el peróxido de ergosterol –un compuesto del hongo Ganoderma lucidum– detiene el crecimiento de células que causan tanto el cáncer de mama inflamatorio (un subtipo de cáncer muy letal y difícil de detectar porque no suele ser palpable) como el cáncer de mama triple negativo (otro subtipo de cáncer altamente resistente a terapias).
En agosto del 2021, una farmacéutica canadiense compró la patente del descubrimiento de la profesora del Departamento de Bioquímica de la Universidad Central del Caribe. La esperanza es crear un medicamento que ayude a las pacientes de cáncer de seno a sobrevivir la enfermedad, que es el tipo de cáncer más prevalente entre las puertorriqueñas.
Con tecnología biomédica, esta ingeniera ha replicado modelos celulares del cáncer de mama triple negativo –el mismo que investiga la doctora Martínez Montemayor– para entender por qué este resiste tratamientos médicos. Esto le valió una subvención de $1.4 millones del Instituto Nacional de Salud en noviembre del 2020.
La profesora del Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR busca probar fármacos existentes y fármacos experimentales en sus modelos celulares creados en laboratorios para identificar cuáles son más efectivos combatiendo la enfermedad.
Eventualmente, la meta de Domenech García es triple: replicar el modelo celular de otros cánceres, definir tratamientos médicos personalizados a partir de las células de los pacientes y establecer en la isla un nicho de estudio y diagnóstico de todos los tipos de cáncer utilizando la biotecnología.
Tras conocer lo complicado que puede ser para una persona identificar planes médicos, proveedores de salud y medicamentos que estén bajo cubierta, así como lo oneroso que es el cumplimiento de las regulaciones estatales y federales requeridas a doctores e instituciones hospitalarias, esta puertorriqueña cofundó en el 2015 Abartys Health, un startup con sede en la isla que busca simplificar estos procesos.
Con seis millones de récords médicos en formato electrónico y 12,000 proveedores de salud registrados en sus bases de datos, la idea es simple: utilizar tecnología automatizada e inteligencia artificial para proveer atención médica ágil y certera al evitar que la información clínica de una persona esté dispersa –y facilitar la transmisión de esa información entre pacientes, médicos y aseguradoras–.
Abartys Health exporta su tecnología a los Estados Unidos, Latinoamérica y Europa. Su potencial es tal que podría convertirse en la primera compañía privada puertorriqueña valorada en $1,000 millones –y esa es la meta de Méndez, que funge como su principal oficial ejecutiva–.
La profesora de ciencias de computación en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico utiliza machine learning para minar y visualizar bases de datos con millones de campos de información biomédica.
Desde el campo de biomedical data science, busca ayudar a proveedores de salud a tomar decisiones médicas más certeras en términos de diagnóstico y tratamiento de enfermedades, pues estos pueden ver datos –ya analizados y con patrones definidos– de cómo otros médicos trataron a pacientes con perfiles y cuadros clínicos similares a los suyos.
Además de su labor docente, Ordóñez es mentora de proyectos a nivel elemental, intermedio, superior y postsecundario que buscan dar a conocer y democratizar el acceso a las tecnologías de las ciencias de computación.
La ingeniera civil con un doctorado en ingeniería oceanográfica investiga el comportamiento de las costas en su laboratorio en el Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR. Ha publicado sobre procesos de erosión y transportación de sedimentos y el aprovechamiento de la energía oceánica.
También ha estudiado la posibilidad de reciclar vidrio –una industria que no existe en el país– para nutrir las playas y mitigar la erosión costera, uno de los graves problemas que enfrenta la isla ante el calentamiento global.
En el 2018 fue una de dos puertorriqueñas –y ambas las primeras boricuas– en recibir la prestigiosa subvención CAREER de la Fundación Nacional de las Ciencias, que tiene como fin apoyar a científicos cuyas carreras tienen el potencial de ser modelo tanto de investigación como de educación en la academia.
La ingeniera mecánica divide su tiempo entre enseñar e investigar en el Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR, ser mentora de las Asociación de Féminas en Ingeniería Mecánica y emprender con su startup Sunne Labs, que apuesta a tecnologías de energía renovable.
El primer producto que creó Torres Nieves es un calentador solar 50% más pequeño, 40% más liviano y 15% más eficiente que los calentadores solares disponibles en el mercado.
Además, desde febrero del 2020 es la directora ejecutiva interina del Instituto de Aeronáutica y Aeroespacial de Puerto Rico, adscrito a la UPR.
La autora es CEO del Fideicomiso para Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico.
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