Ahora que las clases se han movido a un aula virtual, ¿la información de los estudiantes está segura? ¿qué han hecho las instituciones educativas?
Debido a la pandemia del COVID-19, la gran mayoría de las instituciones educativas en la isla y a nivel mundial, se vieron forzadas a completar sus semestres dando sus clases de manera virtual utilizando herramientas como Zoom, Whatsapp y Teams, entre muchas otras aplicaciones. Esto trajo consigo muchas interrogantes en términos de seguridad que se fueron resolviendo con el tiempo. Desde un principio se dejó claro que estos eran un remedio temporero autorizado por el Departamento de Educación federal, por lo que, una vez se estabilizara la situación, aquellas instituciones superiores, como las universidades, que ofrecen cursos de educación online debían seguir utilizando todas las aplicaciones y herramientas tecnológicas aprobados por esta agencia.
Esto se debe a que está comprobado que cada una de estas herramientas ofrecen altos niveles de seguridad para garantizar que la información y la privacidad del estudiante y la facultad están protegidas. “Uno de los elementos que sabemos es que estas plataformas son un imán para los hackers, porque hay mucha información valiosa de los estudiantes. Por lo tanto, es muy importante tener una plataforma robusta y una infraestructura que provea un nivel alto nivel de seguridad que vaya a la par con los requerimientos de los entes acreditadores”, indicó la ingeniera Gladys Nieves Vázquez, presidenta de EDP University.
Además del cumplimiento con las agencias acreditadoras, las universidades tienen que asegurar la integridad institucional. “Debemos hacer esto para que los estudiantes y nuestra facultad sepan que el ofrecimiento de un programa a distancia es un compromiso serio que adquiere nuestra institución con nuestra comunidad universitaria”, comentó la doctora Omayra Caraballo, vicepresidenta auxiliar de Educación en Línea de la Universidad Interamericana de Puerto Rico. “Todo eso comienza con los protocolos para garantizar e identificar la identidad del estudiante matriculado. Así como asegurarnos de que ese estudiante sea el que esté haciendo los exámenes y completando los trabajos, entre otros escenarios”.
Más riguroso
Por un tiempo y en sus inicios, la educación a distancia tenía el estigma de no ser tan rigurosa en términos de seguridad y en la manera en que se evaluaba a los estudiantes. Sin embargo, todo eso ha cambiado. “Es todo lo contrario. Siempre digo que tomar una clase a distancia es como estar en la primera fila del salón. No te puedes esconder”, admitió la presidenta de EDP College. “El profesor tiene las herramientas y la capacidad para tener contacto constante con el estudiante y constatar que se trata de la persona matriculada”.
Adiestramiento a profesores
Con el propósito de aumentar la seguridad durante el proceso educativo en línea, las instituciones toman el tiempo para capacitar a su facultad para que estén conscientes y sepan utilizar las aplicaciones tecnológicas. “Si hay algo que la Inter tiene muy sólido, es su cultura de capacitación, tanto para la facultad, como para los estudiantes. En el caso de la facultad, la universidad establece todos los años un plan de capacitación con temas que son alineados a las necesidades particulares de la facultad o a la adopción de herramientas nuevas”, manifestó Caraballo. “La Interamericana tiene, como parte de una normativa que está en el Manual de Facultad de la institución, que un profesor tiene que hacerse experto para diseñar u ofrecer clases a distancia”.
En el caso de EDP College, la institución utiliza la plataforma LMS Canvas que es muy reconocida en los círculos educativos y que se destaca por ser muy intuitiva. “Toda nuestra facultad, incluyendo aquellos que no daban clases a distancia, están capacitados y han tomado cursos para trabajar y manejar Canvas”, añadió la ingeniera Nieves. “La plataforma es bien segura, intuitiva y fácil de navegar. Por lo tanto, no requiere que el profesor sea un experto en tecnología”.
Privacidad
La privacidad de los estudiantes es un asunto que se toma muy en serio y que todas las aplicaciones que se usan para dar clases online lo tienen presente. “El asunto de la privacidad es responsabilidad de nosotros. En esa dirección, tenemos varias políticas establecidas para el cumplimiento de los estudiantes, de la facultad, y del personal administrativo, algo que se ve reflejado también en la manera en que se usan las herramientas tecnológicas para dar clases online”, mencionó la doctora Caraballo, quien dejó claro que se usa como base lo que establece la ley federal FERPA (Family Educational Rights and Privacy Act), que protege esos elementos de privacidad de un estudiante en una institución educativa.
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