“Se necesitan personas que quieran defender lo que la naturaleza nos regaló”
“Se necesitan personas que quieran defender lo que la naturaleza nos regaló”
“Nuestro planeta —o específicamente nuestra isla—, nos está avisando hace bastante tiempo que debemos frenar y cambiar los hábitos, así como pensar en las consecuencias que se estarán viendo a largo plazo. Es tiempo de que comencemos, en equipo, a trabajar por nuestra isla. Los futuros trabajadores en empleos verdes, conocidos como trabajadores ambientales, se necesitan. Precisamos de personas con ganas de educar, fiscalizar, investigar y crear un futuro sustentable para nuestro país”, exclamó la doctora Lourdes Echevarría García, catedrática asociada en el área científico ambiental y profesora en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y la Universidad Ana G. Méndez.
Con este llamado, la profesora alertó sobre la continua necesidad de jóvenes que opten por esta disciplina en sus cursos universitarios. De acuerdo con la catedrática, la economía verde es clave para lograr el buen manejo de los recursos naturales en la isla. Estos trabajadores se convierten en educadores, ofreciendo las técnicas adecuadas para un buen manejo de lo que ofrece el medio ambiente. El planeta ha sufrido, por años, los daños causados por la contaminación, la falta de medidas para controlar el manejo de los desperdicios de forma adecuada, en otras palabras, se ha convertido en un sector con un gran impacto antropogénico. Esto no es otra cosa que las consecuencias de las actividades humanas sobre el medio ambiente.
Por ello, en estos últimos años, los empleos verdes se han convertido en una opción para jóvenes que desean hacer un cambio. Echevarría mencionó que la economía verde se puede ver como el valor económico del capital natural y de los servicios que ofrece la ecología, junto con la necesidad de proteger los recursos naturales. Es ofrecer un enfoque holístico para el desarrollo sostenible; que es el enfoque principal para este tipo de economía. “El objetivo que tenemos que ver en la economía verde es contribuir a la erradicación de la pobreza y el crecimiento sostenible, para mejorar el bienestar humano, desarrollando oportunidades de empleos para todos y, al mismo tiempo, mantener los ecosistemas del planeta saludables”.
En concreto, la economía verde es la defensa para ayudar a bajar las emisiones de carbón, utilizar los recursos que da la tierra de forma eficiente, incluyendo a todos los sectores de la sociedad. Es el escudo para evitar la pérdida de biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas. El modelo de economía sustentable es uno que se debe integrar con los elementos financieros, ambientales y sociales. La catedrática entiende que hay un gran mercado para este tipo de empleo, siendo necesario que los jóvenes entiendan su importancia, identificándolo como un sector que logrará grandes cambios para continuar con la vida en este planeta.
Las personas interesadas en este tipo de trabajo o estudios deben tener un interés genuino en la naturaleza y todo lo que concierne a los efectos antropogénicos de la contaminación o degradación del medio ambiente. Deben ser individuos analíticos, con capacidad para el pensamiento crítico, ser metódicos, poseer un pensamiento lógico y una excelente capacidad de observación. Pero, sobre todo, deben ser personas que estén dispuestas a trabajar en equipo, que tengan amor por el manejo de los recursos naturales. Esto provocará que el enfoque principal sea dirigido a diseñar métodos, técnicas y diversos programas que ayuden a la conservación del medio ambiente.
De acuerdo con datos del la Oficina de Estadística de Puerto Rico, para el año 2010, los empleos verdes eran de 3,717. De estos, 3,123 los ocupaban los bienes y servicios verdes. Por otro lado, 594 ocupaban puestos de apoyo en el área administrativa, gerencial o del funcionamiento común de la empresa. El estudio estableció que el área de actividad verde que cuenta con más empleos es el de la Conservación de Recursos Naturales, en donde un 40.3 por ciento trabajan en conservación de recursos naturales, un 18.4 por ciento en la reducción y remoción de contaminantes, 16.8 por ciento en el sector de energías de fuentes renovables, un 15.5 por ciento trabaja en el área de eficiencia de energía y un 8.9 por ciento en el área de servicios relacionados a la educación y el adiestramiento.
Al preguntarle a la científica ambiental, si en Puerto Rico hay espacio para estudiar este tipo de disciplina, esta nos indicó que la gran mayoría de las instituciones en la isla ofrecen cursos dirigidos a lograr una formación y conocimiento en los trabajos verdes. Las concentraciones más buscadas dentro del currículo de ciencias ambientales son: manejo ambiental, planificación, ingeniería y gerencia ambiental. Dentro de estos cursos, cada concentración ofrece diversos temas como: manejo del aire, suelo y agua, y preparación de documentos ambientales, leyes o reglamentos. Igualmente, los componentes de control, manejo ambiental, economía, auditorias, hidrología, el estudio de los ecosistemas terrestres, la climatología e investigación, entre otros, son gran parte de la oferta académica dirigida al segmento verde.
Mientras, los estudiantes podrán tener no solo una diversidad de profesiones, sino una gran variedad de grados asociados, bachilleratos, maestrías y doctorados.
De la misma forma, Echevarría estableció que las profesiones por las cuales se inclinan los estudiantes al momento de trabajar en empleos verdes son:
Para la profesora, lo más importante es que los jóvenes vean este tipo de trabajo como una alternativa, no solo para apoyar una nueva economía, sino para proteger a su país. “La economía brindará más empleos en todos los sectores de la industria. Muchos estudios indican que esa es meta, ir hacia el desarrollo sostenible. La transición a la visión y la economía verde debe crear más empleos. Para que esto funcione, se debe trabajar de la mano con las políticas económicas, recursos ambientales y sociales”, explicó la doctora en ciencias ambientales.
Al mismo tiempo, opinó que Puerto Rico cuenta con una diversidad de empleos verdes y que la demanda sobre estos continúa en aumento, a la vez que dijo que las personas que estudien estas especialidades deben tener empleo, sin necesidad de salir de viajar a otro país. Reafirmó que la isla cuenta con apertura para lograr empleos en el sector público, federal y privado. Aunque el concepto no ha sido relacionado con el área de ciencias ambientales, entiende que conllevará el proceso de continuar educando a los patronos y a la sociedad para implementar política, contribuyendo así a la conservación del medio ambiente.
“El trabajo verde se encuentra en todos lados. Las actividades y las acciones provocadas por los seres humanos deben ser responsables del impacto que causan en el planeta. Nuestra isla es un país ampliamente vulnerable a los cambios climáticos, por tanto, dentro de estos, se ha podido observar cómo los huracanes son más intensos, las sequías, los terremotos, la erosión de suelos, la incidencia de lluvias, las pérdidas en la zona de flora y fauna, igual que ecosistemas contaminados. Se necesitan personas que quieran defender lo que la naturaleza nos regaló. Gente que busque el que se cumpla con la política publica del país, logrando una planificación con logística sustentable y verde”, exhortó.
Inmediatamente, aseguró que los trabajos verdes no son solo los que están relacionados con la naturaleza. Existe una gran mayoría que tienen que ver con el turismo, la agricultura ecológica, el diseño paisajista y diseño de edificios inteligentes. Concluyó, además, que todas las actividades deben ser responsables del impacto económico, social y ambiental, por lo que contar con profesionales capacitados en todas esas áreas será vital.
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