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En temporada de huracanes, prevenir es prioridad

La meteoróloga Ada Monzón conversa sobre los puntos relevantes en lo que va de la temporada ciclónica 2024

20 de septiembre de 2024 - 12:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 3 meses.
La NOAA pronosticó entre 17 y 25 tormentas con nombre y, de ellas, entre 8 y 13 que se convertirían en huracanes, incluidos entre cuatro a siete huracanes mayores o intensos. (Shutterstock)

El pasado mes de mayo, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) había anticipado una actividad de huracanes por encima de lo normal. De este modo, había previsto, entre el 1 de junio al 30 de noviembre, un 85 % de probabilidades de una temporada por encima de lo normal, un 10 % de probabilidades de una temporada cercana a lo normal y un 5 % de probabilidades de una temporada por debajo de lo normal.

Igualmente, la NOAA pronosticó entre 17 y 25 tormentas con nombre y, de ellas, entre 8 y 13 que se convertirían en huracanes, incluidos entre cuatro a siete huracanes mayores o intensos. A estos pronósticos se les otorgó un 70 % de confianza.

Entre los factores que propiciarían una temporada extremadamente activa, la agencia incluyó las temperaturas oceánicas cálidas casi récord en el océano Atlántico, el desarrollo de las condiciones de La Niña en el Pacífico, la reducción de los vientos alisios en el Atlántico y una menor cizalladura del viento (variación de la velocidad o la dirección del viento con la altura).

Desde abril de 2023, las temperaturas oceánicas han batido récords. Según la Clasificación anual de las temperaturas mundiales, de los Centros Nacionales de Información Medioambiental de la NOAA, hay un 50 % de probabilidades de que 2024 sea el año más cálido jamás registrado y un 100 % de probabilidades de que se sitúe entre los primeros cinco.

Durante una entrevista con la meteoróloga Ada Monzón, el pasado 28 de agosto, la experta comentó que “se espera que la temporada sea sobre lo normal, pero hasta el momento está dentro de lo que se considera normal en cuanto a número de ciclones tropicales”.

El día pico de la temporada de huracanes fue el 10 de septiembre. “Del 10 al 25 de septiembre son las semanas de mayor interés para Puerto Rico porque la mayoría de los ciclones han ocurrido en esas fechas”, detalló.

Por su parte, el pasado 8 de agosto, la NOAA publicó una actualización del pronóstico de huracanes, por lo que el número previsto de tormentas con nombre ahora se encuentra entre el rango de 17 a 24. Los demás datos sobre cuántas se convertirían en huracanes y cuántos serían mayores o intensos se mantuvieron sin cambios.

“Este pronóstico actualizado es similar al inicial emitido en mayo; incluye los totales de toda la temporada de huracanes de seis meses, incluidos los cuatro ciclones con nombre (dos tormentas tropicales y dos huracanes) hasta la fecha”, informó la NOAA.

Respecto a los acontecimientos destacables hasta el momento, Monzón incluyó el huracán Beryl, evento identificado por la NOAA como el huracán atlántico de categoría 5 más temprano registrado.

“Más allá de los números, lo que más me preocupa es el potencial de intensidad”, apuntó la entrevistada sobre la actividad ciclónica prevista. “Sea o no hiperactiva, sea o no normal, es importante estar pendientes de los pronósticos diarios”, manifestó.

Sobre el paso de la tormenta Ernesto, la NOAA y el Servicio Nacional de Meteorología publicaron el 20 de agosto datos preliminares que apuntaron que los peligros principales fueron el exceso de precipitaciones y las inundaciones resultantes. Se registraron deslizamientos de tierra en los municipios del interior y áreas desde el oeste de Puerto Rico hasta las Islas Vírgenes recibieron de cinco a diez pulgadas de lluvia, con puntos aislados en Puerto Rico que superaron las diez pulgadas. Una vigilancia de huracán se emitió para las Islas Vírgenes, Vieques y Culebra el 13 de agosto.

“Fue bastante difícil pronosticar la trayectoria exacta, pero quedó dentro del cono de incertidumbre [trayectoria probable del centro de un ciclón tropical]”, comunicó Monzón acerca de la tormenta Ernesto.

Para la meteoróloga, es importantísimo que las personas se preparen adecuadamente, y obtengan la información y la actualización meteorológica de fuentes fiables, expertas, transparentes y honestas. Asimismo, hizo un llamado a no perder el control, atender el manejo adecuado de las emociones y trabajar desde la compasión, tanto en el ámbito gubernamental como comunitario.

“Nuestra relación con la naturaleza está lastimada y tenemos una frustración general con los servicios básicos. Todo eso aporta a que, en vez de preventivos, seamos reactivos”, expresó Monzón.

Por esta razón, subrayó que “es importante que las personas entiendan que la preparación y la educación son lo que les va a dar calma antes, durante y después [de la tormenta o el huracán]”.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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