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Huracanes
Entrevista
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Viento y agua: conoce los riesgos

Asegúrate de tomar las medidas necesarias para proteger vida y propiedad

30 de junio de 2024 - 12:00 AM

Aunque el riesgo siempre está presente, la categoría del huracán determinará la magnitud del peligro. (Shutterstock)

Tanto el viento como el agua asociados a un huracán representan un riesgo para la salud y la vida, así como para la estabilidad y la resistencia de las estructuras. Sin embargo, la mayor amenaza es el agua.

Cada vez estamos en una situación más vulnerable. El aumento en las precipitaciones anuales, los episodios de precipitaciones extremas en un solo día y la intensificación de los huracanes son efectos del cambio climático.

Según un gráfico adaptado que presenta la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) acerca de las causas de las muertes directas por ciclones tropicales atlánticos de 1963 a 2012, el 88 % de las muertes se atribuyó a peligros del agua y solo el 8 % al viento.

Asimismo, la NOAA señala el peligro del contacto con las aguas de inundación, ya que pueden contener bacterias dañinas, productos químicos, vida silvestre y objetos peligrosos.

Aunque el riesgo siempre está presente, la categoría del huracán determinará la magnitud del peligro. De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de la NOAA, la escala Saffir-Simpson de vientos huracanados estima los siguientes daños potenciales a la propiedad:

Categoría 1: Las estructuras bien construidas podrían tener daños en el tejado, las tejas, el revestimiento de vinilo y los canalones. Ramas grandes de árboles se partirán y árboles con raíces poco profundas pueden caerse.

Categoría 2: Estructuras podrían tener daños significativos en tejados y revestimientos. Muchos árboles poco arraigados se partirán o arrancarán de raíz y bloquearán carreteras.

Categoría 3: Estructuras bien construidas pueden sufrir daños importantes o la eliminación de la cubierta del tejado y los frontones. Muchos árboles se partirán o arrancarán de raíz.

Categoría 4: Podría ocasionar la pérdida de la mayor parte de la estructura del tejado y algunas paredes exteriores. La mayoría de los árboles se partirán o arrancarán y los postes eléctricos caerán.

Categoría 5: Estructuras destruidas, con rotura total de tejados y derrumbe de paredes. La caída de árboles y postes eléctricos aislará las zonas residenciales.

Para la mitigación de los riesgos por los vientos huracanados, la ingeniera civil Francheska Rivera, resaltó la importancia de implementar los códigos de construcción vigentes e indicó que una revisión y actualización de estos está en proceso.

Además, destacó otros puntos a considerar para prevenir y disminuir los daños, como:

  • Asegurar los elementos de techos y paredes.
  • Dar mantenimiento adecuado a la estructura.
  • Remover del exterior los equipos, los ornamentos y cualquier otro objeto que pueda convertirse en proyectil. Guárdalos en un lugar seguro hasta que pase la amenaza.

Con respecto al agua, la presidenta del Instituto de Ingenieros Civiles del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico (CIAPR) mencionó los efectos perjudiciales de las inundaciones y la erosión del suelo sobre los sistemas eléctricos y mecánicos.

“Si vivimos en áreas propensas a inundaciones, debemos haber trabajado un plan de mantenimiento del drenaje antes del huracán”, afirmó. Igualmente, incluyó la importancia del mantenimiento que se le da al sellado de techo. En las estructuras con sótano, Rivera aconsejó que se revise que el sistema de bombeo está funcionando adecuadamente.

A su vez, la Guía de mitigación de daños del CIAPR incluye una lista de cotejo para determinar si tu vivienda es resistente al impacto del huracán, como por ejemplo:

  • ¿Has tomado medidas para prevenir la erosión causada por el viento y las inundaciones?
  • ¿Tienes tormenteras para cada puerta y ventana expuestas?
  • ¿Las puertas del garaje tienen los refuerzos adecuados?
  • ¿El diseño y la calidad del cimiento son adecuados?
  • ¿Está la estructura en una zona inundable y, si es así, está diseñada para resistir?
  • ¿Los pisos, los techos y las paredes están diseñados para asumir las cargas adicionales causadas por las presiones altas del viento?

El CIAPR recomienda que consultes a un ingeniero para que inspeccione la estructura e identifique sus fallas o vulnerabilidades y tomes las acciones de mitigación correspondientes.

Por su parte, la NOAA advierte que, ante el riesgo de marejada ciclónica e inundaciones, las personas deben:

  • Averiguar el riesgo de inundación de su zona y planificar en consecuencia.
  • Tener un plan de evacuación antes del paso del huracán.
  • Moverse hacia un terreno elevado, lejos de los cuerpos de agua y de las zonas propensas a inundarse.
  • No transitar por inundaciones o a través de puentes que podrían tener algún daño.
  • Subir al nivel más alto de la residencia, si la casa se inunda.
  • Subir al techo, si el piso más alto de la casa se vuelve peligroso, y llamar al 9-1-1.

Para protegerte del viento, la NOAA informa que el lugar más seguro es una habitación interior sin ventanas. Puedes cubrirte con un colchón y utilizar un casco para mayor protección.

Luego del azote del huracán, haz una inspección visual inicial sobre los daños en la estructura. Sin embargo, si hay daños serios que pudiesen representar un peligro o dudas sobre si es seguro entrar, no accedas a la vivienda hasta que un profesional cualificado para este menester haya certificado la seguridad de la estructura.

“Es importante documentar esos daños y hacer un estimado por una persona cualificada como un contratista certificado por DACO o un ingeniero licenciado que tenga la cualificación para esto”, apuntó Rivera sobre el procedimiento para los trámites con las aseguradoras.

También, recuerda que debes tomar precauciones para evitar poner en riesgo tu vida y salud pasado el huracán. La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) alerta que:

  • Evites el contacto con el agua de la inundación dentro y alrededor de la casa.
  • Elimines el agua estancada lo antes posible.
  • Retires los materiales mojados o húmedos y deseches aquellos que no puedan limpiarse y secarse a fondo, idealmente dentro de las 48 horas.

“Pienso que estamos mejor preparados, [aunque], ciertamente, nos falta mucho en cuanto a reconstrucción”, respondió la entrevistada acerca de cómo ve a Puerto Rico en cuanto a la cultura de preparación. “Hay proyectos de mitigación que se están desarrollando y otros se están comenzando a implementar”, dijo, al exponer que factores como procesos burocráticos, la pandemia, los costos de construcción y la falta de mano de obra han repercutido en los trabajos de reconstrucción.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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