Esta se manifiesta con episodios repentinos de miedo intenso o malestar, que alcanzan su máxima intensidad en cuestión de minutos
Esta se manifiesta con episodios repentinos de miedo intenso o malestar, que alcanzan su máxima intensidad en cuestión de minutos
Los efectos de los fenómenos atmosféricos que se presentan durante estos meses podrían generar o aumentar el estrés en muchas personas. Aunque la respuesta emocional de cada persona varía en estas circunstancias, es común que quienes han experimentado situaciones traumáticas tengan expresiones emocionales fuertes ante este tipo de amenaza. Cuando esas emociones –y el estrés que producen–, no se manejan adecuadamente, se afecta la salud mental del individuo, lo cual puede desencadenar ataques de ansiedad, también conocidos como “ataques de pánico”.
En una entrevista reciente en el programa de Latin Doctors, el doctor Raúl López, psiquiatra, definió los ataques de ansiedad o ataques de pánico como “episodios repentinos de miedo intenso o malestar, que alcanzan su máxima intensidad en cuestión de minutos”. Estos sentimientos de ansiedad y pánico, que interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar y desproporcionados, en comparación con el peligro real. Además, pueden durar un largo tiempo, manifestarse sin previo aviso, y con síntomas físicos y emocionales que, a menudo, se confunden con afecciones médicas graves.
Los eventos climáticos extremos, como inundaciones, terremotos, calor extremo e incendios forestales, están ocurriendo a un ritmo mayor en nuestros días, por lo cual ha incrementado la incidencia de reportes de ataques de ansiedad en personas de todas las edades. Estos episodios pueden presentarse antes, durante o después de una catástrofe.
El tratamiento de los ataques de ansiedad puede incluir terapia cognitivo-conductual, que ayuda a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos; así como técnicas de relajación, y, en algunos casos, medicación para controlar los síntomas.
Algunas recomendaciones generales para reducir el impacto de los síntomas de ansiedad son:
Si no padeces de ataques de ansiedad, es altamente probable que conozcas a alguien que sí los padezca. Puede ser un colega en tu lugar de trabajo, alguna amistad o algún familiar. También, para ti será útil comprender las reacciones de otras personas a estos eventos, de modo que puedas ayudarlas a manejar la situación mientras están sufriendo el ataque, y servirles de apoyo mientras se recuperan.
Padecer de ataques de pánico frecuentes no es sinónimo de que así será toda la vida. Al manejar tus emociones y pensamientos, puedes recuperarte al punto de que no te ocurran más, o que te ocurran con poca frecuencia. Para mantener tu mente sana, practica el cuidado personal y participa en actividades que disfrutes; encuentra alguna forma de aportar, por ejemplo, voluntariado, donando artículos, organizando grupos de apoyo, u otras.
La temporada de huracanes puede ser emocionalmente intensa para todos, pero, llevando a cabo pequeñas y constantes acciones, podemos manejar los temores efectiva y saludablemente.
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