“Yo trato no solo de hablarles sino de vivirlo todos los días; ser ejemplo para mis pacientes”, doctor Oscar Soto-Raíces
“Quiero vivir bien” o “aspiro al buen vivir” pueden ser expresiones que hayamos escuchado o dicho a lo largo de nuestras vidas. Estas manifestaciones del vivir bien o el buen vivir —que aluden a culturas andinas y que incluso han sido acogidas por constituciones de países— abarcan una perspectiva profunda y amplia sobre el mundo y atienden conceptos como armonía, equilibrio, plenitud, vínculo con la naturaleza y sana convivencia, entre tantos más.
Ligado al derecho a disfrutar de una buena calidad de vida y a la clara interrelación entre todas las dimensiones del ser, tener salud va mucho más allá de la ausencia de enfermedad. Es un estado de conexión plena para garantizar una vida sana; una de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Así, nuestros hábitos diarios también son elementos decisivos en el propósito de bienestar integral.
De esta manera, la buena alimentación y la actividad física se han incorporado, incluso, en la hoja de ruta y el plan de acción global para alcanzar las metas propuestas por la ONU.
En relación a su campaña Seamos activos, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha apuntado que, “para reducir los riesgos a la salud y la carga económica para los individuos y las poblaciones, la promoción de la actividad física se ha convertido en una prioridad tanto regional como mundial”.
A su vez, en el Informe mundial sobre el desarrollo sostenible 2019 —El futuro es ahora: Ciencia para lograr el desarrollo sostenible—, encargado por las Naciones Unidas, se promueve la importancia de patrones de nutrición saludables para alcanzar la transformación sostenible.
“Yo le hablo mucho a mis pacientes de la importancia de un estilo de vida saludable y la prevención”, dijo el reumatólogo Oscar Soto-Raíces. “Yo trato no solo de hablarles, sino también de vivirlo todos los días; ser ejemplo para mis pacientes”.
Con una trayectoria profesional de más de dos décadas, el miembro fundador y presidente de la Fundación Puertorriqueña de Enfermedades Reumáticas (FER) enfatizó en la alimentación adecuada y la actividad física constante como aspectos que deben atenderse en el diseño de nuestras metas diarias hacia el bienestar.
“Lo que más me gusta es correr”, afirmó para asegurar que este ejercicio también le permite entrar en un estado de meditación y atención plena. También, andar en bicicleta es otro de los ejercicios que realiza.
Con una especial inclinación por ejercitarse cerca del mar, Soto-Raíces adapta su rutina a su proceso emocional. En relación a la duración del ejercicio, mencionó que “lo que fluya. He aprendido a atemperarlo según cómo me siento”. Por lo tanto, invitó a que cada quien identifique sus gustos y necesidades, y seleccione la actividad que mejor se ajuste a eso.
Por ejemplo, correr brinda múltiples beneficios como el fortalecimiento de huesos y músculos, así como del sistema inmunológico, beneficia al sistema cardiovascular y ayuda a disminuir el estrés.
De la misma forma, el director Médico de Mindful Rheumatix y del centro de investigación clínica Mindful Medical Research alienta en sus pacientes otras prácticas saludables como el descanso y el autocuidado. Igualmente, destacó la importancia de la consistencia, de reconocer las señales que nuestro cuerpo nos da y de responder de manera apropiada a estas.
Aunque cada caso debe ser evaluado individualmente por un especialista, ejercicios de bajo impacto como caminar, bailar y nadar podrían ser una buena opción para pacientes con enfermedades reumáticas, de acuerdo con FER. Mantener una dieta sana y baja en alimentos inflamatorios, no fumar y consumir nada o poco de alcohol son otros consejos a tomar en cuenta.
En el mejor interés de ir más allá del diagnóstico y el tratamiento, la FER provee un programa educativo ininterrumpido, mediante transmisiones radiales y retransmisiones por las redes sociales, vídeos informativos y escritos. Entre sus objetivos, apoya y promueve la investigación.
Asimismo, la organización sin fines de lucro realiza eventos dirigidos a la comunidad como el ReumaExpo Internacional, cuya más reciente edición se llevó a cabo en agosto y logró impactar a más de 100 mil personas.
Como parte de su labor social, FER también canaliza servicios y recursos para pacientes con condiciones reumáticas. De acuerdo con el entrevistado, muchas de las personas que se acercan a la fundación padecen algún tipo de artritis de los más de 100 que existen. Otras enfermedades comunes son la osteoporosis, el lupus y la fibromialgia.
“Ahora hay más concienciación y se diagnostica más temprano”, aseguró el médico, al hablar sobre cómo ha cambiado el perfil de las personas que atienden y cómo también ha aumentado la participación de gente joven, gracias a las redes sociales.
Del mismo modo, pacientes que tienen el Plan de Salud Vital del Gobierno —que, según Soto-Raíces, no cuenta con una red amplia de especialistas en reumatología— han encontrado apoyo en FER.
En los últimos años, la fundación ha adquirido una base de seguidores de habla hispana en Estados Unidos y Latinoamérica.
Para información, visita www.fundacionfer.org y www.facebook.com/1FundacionFER.
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