Tomar acción requiere mucho más que el uso de productos o tratamientos; conoce lo que debes tomar en cuenta
Tomar acción requiere mucho más que el uso de productos o tratamientos; conoce lo que debes tomar en cuenta
Exhibir una piel radiante y un cabello hermoso son elementos importantes a nivel estético, pero, lograr que la piel y el cabello se encuentren saludables es una tarea que va más allá de solamente lucir bien.
Tanto la piel como el cabello tienen la función de protegernos. En el caso de la piel, es el órgano más grande del cuerpo. Su función primordial es separar la parte interna del cuerpo del medioambiente, nos protege de contraer infecciones y nos ayuda a mantenernos hidratados. No es posible vivir sin la piel, así que tiene funciones vitales.
Por su parte, el cabello cumple la función de tapar el cuero cabelludo y cubrirlo de la exposición solar, por lo que viene a ser como una extensión del órgano de la piel. Todo lo que haces para nutrir la piel, usualmente nutre el cabello.
Todos sabemos que la piel y el cabello resultan importantes a nivel estético y su estado impacta la autoestima de las personas. Así que, tratar de mantener la piel y el cabello en óptimas condiciones ayuda a que te sientas mejor con tu apariencia.
No obstante, hay condiciones como la psoriasis y el acné que afectan la piel, más no tienen efecto en la salud del cabello, y asimismo ocurre con condiciones como la alopecia, que ocasiona la pérdida de cabello, pero no tiene efecto en la piel. Esto significa que puedes tener una piel espectacular y padecer de alopecia y viceversa; puedes tener condiciones en la piel como la psoriasis o el acné que, usualmente, no afectan en nada la salud del cuero cabelludo.
Para lograr un balance que impacte de manera positiva el estado de nuestra piel y cabello, es importante ir más allá de brindar meros cuidados con productos. Mucha gente piensa que aplicar humectantes para que la piel no se vea deshidratada lo es todo, igual piensan del cabello. Pero, lo más importante no es el producto que le apliques, sino que haya un programa completo y diversos esfuerzos que redunden en una piel y un cabello saludables. Aquí ofrezco algunos consejos.
Sin una buena nutrición no vamos a tener buena piel ni un buen cabello porque ambos necesitan una dieta balanceada con proteínas y carbohidratos de los buenos, que se conocen como carbohidratos complejos, que son los que te proveen los antioxidantes que provienen de las frutas y los vegetales.
Consumir grasas buenas también es importante porque son las que imparten hidratación a la piel. Entre las grasas buenas están las omega, derivadas del pescado y del aguacate. Para tener la piel y el cabello en óptimas condiciones es importante tener un plan que incluya una buena nutrición.
Para apoyar esa nutrición, tiene que haber un balance perfecto entre el consumo de macronutrientes, que son las grasas, los carbohidratos y las proteínas, y los micronutrientes que son los suplementos.
Ese aspecto se atiende con la suplementación, ya sea por medio de multivitaminas, y la ingesta de zinc y cobre. No obstante, se debe tener cuidado porque, muchas veces, las cantidades de zinc y cobre que la gente está consumiendo son excesivas y el exceso también es malo para la piel. Por ejemplo, el cobre y el zinc son de suma importancia para la piel, pero, si tomas demasiado zinc, te baja el cobre y viceversa.
El exterior es un reflejo de nuestro interior, por eso, para exhibir una piel y cabello saludables, es necesario comenzar desde adentro. Se hace imprescindible cuidar aspectos que incluyen, por ejemplo, controlar los niveles de azúcar, colesterol y triglicéridos, porque su exceso va tapando las arterias, minimizando la circulación a estos órganos.
También hay que evaluar los niveles hormonales. La testosterona, el estrógeno y la tiroides impactan en cómo lucen la piel y el cabello. Asimismo, hay que controlar tus condiciones médicas, si tienes alguna, y optimizarlas, yendo a tus visitas regulares con tus médicos.
Un buen programa de ejercicio mejora tu salud en términos generales, pero ayuda a la piel porque mejora la circulación en todo el cuerpo. También, te ayuda a controlar el azúcar y los lípidos, y aumenta los niveles de testosterona, que también es importante en el balance hormonal.
La protección solar es vital. Uno de los problemas más grandes que existe es que la gente no sabe seleccionar el bloqueador ni conoce la frecuencia con la cual se tiene que aplicar.
Mi recomendación es usar un bloqueador para rayos A y B, de 30 SPF o más, realizar aplicaciones frecuentes (cada dos horas), inclusive, aplicar protección solar aunque el día se vea nublado porque muchos rayos atraviesan las nubes y los cristales de la casa y el auto.
Debemos protegernos de los rayos ultravioletas A y B. En el caso de los rayos C, usualmente, la capa de ozono nos protege contra ellos. Sin embargo, los rayos dañinos que causan el cáncer en la piel y promueven el envejecimiento, son los rayos A —los más peligrosos—, y los rayos B que son los que te queman la piel.
Existen bloqueadores y filtros solares; ambos son diferentes. Aconsejo el uso de bloqueador porque te lo aplicas en la piel, impidiendo que los rayos penetren; esa es la mejor protección. El filtro solar es algo que te aplicas y hay una reacción química que es lo que te imparte la protección. No obstante, aunque los bloqueadores solares son buenísimos, ninguno bloquea el 100 %, así que siempre se recomienda usar camisas y pantalones ligeros y de manga larga, preferiblemente de un color oscuro, sombreros de ala ancha y gafas con protección UV. También, la Sociedad Americana contra el Cáncer aconseja evitar el sol entre las 10:00 a.m. y las 4:00 p.m., cuando los rayos solares son más fuertes.
Es importante seleccionar un conjunto de productos que vayan de acuerdo con tu piel y establecer rutinas diarias de cuidado que te ayuden a mantener una piel y cabello sanos.
Pero, en el caso de aquellas personas a las que ya el tiempo les lleve la delantera, resulta importante que consideren utilizar distintos tipos de procedimientos para aminorar los efectos del envejecimiento, pues, con este, se va perdiendo colágeno y elastina, proteínas importantes que son esenciales para que la piel se vea bonita y que esté saludable.
Existen procedimientos que le devuelven el colágeno a la piel, ya sea el peeling químico, el tratamiento con láser, la radiofrecuencia o el ultrasonido. Hay muchas tecnologías que están diseñadas para retroceder los efectos del tiempo en la piel y que, de esta manera, se vea más hermosa y saludable.
Finalmente, es importante que las personas entiendan que tener una piel y un cabello saludables no se debe a una sola acción, producto o tratamiento, sino a un conjunto de esfuerzos y detalles a los que tienes que estar pendiente, si quieres mejorar tu salud y apariencia.
El autor es otorrinolaringólogo y cirujano plástico facial, miembro de los Latin Doctors y colaborador de MCS.
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