Con el paso del tiempo, la piel se vuelve más fina y delicada, lo que da paso al desarrollo de lesiones que van desde irritación hasta úlceras
Con el paso del tiempo, la piel se vuelve más fina y delicada, lo que da paso al desarrollo de lesiones que van desde irritación hasta úlceras
Si eres cuidador, particularmente de una persona encamada o con movilidad limitada, debes conocer que estos pacientes necesitan atenciones especiales para evitar desarrollar problemas en la piel. Y es que, a medida que envejecemos, nuestra piel se vuelve más fina y delicada, pierde humedad y su barrera protectora se debilita, dando paso al desarrollo de lesiones que van desde irritación hasta úlceras.
Además, la poca o ninguna movilidad que tenga el paciente puede agravar las lesiones en la piel. La presión continua sobre la piel de una persona que permanece sentada o acostada en la misma posición durante largos periodos puede producir úlceras, las cuales se agravan rápidamente y causan dolor.
Las úlceras por presión suelen desarrollarse en áreas donde hay prominencias óseas, como los codos, las rodillas, los talones, las caderas, los hombros, la parte baja de la espalda y la parte posterior de la cabeza, y hasta las orejas. Por lo tanto, si estás cuidando a un paciente encamado, es fundamental prestar especial atención a estas zonas diariamente.
Otro tipo de lesión común en pacientes encamados son las erupciones cutáneas (comúnmente conocidas como rash), que, a menudo, se desarrollan en los pliegues de la piel. Estas erupciones pueden aparecer en áreas como las axilas, la parte interna del codo, la ingle, debajo de los senos y entre los dedos de los pies, entre otras zonas donde hay contacto piel con piel. También es importante estar atento a estas áreas para prevenir complicaciones.
Para prevenir lesiones en la piel, además del monitoreo continuo, puedes asistir al paciente para que cambie de posición con frecuencia durante el día. Si está en la cama, debe cambiar la posición de su cuerpo cada dos a tres horas. Si está en una silla de ruedas u otro asiento, debe balancear su peso cada 15 minutos.
Procura mantener la cabecera de la cama o del sillón reclinable elevada, pero no a más de 30 grados, para evitar que el cuerpo colapse sobre sí mismo o que el paciente se resbale. No es recomendable que el paciente duerma en un sillón reclinable.
Asimismo, procura que el paciente tome varios baños al día para mantener su piel fresca y limpia. Al bañarlo, usa un jabón suave y agua tibia (no caliente). Ten cuidado de no frotar la piel con mucha fuerza para evitar lesiones.
Para proteger la piel de la humedad, utiliza una crema, loción o ungüento protector, como el óxido de zinc. Si la piel es seca, aplica una crema o loción humectante para evitar que se reseque y se agriete. Sin embargo, es importante no aplicar crema o loción en las áreas del cuerpo donde hay contacto piel con piel, como las mencionadas anteriormente. Estas zonas ya retienen humedad, y añadir una loción puede provocar erupciones y hongos.
Viste al paciente con ropa fresca de algodón, la cual ayuda a absorber cualquier humedad y mantiene la piel ventilada. Procura que la ropa de cama también sea de algodón o de algún textil natural y fresco. Es muy importante mantener las sábanas de la cama bien estiradas y sin pliegues.
Además, consulta con el médico de cabecera del paciente para que te sugiera cojines y almohadillas especiales que ayudan a reducir y distribuir la presión. Estos artefactos pueden ayudar al paciente, pero no a todos por igual; en algunos casos, pudieran empeorar alguna afección existente; por eso, es importante dialogar con el médico.
Si observas que el paciente desarrolla alguna lesión en la piel y no tienes experiencia en su tratamiento, especialmente en el caso de úlceras por presión, es fundamental que llames al médico de inmediato para recibir instrucciones. Si las lesiones son de etapa uno (que no presenta una herida abierta, pero la piel está enrojecida y puede doler), puedes manejarlas en casa; sin embargo, una vez que la piel se rompe, es necesario buscar atención especializada de un profesional de la salud.
MCS cuenta con un Programa de Cuidadores que ofrece un apoyo integral a quienes tienen la hermosa tarea de cuidar a otros, ya sea un familiar, amigo o vecino. Este programa proporciona herramientas adaptadas a las necesidades de los cuidadores, tales como talleres educativos, técnicas de relajación y actividades dentro de nuestro Club Te Paga.
Los Centros de Servicio de MCS Club Te Paga también ofrecen actividades adicionales diseñadas, específicamente, para cuidadores. Asimismo, en la página de MCS Classicare, encontrarás una sección dedicada a cuidadores, donde puedes acceder a la Guía para el Cuidador, que incluye herramientas útiles para el autocuidado y el cuidado de la persona que asistes. Accede a https://mcsclassicare.com/es/Paginas/programas-bienestar/guia-para-el-cuidador.aspx.
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