Padecer de ansiedad y depresión por periodos prolongados puede desencadenar el descontrol de la diabetes
Seguramente no sospechas que el estrés y la salud mental afectan el nivel de azúcar en tu sangre. No es una asociación obvia, pero el estrés crónico libera hormonas como el cortisol y la adrenalina, que pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre a corto plazo.
En situaciones de estrés agudo y supervivencia, esta respuesta es beneficiosa para aumentar la energía en tu cuerpo y permitirte enfrentar con agilidad una amenaza percibida. Sin embargo, cuando el estrés se vuelve crónico y no lo manejas adecuadamente, puede desequilibrar el metabolismo de la glucosa y contribuir al desarrollo de la resistencia a la insulina, desencadenando en diabetes.
Muchos pacientes con diabetes tipo 2 experimentan un círculo vicioso en el que el estrés constante de gestionar la enfermedad afecta sus niveles de azúcar en la sangre. El miedo a las complicaciones de la diabetes puede generarles ansiedad, lo que, a su vez, puede contribuir a fluctuaciones (altibajos) en sus niveles de glucosa en la sangre.
Por su parte, la salud mental se relaciona con el metabolismo del azúcar en la sangre cuando se descuidan los buenos hábitos alimentarios y disminuye la actividad física, entre otros cambios en el estilo de vida. Frecuentemente, esto ocurre como resultado de padecer de ansiedad y depresión por periodos prolongados.
Un ejemplo de esto es cuando los adultos mayores experimentan soledad. Esta sensación de aislamiento social puede conducir a la depresión y la ansiedad, lo que, a su vez, puede afectar negativamente el control de la glucosa en la sangre. La falta de interacción social puede intensificar estos sentimientos, lo que resulta en un impacto adverso en sus niveles de azúcar.
Otro grupo en el que se observa una clara relación entre la salud mental y el metabolismo de la glucosa es entre las mujeres en perimenopausia. En esta etapa de vida, las mujeres experimentan cambios hormonales y síntomas psicológicos que afectan su bienestar emocional. Estos factores, combinados con el estrés cotidiano, pueden influir en la regulación de sus niveles de glucosa en sangre.
1. Maneja el estrés: Practicar técnicas de gestión del estrés, como la meditación, el yoga y la respiración consciente, puede ser fundamental para reducir la respuesta fisiológica al estrés y controlar mejor tu glucosa.
2. Busca apoyo psicológico: Acceder a servicios de salud mental y terapia para atender trastornos como la ansiedad y la depresión puede tener un impacto positivo en tu salud metabólica.
3. Recibe educación nutricional: Recibir orientación nutricional personalizada y mantener hábitos alimentarios saludables puede ser clave para mantener los niveles de azúcar en la sangre estables en momentos de estrés.
4. Realiza actividad física regular: Ejercitarte regularmente te ayudará a reducir los niveles de estrés y promover un mejor control de la glucosa, particularmente en pacientes de salud mental.
Entender la relación entre el estrés, la salud mental y el metabolismo de la glucosa en la sangre es esencial para atender estas áreas de manera integral para mejorar tu salud y bienestar. Al combinar estrategias efectivas para manejar el estrés, el apoyo psicológico y los hábitos de vida saludables, lograrás un manejo óptimo de tu glucosa y tu calidad de vida mejorará.
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