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Desde temprano en nuestra vida debemos procurar el cuidado de la piel. Además de mantener el hábito de aplicar productos dirigidos a la salud del rostro, es necesario un estilo de vida que la promueva.
El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento lista algunas recomendaciones que favorecen una piel sana, entre ellas el uso diario de protector solar, gafas y ropa que te proteja de la radiación ultravioleta, así como limitar la exposición al sol, particularmente en las horas pico. Otras son la hidratación adecuada y la alimentación saludable, no fumar ni usar camas bronceadoras, prestar atención a cualquier cambio que tengas en la piel y visitar a tu especialista en dermatología.
Sobre esto último, la Academia Americana de Dermatología aconseja que, para realizar un autoexamen cutáneo, te observes en un espejo de cuerpo entero y mires las axilas, los antebrazos, las palmas de las manos, las piernas, entre los dedos y las plantas de los pies. Con un espejo de mano, examina el cuello y el cuero cabelludo, la espalda y las nalgas. Está pendiente de asimetrías en las manchas, así como si sus bordes son irregulares o están mal definidos, varían de color por zonas o si han cambiado su tamaño, forma o color. Si las manchas sangran o pican, también debes consultar con tu especialista.
En general, es recomendable usar un jabón suave sin fragancia para la cara, así como un protector solar físico (compuesto de óxido de zinc y dióxido de titanio) con un SPF de 30 o 50 de amplio espectro y resistente al agua. Además, el humectante debe ser libre de fragancia.
“A los 20 años, ya empezamos a notar mayor resequedad y cambios en el pigmento”, apuntó la dermatóloga certificada Aileen Santos. “Es el momento ideal para preparar la piel para las décadas por venir”.
Así, la especialista, quien es catedrática en el Departamento de Dermatología de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, detalló los pasos que debemos incluir en nuestra rutina diaria de acuerdo a la etapa de vida y consejos para el cuidado de la cara como, por ejemplo, nunca dormir con el maquillaje puesto.
Usa una limpiadora. Si tienes la piel grasa, elige un jabón con ácido salicílico o peróxido de benzoilo. Si la piel es combinada o seca, prefiere una limpiadora cremosa. Si, luego de limpiar la piel, pasas la mano por la cara y no se desliza, es posible que la limpiadora no sea la adecuada y estés eliminando los aceites naturales.
Durante esta etapa, la piel comienza a lucir más opaca porque la rotación celular (que se refiere a la regeneración de las células) disminuye, de acuerdo con la doctora Santos.
“No hay que hacer tantos cambios en la rutina [a esta edad]”, afirmó la entrevistada.
En esta etapa, notarás “si tuviste un buen cuidado de la piel en los años anteriores”, comentó la doctora Santos.
Según explicó la experta, la piel es más fina y sensible, y no tiene tanta capacidad para producir colágeno a estas edades. El retinol no es tan importante; el enfoque es hidratar y proteger.
Si tienes dudas sobre el orden para la aplicación de los productos, la doctora Santos especificó que debes usar primero la limpiadora, luego la crema para los ojos, los demás productos como sueros y aceites, y, al final, el humectante. Durante la noche, lo último son los retinoides (siempre úsalos en tu rutina nocturna, nunca de día).
En cuanto a algunos de los mitos acerca del cuidado de la piel, la dermatóloga mencionó que todas las pieles necesitan humectarse, aunque tengas la piel grasa. De igual forma, indicó que las pieles grasas sí pueden usar vitamina C.
“La vitamina C se debe usar de día porque nos protege y minimiza el daño según nos exponemos a los rayos ultravioletas”, afirmó.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
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