La clave para disminuir los riesgos
La clave para disminuir los riesgos
La demencia vascular es una de las demencias más comunes, después del alzhéimer. El neurólogo vascular y codirector del Centro de Neurociencias de Menonita Caguas, doctor Julio Rodríguez, informó que, entre el 25 al 50 % de los casos de demencias están asociados a demencia vascular y son prevenibles.
La demencia vascular incluye cambios:
“La demencia vascular es un proceso de demencia causado, primordialmente, por daños a la perfusión cerebral, entiéndase cuánta sangre y oxigenación recibe el cerebro. Cuando los pacientes tienen, ya sea un daño súbito, como un accidente cerebrovascular o un daño a los vasos sanguíneos más prolongado y crónico, puede afectar cómo el cerebro actúa y cómo el paciente se manifiesta a nivel cognoscitivo. Por consiguiente, empieza a desarrollar lo que, eventualmente, es un proceso de demencia”, explicó el neurólogo.
Los síntomas van a estar asociados a las áreas del cerebro que estén afectadas. La demencia vascular se manifiesta de dos formas. Primero, luego de que se presenta un accidente cerebrovascular, puede haber un cambio súbito en el aspecto cognoscitivo del paciente, como problemas de memoria y/o comportamiento, usualmente asociado a la parte del cerebro que se afectó.
La otra manera es más crónica, si el paciente tiene arterias tapadas a nivel cerebral, la circulación cerebral va a estar reducida, la oxigenación va a estar reducida, lo que causa que el paciente desarrolle un daño crónico al cerebro. Quiere decir que, los síntomas de la demencia vascular pueden comenzar gradualmente u ocurrir repentinamente y luego progresar con el tiempo, con posibles períodos cortos de mejoría. En ambos, de acuerdo con Rodríguez, se pueden presentar las siguientes manifestaciones.
El especialista destacó que llega un momento en que todas las demencias se parecen. Esto ocurre en la etapa severa, cuando el paciente está incapacitado y dependiente de un cuidador. Sin embargo, se puede distinguir el tipo de demencia revisando el expediente médico y explorando con el familiar, si el paciente tiene historial de stroke, hipertensión o diabetes.
Los factores de riesgo de demencia vascular son los mismos de las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares:
Todos estos factores contribuyen a la que la oxigenación del cerebro esté comprometida, lo que hace que el paciente desarrolle problemas.
Rodríguez Colón puntualizó que la llave para proteger la salud cardiovascular y cerebrovascular es un compromiso genuino para tratar de controlar los factores de riesgos que contribuyen al desarrollo de estas enfermedades.
La acción preventiva requiere:
“[Debemos] entender que nuestro comportamiento sedentario, y comer mal y en exceso, tendrán consecuencia, prácticamente, garantizado los problemas cardiovasculares y cerebrovasculares, entre estas, una demencia vascular. Llevar el conocimiento a la ejecución, porque el 80 % de los strokes son prevenibles”, manifestó.
El aviso se da cuando se genera un patrón de una anormalidad. Es normal olvidarse de algo de vez en cuando, pero, cuando un paciente o familiar con historial de demencia en su papá, mamá, tíos o abuelos tienen una sospecha de que algo anda mal, es una alerta. Por ejemplo, de repente está guiando y se pierde, no sabe llegar a su casa, olvida los nombres de un familiar cercano (como los hijos o los padres), estos síntomas ameritan una evaluación.
Recuerda: los síntomas también pueden ser de emociones y de comportamiento. Pacientes que de repente están irritables, se ponen agresivos o tienen corajes excesivos. A veces, por estos cambios de comportamiento se confunden los síntomas tempranos de demencia con depresión.
Fuente: Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
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