Los infantes con posibles signos de un frenillo corto necesitan un seguimiento cercano con su pediatra y apoyo con el proceso de lactancia, tanto en el hospital como al ser dados de alta. (Shutterstock)

El frenillo es un pedazo de tejido delgado que conecta dos estructuras en el área de la boca. Cuando el frenillo es corto, se conoce como anquiloglosia y puede causar problemas del habla o de alimentación, ya que la lengua no puede moverse con facilidad. El propósito del frenillo es estabilizar y brindar soporte a los labios y la lengua. La lactancia materna se pudiera interrumpir si el bebé tiene frenillo corto.

La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, con continuación hasta 2 años o más, según el deseo de la madre y el bebé. Cuando el frenillo interfiere con el proceso de lactancia, un buen agarre se puede ver afectado. Un agarre correcto es el factor más importante para evitar problemas con el proceso de lactancia.

Algunos de los retos para el bebé pueden ser el agarre correcto del pezón y el chupado adecuado por no poder establecer un buen sello entre la boca del bebé y el seno materno. Un bebé que no esté pegando bien no ganará peso adecuadamente. La madre pudiera presentar dolor y grietas en el área de los pezones. Esto puede llevar a la interrupción temprana de la lactancia.

El tratamiento para corregir posibles dificultades con el frenillo es controversial, pues algunos médicos y especialistas en la lactancia recomiendan la corrección de inmediato, mientras otros optan por esperar, observar y dar un seguimiento cercano a la díada mamá/bebé. El tratamiento quirúrgico de la lengua anclada puede hacerse si esta causa problemas. El manejo más común para tratar el frenillo corto es una frenectomía, en la cual se corta el frenillo. Ha habido un aumento en frenectomías en infantes con evidencia limitada sobre su eficacia. Se conoce que la frenectomía provoca una reducción a corto plazo del dolor en el pezón entre las madres que lactan. Cortar el frenillo no redundará necesariamente en un beneficio para el proceso de lactancia. Otros tratamientos incluyen el uso de láser para la frenectomía y la fisioterapia.

Los infantes con posibles signos de un frenillo corto necesitan un seguimiento cercano con su pediatra y apoyo con el proceso de lactancia, tanto en el hospital como al ser dados de alta. La cirugía para corregir el frenillo pudiera ser considerada luego de asegurar que se resuelvan otros problemas que interfieren con la lactancia.

Referencias

Jennifer Thomas, et.al. Identification and Management of Ankyloglossia and Its Effect on Breastfeeding in Infants: Clinical Report. Pediatrics August 2024; 154 (2): e2024067605. 10.1542/peds.2024-067605

La doctora Ortiz es pediatra y educadora en lactancia del Departamento de Pediatría del Recinto de Ciencias Médicas; la doctora Nieves es residente de Pediatría del Hospital Pediátrico Universitario.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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