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Estudiante de medicina lidera estudio clínico pionero sobre la cirugía de estimulación cerebral profunda

Eduardo Pérez Luciano y profesionales del Instituto de Neurociencias de Puerto Rico, en el hospital Manatí Medical Center, evidenciaron la seguridad del procedimiento en pacientes operados en Puerto Rico con enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento

27 de abril de 2025 - 12:00 AM

Eduardo Pérez Luciano, estudiante de medicina (BrandStudio)

Al culminar un estudio único en la isla junto a profesionales del Instituto de Neurociencias de Puerto Rico, que ubica en el hospital Manatí Medical Center, el estudiante de medicina, Eduardo Pérez Luciano, espera que el esfuerzo inspire a médicos y a alumnos a apostar por la realización de investigaciones clínicas en el país.

“Para mí, este proyecto representa un intento de fomentar la investigación y despertar el hambre de los estudiantes de medicina por hacer proyectos de investigación importantes dentro de nuestra isla”, declaró Pérez, de 27 años y vecino de San Juan, quien espera graduarse de la Ponce Health Sciences University en 2026.

La investigación buscó demostrar la seguridad y eficacia de la cirugía de estimulación cerebral profunda en pacientes operados en Puerto Rico con enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento, como temblor esencial y distonía (contracción involuntaria y sostenida de los músculos).

Este tipo de cirugía, según la Clínica Mayo, consiste en implantar, dentro de algunas áreas del cerebro, electrodos que producen impulsos eléctricos. Los electrodos están conectados, mediante un cable que va bajo la piel, a un dispositivo que se coloca cerca de la clavícula. Los impulsos eléctricos impactan la actividad cerebral y sirven para tratar varias afecciones.

Doctor David Lozada, neurocirujano funcional, director de la sección de Trastornos del Movimiento del Instituto de Neurociencias de Puerto Rico, en el Manatí Medical Center, y el único en la isla que realiza la cirugía de estimulación cerebral profunda.
Doctor David Lozada, neurocirujano funcional, director de la sección de Trastornos del Movimiento del Instituto de Neurociencias de Puerto Rico, en el Manatí Medical Center, y el único en la isla que realiza la cirugía de estimulación cerebral profunda. (Suministrada)

Por lo general, esta intervención se recomienda para pacientes que, aun cuando toman dosis muy altas de medicamentos, no logran experimentar una mejoría significativa, explicó el neurocirujano funcional David Lozada, director de la sección de Trastornos del Movimiento del Instituto de Neurociencias de Puerto Rico y el único en la isla que realiza la cirugía de estimulación cerebral profunda.

“El propósito de la cirugía no es curar, sino dar calidad de vida a los pacientes en etapas donde están bastante incapacitados”, detalló Lozada. “Les ayuda a controlar el temblor, la rigidez y la lentitud de movimiento. También logra posponer el avance de la enfermedad”.

El estudio en detalle

Acerca del estudio, Pérez explicó: “Hicimos lo que se llama un record review. Tomamos 207 pacientes que se habían operado de estimulación cerebral profunda desde 2015 hasta 2022, evaluamos esos récords médicos y vimos qué complicaciones surgieron durante y después de la cirugía. Miramos tanto reportes de cirugía como expedientes médicos y evaluamos también los factores de riesgo que tenía cada paciente antes de la intervención”.

Los 207 pacientes fueron objeto de 370 operaciones hechas por el doctor Lozada en el Manatí Medical Center. El neurocirujano aclaró que la diferencia entre el número de personas operadas y cirugías realizadas se debe a que hay pacientes que requieren dos intervenciones: una en cada hemisferio del cerebro.

Durante el año que dedicó a esta investigación, Pérez trabajó en todas las etapas del proceso, desde la conceptualización del estudio y formulación de la metodología, hasta la administración del proyecto, redacción del borrador original y edición del manuscrito. Lo hizo de la mano de Lozada y los neurólogos especialistas en trastornos del movimiento, Laura Surillo y Ángel Viñuela, quienes laboran en el Instituto y figuran como coautores del estudio.

Doctora Laura Surillo, neuróloga  especialista en trastornos del movimiento en Manatí Medical Center.
Doctora Laura Surillo, neuróloga especialista en trastornos del movimiento en Manatí Medical Center. (Suministrada)

La investigación concluyó que todos los tipos de complicaciones (como convulsiones, hemorragias intracraneales y hematomas infraclaviculares, entre otros) obtuvieron tasas por debajo del 5 %. “Es un porcentaje bajo comparado con la literatura médica existente sobre este tipo de intervención”, apuntó el estudiante.

Además, halló que no hubo riesgo aumentado de complicaciones de cirugía en pacientes que tenían uno o varios factores de riesgo como diabetes, hipertensión, obesidad, ansiedad, depresión o tabaquismo. Otro hallazgo significativo es que no hubo mortalidad en ninguno de los 207 pacientes operados.

“Este estudio tiene relevancia para nuestros pacientes con trastornos de movimiento porque tenemos data verificada por otros pares científicos que confirman que, a pesar de ser una cirugía invasiva, es segura y las tasas de complicaciones son bajas”, afirmó Pérez.

“No había data publicada de este tipo de cirugía en Puerto Rico, así que somos los primeros en divulgar cómo ha sido la experiencia de esta cirugía en la isla”, aseguró el estudiante.

A juicio de Surillo, divulgar estos resultados ayuda a los médicos del Instituto a evaluar el trabajo realizado con los pacientes de cirugías de estimulación cerebral profunda y ver cómo pueden mejorar. “A los médicos del resto del país les sirve para que vean los riesgos y beneficios de referirnos a sus pacientes para realizarles esta operación”, añadió la neuróloga.

Experiencia enriquecedora

Pérez expresó que la experiencia de laborar en una investigación clínica en Puerto Rico fue enriquecedora, al permitirle desarrollar sus habilidades y destrezas como investigador, a la vez que se expuso a las neurocirugías que se realizan en el Instituto y a los pacientes que se atienden allí. La oportunidad fue singular, ya que, según Pérez, es poco usual que un estudiante de medicina realice un año de investigación o un research fellowship en la isla.

“Fue una oportunidad que busqué contactando al doctor Jorge Lastra, director del Instituto y del Departamento de Neurociencias del Manatí Medical Center, por sugerencias de mis compañeros de la universidad”, recordó el estudiante.

La idea surgió cuando, al terminar su tercer año de estudios en medicina, Pérez sintió que necesitaba más experiencia enfocada en neurología y psiquiatría, áreas en las que quiere especializarse en el futuro.

“Tuve el atrevimiento de escribirle un correo electrónico al doctor Lastra explicando mi idea de hacer un año de investigación en su institución. Al día siguiente me llamó y me dio todos los detalles para incorporarme al equipo”, relató el alumno, quien pausó sus estudios por un año para dedicarse de lleno al quehacer investigativo.

Desarrollo de talento

Aunque Pérez es el primer estudiante en dedicar un año a investigaciones en el Instituto de Neurociencias de Puerto Rico, la institución ―en donde trabajan 16 profesionales de las neurociencias― ya contaba con otras iniciativas dirigidas a despertar en los jóvenes el interés por la investigación y la industria de la salud. Estas iniciativas incluyen tres programas: uno para alumnos de escuelas superiores públicas y privadas, uno para universitarios y otro para estudiantes de medicina.

En el primero, estudiantes de escuela superior pasan dos semanas del verano en el Manatí Medical Center tomando charlas y haciendo rotaciones en grupo con distintos médicos, especialistas y profesionales de la salud, detalló Lozada. En el segundo, cada universitario escoge la especialidad que le interesa y, durante una semana, hace rotaciones relacionadas con esa área dentro del hospital. La rotación es un período en que los alumnos pasan tiempo en un departamento del hospital para adquirir experiencia práctica. En el tercero, estudiantes de medicina pasan los dos meses del verano se integran a las labores de investigación del Instituto.

“La idea es educar y crear esa curiosidad y motivación por la neurología para tener más profesionales en esta área en el país”, afirmó Surillo. Abundó que el Instituto combina la investigación y la enseñanza con el ofrecimiento de servicios de neurología a adultos y niños, incluyendo neuropsicología, neurocirugía, neurorradiología y una unidad comprensiva de epilepsia, entre otros.

Para continuar educando, Pérez y Lozada presentarán los resultados del estudio durante el Congreso Mundial sobre la Enfermedad de Parkinson y Trastornos Relacionados, que se realizará del próximo 7 al 10 de mayo en Nueva York. Allí, se va a exhibir como póster, donde será visto por distintos especialistas en trastornos del movimiento de todo el mundo. “Queremos que esto abra la puerta para que se siga investigando en Puerto Rico y en Latinoamérica este tipo de cirugía y se siga expandiendo el tratamiento”, sostuvo el estudiante.

Añadió que su experiencia investigativa con el Instituto no solo le ayudará a prepararse para ser neuropsiquiatra en el futuro, sino que espera que abra las puertas a otros jóvenes interesados en trabajar investigaciones clínicas en la isla.

“Ya tenemos estudiantes interesados en hacer algo similar a Eduardo en los siguientes años”, informó Lozada. “En Puerto Rico tenemos suficientes pacientes y resultados como para publicar las cosas buenas que hacemos aquí”.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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