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Cada vez más, comer saludablemente se siente como una lista de reglas y una sobrecarga de información que nos dejan confundidos y sin saber qué comer. Un día, las grasas son el enemigo; al siguiente, deben ser protagonistas en tu alimentación. Un día escuchas que hay que eliminar los carbohidratos, al otro son fuente vital de energía.
Sin embargo, la nutrición es más que números y reglas. Los alimentos contienen proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales, y, ¡claro que los nutrientes importan! Pero, entre tantas opiniones, dietas y tendencias, ¿cómo decidimos qué comer sin sentirnos abrumados? El secreto no está en la perfección, sino en encontrar cómo cuidarnos de una manera que se adapte a nuestra vida y metas de salud.
A continuación, ofrezco una guía para cuidar tu nutrición con más confianza y sin estrés.
1. No te compares. La nutrición es personal, flexible y puede evolucionar con el tiempo.
2. Con el tiempo, añade variedad sin presión. Es posible expandir tu paladar y encontrar maneras de incluir alimentos nuevos. Considera las texturas y el perfil de sabores que más disfrutas. No es lo mismo un brócoli hervido que uno ligeramente dorado en la sartén con aceite de oliva, sal y queso parmesano rallado. ¡Experimenta!
3. Sé intencional y construye comidas que funcionen para ti. Busca balance sin rigidez. Según sea posible, incluye estos cuatro componentes en tus comidas y de dos a tres en tus meriendas:
4. Suelta la perfección y la culpa. Abrazar la flexibilidad es mucho más sostenible que enfocarte en todo o nada.
5. Pausa y conecta con tus señales internas. ¿Cuánta hambre tienes? ¿Cómo te sentiste luego de comer? ¿Cómo se siente comer dos bocados de más? ¿Cómo se siente incluir frutas y vegetales con frecuencia? No ignores las señales internas. Reconecta.
6. Disfruta tu comida y la compañía. Comemos de tres a seis veces todos los días durante toda una vida, muchas veces rodeados de seres queridos. La comida es fuente de disfrute y satisfacción. Estresarnos aumenta el cortisol y no es saludable.
7. Respeta tu cuerpo. Si tienes una enfermedad crónica, cuídate desde el respeto propio y apoya a tu cuerpo. Te sentirás mejor.
8. Recuerda el resto de tu autocuidado. Comer de manera saludable se facilita cuando optimizas el cuidado de tu mente y tu cuerpo:
La mejor alimentación es la que se adapta a ti y puedes disfrutar a largo plazo, sin culpa ni estrés. Respira profundamente y confía en tu proceso. No necesitas ser perfecto para nutrirte bien.
Recuerda que en MCS contamos con programas como el MCS Club te Paga que te ayudarán a incorporar ejercicio a tu rutina y mantener el balance con una buena alimentación. En www.mcsclubtepaga.com descubrirás el calendario de actividades.
La licenciada Zilka Ríos, MS, RD, LND, es nutricionista dietista con práctica privada y colaboradora de MCS. Contacto: info@ComiendoLibre.com.
Si estás haciendo ejercicio o entrenando para un 10K recuerda:
Muévete, aliméntate y recupérate con intensión. Tu cuerpo y tu son un gran equipo; nútrelo bien y disfruta el camino.
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