Consejos para protegerlos de la resequedad
Consejos para protegerlos de la resequedad
Llegó el nuevo integrante de la familia; hay emoción en el ambiente y, al mismo tiempo, llegan las dudas. Aunque se preparó todo con anticipación, generalmente, los padres se preocupan por la piel, la alimentación y el sueño del bebé.
Al nacer, la piel de los bebés es delgada, inmadura y sin anticuerpos, lo que la hace más sensible a los factores del ambiente. Por tanto, los cuidadores deben asegurarse de proteger adecuadamente la nueva piel y mantenerla hidratada todo el tiempo. De acuerdo con el dermatólogo Fitzgeraldo Sánchez, la capa más externa de la piel del bebé está todavía en desarrollo y tiende a resecarse con facilidad.
“Los adultos tenemos que ser cuidadosos en la selección de los productos. Es importante que escojamos buenos jabones, entiéndase, que ayuden a reparar y mantener la barrera de la piel inmadura del bebé. Por eso, los productos que recomendamos los dermatólogos no tienen olores ni perfumes”, especificó.
Además, el doctor Sánchez destacó la importancia de aplicar las cremas varias veces al día, contrario a la piel del adulto que, por lo general, se humecta una a dos veces al día. “El uso de cremas dos veces al día no aplica para los bebés. Al tener una piel inmadura, se recomienda aplicar de cuatro, seis a ocho veces al día”, sostuvo.
Aunque cada bebé es único, existen medidas preventivas. A continuación, el especialista ofrece consejos para cuidar la piel del bebé:
La atención y los cuidados especiales a las características específicas de la piel del bebé lo ayudarán a mantenerse saludable y adaptarse mejor a su entorno. Algunas de las señales de que el bebé tiene la piel seca o atópica es si está muy seca y áspera, a veces, con manchas rojas. Además, puede verse tensa, picar o tener problemas para dormir.
El especialista recomendó llevar a los bebés al dermatólogo cuando los padres o cuidadores observen que luego de dos semanas de aplicar humectante y productos hipoalergénicos no mejora. En estos casos, puede que tenga hongos, dermatitis atópica o una reacción/irritación a las comidas que esté comiendo. El médico puede brindar un diagnóstico y tratamiento adecuado cónsono con las características individuales de la piel del bebé. “Es mejor ir temprano que después. Mientras más temprano, más rápido y fácil se puede solucionar el problema”, puntualizó Sánchez.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
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