El productor se sostiene en el legado de su padre para enfrentar -con fuerza y agradecimiento- “lo bueno y lo malo que me pasa”
El productor se sostiene en el legado de su padre para enfrentar -con fuerza y agradecimiento- “lo bueno y lo malo que me pasa”
Si el psiquiatra austriaco Sigmund Freud hubiera conocido al productor boricua Paco López, probablemente revisaría su teoría sobre “el fracaso de los que triunfan”, en la que adjudicaba sentimientos de culpa que afectan a las personas exitosas. “Si te digo que todo me ha salido bien, te miento. [Con los fracasos], aprendo y crezco en lo profesional. Pero, cuando miro [los logros obtenidos], entre todo, me ha ido muy bien”, admitió, risueño.
También se derrotarían todos los estereotipos asociados con una persona exitosa, siempre rodeada de celebridades, halagos y privilegios. La calidez de un ser humano conectado con la realidad se percibe en el profundo suspiro y la voz emocionada con la que López repasa el legado de su padre –recientemente fallecido— a quien describió como su “mejor amigo”.
“Valores: disciplina, responsabilidad, humildad… Mi viejo era una persona que lo daba todo y pensaba en todos, menos en él. Aunque tuvo mucho éxito en su carrera como médico, trataba a todo el mundo con respeto, y era un gran trabajador”, compartió.
De su padre, recuerda una anécdota que trasciende las emociones, por la ausencia física de su progenitor, todavía reciente. “Me dijo que nunca estudiara medicina; parece que se le hizo bien difícil”, admitió López, segundo de tres hermanos criados en un hogar de gran unión familiar. El padre no tuvo que insistir mucho sobre el futuro profesional del joven Paco: desde pequeño, quería saber cómo operaba la práctica médica de su padre, pero desde la perspectiva de los negocios.
“Le preguntaba cómo funcionaba la oficina, cuánto se ganaba y qué se pagaba. Pudo haberme dado todo, pero mi papá siempre me enseñó a buscármelas: si quería un juguete, tenía que ganármelo lavándole el carro, por ejemplo”, relató. Entonces, al terminar la escuela superior, López consiguió su primer auspicio: una importante firma cervecera le confió $10 mil para producir una fiesta de verano y presentar una película sobre surfing (que él también realizaba). Así, López inició su vertiginoso ascenso.
Con el éxito, también le impactó la conciencia de trabajar por su país. Un ejemplo es Beyond Van Gogh: The Immersive Experience, una exhibición interactiva sobre la historia y la obra del pintor holandés Vincent van Gogh. Invitado por los productores del espectáculo en Miami, tan pronto vivió la experiencia, se propuso producirla en la isla. Tras asumir la complicada producción audiovisual, se ha reunido ya varias veces con directivos del Departamento de Educación para que los estudiantes del sistema público la visiten y obtengan un beneficio mayor.
“Quiero que los jóvenes se inspiren, que eleven el arte y la cultura de nuestro país, y descubran otras ramas del entretenimiento”, explicó, mientras reconoce la importancia de estimular la creatividad. “La exhibición es interactiva, visual. Pueden hacerse fotos, vídeos, y también aprender [la historia de van Gogh]. Entonces, cuando entiendes su vida, verás sus 30 pinturas más importantes de una manera bien diferente”, adelantó.
López ha descubierto ocho secretos que, según su experiencia, han impactado su vida:
1. Delegar: Tener un buen equipo de trabajo, para que no todo caiga sobre él, es su primera sugerencia. “Estaré siempre enterado de todo, pero compartir la responsabilidad con otros es bien importante”, puntualizó.
2. Disfrutar: Realizar actividades que sirvan para recargar el cuerpo, la mente y el espíritu es, para López, una práctica esencial. “Hacer yoga, meditar o ir a la playa a surfear es importante”, insistió. En medio de un montaje complejo, “he salido del Coliseo sin despedirme, irme a la playa una hora, surfear y regresar nuevamente a la carga”, dijo.
3. Entrenar: “Los lunes yo juego baloncesto, los jueves juego soccer –eso es sagrado”, recalcó. Ejercitarse al menos tres veces por semana en el gimnasio funciona como “una terapia para hacerle restart a la computadora [refiriéndose a su mente]”.
4. Desconectar: “Me encanta el silencio”, afirmó. “He salido de un concierto sin prender el radio y llegado a mi casa sin querer escuchar nada. Es totalmente lo contrario a lo que yo hago”, expresó.
5. Agradecer: “Siempre agradezco lo bueno y lo malo que me pasa”, indicó López. “Trato de no ser muy duro conmigo. Lo que te dices va directo al cerebro; el cuerpo lo acepta y lo cree. Si te han salido quince cosas bien, y una te falla, pasa la página y pa’lante”, subrayó.
6. Viajar: “Conocer otras culturas y visitar lugares nuevos siempre entusiasma”, manifestó. “Recientemente, estuve en Islandia y me fascinó; esa isla es otra cosa”. López también ha viajado a otros países para practicar el surfing y conocer mejor el mundo.
7. Compartir: La amistad es muy importante. “Desde amigos de la infancia que quizá no vea mucho, hasta personas nuevas que me empujan a ser mejor persona, los amigos son el reflejo de quién tú eres. Por eso, hay que rodearse de gente buena”, dijo.
8. Amar: La autenticidad y la pasión reafirman el amor propio que una persona necesita para alcanzar sus sueños. “Siempre seguí mi camino, siendo quien soy y lo que quería lograr en la vida”, terminó diciendo López.
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