Yelitza Gutiérrez Falcón, directora de Mercadeo de NUC University, emula con su única hija la relación que tuvo con su madre
Yelitza Gutiérrez Falcón, directora de Mercadeo de NUC University, emula con su única hija la relación que tuvo con su madre
Solo basta que se miren la una a la otra para comprobar la estrecha relación que guarda Yelitza Gutiérrez Falcón con su única hija, Amelia Sofía Remy, quien llegó a su mundo para complementarlo y sacar lo mejor de sí misma.
La especialista en mercadeo tenía 36 años cuando se enteró de que estaba embarazada, justo en la etapa que consideraba perfecta para descubrir los secretos de la maternidad y disfrutar de su nueva misión de vida.
Siendo su madre, Rosa Amelia Falcón, el modelo perfecto para guiarse en este hermoso reto, Yelitza no dudó en implementar lo que aprendió de su progenitora a la hora de criar.
Yelitza —directora de Mercadeo de NUC University— repasó los momentos más importantes de su mayor proyecto: Amelia Sofía, quien ahora tiene 13 años.
“A los 36 años, me enteré de que estaba embarazada. Gracias a Dios, todo fluyó perfectamente. Ella fue prematura por cuatro o cinco semanas, pero sin ningún tipo de problema, y ha sido mi vida entera desde que nació; siempre soñé con tener una nena”, relató la también hija de Carlos Gutiérrez.
“La realidad es que, [aunque] para los estándares de ese momento, estaba un poco tarde para ser mamá, yo me sentía en el momento perfecto y adecuado. Había vivido y disfrutado mi vida de estar sola, lo mismo en mi matrimonio en ese momento (ahora estoy divorciada), pero ya era el momento de tener a la bebé”, resaltó la fémina, oriunda de San Juan.
Fue su relación de hija, la referencia inspiracional en su nueva etapa de vida. “Yo tengo como referente la relación maravillosa que aún tengo, gracias a Dios, con mi mamá, y eso, pues, siempre yo quería tenerlo con una hija. La relación que tengo con mi madre es lo que me ha inspirado a ser mamá”, reveló.
Lo más que valora, según Yelitza, “es compartir con mi hija; tener esa relación con ella; fomentar en ella esa confianza en mí, que fue lo que mi mamá fomentó, en su momento, conmigo y que todavía atesoro”.
“Sobre todo, verla crecer, ver cómo cuenta conmigo en momentos de felicidad, pero, también, en los momentos difíciles en los que necesita apoyo; saber que estoy ahí para ella. De verdad que es el amor más grande y especial que puedo tener en mi vida. Para mí es todo: ser la mamá de Amelia Sofía”, insistió.
Como profesional, con una función de liderato y creatividad en su área de trabajo, Yelitza aseguró que, aún así, cuenta con “un poco de flexibilidad [en mi rol de madre] porque trabajamos híbrido”.
“Así que los días que estoy desde la casa, trato de buscar a Amelia temprano y poder estar aquí con ella en la casa, disfrutar con ella. Hemos ido a viajar juntas, nos hemos ido de fin de semana juntas para la playa. A ella le gusta mucho la playa, al igual que a mí. Tengo que admitirlo: nos gusta ir de shopping”, reveló.
Una de las actividades que disfrutan juntas, “es el tiempo en que nos sentamos a ver películas en casa”.
“Yo le pongo películas de mi época y las veo con ella y, entonces, ella me pone películas que le gustan y siempre estamos compartiendo. Casi siempre, estamos en la casa juntas, compartiendo. Nos vamos moviendo a los televisores a ver cosas juntas”, señaló.
Finalmente, manifestó que su meta como madre es “que mi hija sea feliz y que se sienta plena. Que logre sus metas, y que tenga mucha salud y felicidad para vivir hasta viejita”.
“No quiero imponerle nada, ni de lo que tenga que estudiar, ni que tiene que casarse, ni que debe tener hijos. Es lo que a ella de verdad la llene y la haga sentirse plena como persona; que siga siendo empática. El mundo está bien difícil y que siga teniendo esa humanidad, esa forma de ser tan bonita que tiene ella y, básicamente, que sea feliz”, concluyó.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.
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