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Los padres deben poner en agenda esa visita anual para que los niños tengan su evaluación rutinaria

18 de julio de 2024 - 12:45 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 3 meses.
Durante el verano, los padres deben poner en agenda la visita anual para que los niños tengan su evaluación rutinaria antes del comienzo a clases. (Shutterstock)

Son muchos los preparativos a tomar en cuenta para lograr que el retorno a la escuela sea uno exitoso para nuestros niños y jóvenes. Pero, una de las cosas más importantes es realizarle los chequeos médicos y es idóneo aprovecharlas vacaciones para realizar las citas pertinentes.

“El verano es el tiempo de receso de los niños, y lo ideal es que puedan disfrutar, pero, al mismo tiempo, prepararnos para el año escolar. Los padres deben poner en agenda esa visita anual para que los niños tengan su evaluación rutinaria antes del comienzo a clases”, explicó la doctora Nerian Ortiz Matos, pediatra, y quien es también profesora del Departamento de Pediatría de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

En esa cita, hay varios puntos a tocar con el menor y la familia, de modo que el doctor pueda tener una visión abarcadora de su estado físico para determinar si necesita alguna prueba o atención específica.

“Ese chequeo incluye verificar que tenga sus vacunas al día, su evaluación dental para tener una buena salud oral, si necesita algunos laboratorios, si está en la edad donde se requiere un cernimiento auditivo y visual, pues es el momento, antes de comenzar el año escolar, donde el pediatra puede hacer esa educación con la familia y poner al niño al día en su salud”, dijo la doctora.

Dentro de lo que es la evaluación física del menor, se verifica que este esté creciendo adecuadamente.

“Siempre va a ser importante pesar al niño y medirlo, porque uno quiere asegurarse de que está ganando peso y estatura apropiadamente. Eso es bien importante porque no queremos que los niños estén sobrepeso y tengan obesidad, por los problemas que eso conlleva. O, por el contrario, que se queden con pobre ganancia de peso. Las medidas de los niños son sumamente importantes en esas visitas rutinarias para esas curvas de crecimiento”, sostuvo la pediatra.

Aparte de esto, al menor se le toman los signos vitales para “asegurarse de que la presión sanguínea está dentro de lo esperado de acuerdo con la edad y al peso del niño”.

¿Qué laboratorios necesita mi hijo?

A veces, pensamos que debemos realizarle una batería de pruebas de laboratorio a nuestros niños para asegurarnos que velar todos sus aspectos de salud, pero no, necesariamente, es así. Eso lo pueden definir con el pediatra en esa visita anual.

“Muchas veces, tenemos a los padres solicitando que se le envíen laboratorios de rutina, pero hay unas recomendaciones específicas de la Academia Americana de Pediatría y, basado en eso, nuestro Departamento de Salud tiene unas recomendaciones y las escuelas tienen también sus requisitos”.

“Uno quiere asegurarse de recomendarle al niño lo que, realmente, es necesario. No necesariamente hay que hacer laboratorios a todos los niños, todos los años. Todo depende de las condiciones médicas subyacentes, factores de riesgo o una situación en particular que se identifique en el encuentro con el pediatra”, dijo la doctora Ortiz.

Antes de enviarle las pruebas de laboratorio, el médico toma en consideración los factores de riesgo del niño para, entonces, ordenarles análisis, ya sea del “nivel de hemoglobina, el panel de lípidos, dependiendo de la edad y los factores de riesgo; además está el nivel de plomo en aquellos niños que van a entrar a la escuela o a otras edades, dependiendo de los factores de riesgo que tenga nuestro niño”, aclaró la doctora.

Vacunación al día

Verificar el itinerario de vacunación de los pacientes y que esté al día en las dosis recomendadas, según su edad, es otro de los propósitos de esas visitas al pediatra, máxime cuando las escuelas solicitan evidencia de que los menores tienen sus vacunas al día.

“Como pediatras, queremos que todos nuestros niños estén completamente vacunados, siguiendo el itinerario de vacunación tal y como recomiendan la Academia Americana de Pediatría, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), y las escuelas también tienen los requisitos de vacunación, dependiendo de la edad. Antes de comenzar el año escolar, es importante asegurarnos de que las vacunas estén al día”, recomendó.

En términos generales, cuando el niño va a comenzar su temporada escolar, debe tener sus vacunas hasta los 4 años, y la doctora Ortiz enfatizó en la importancia de cumplir con ese itinerario de vacunación.

“Cuando llegamos al ambiente escolar, donde hay muchos niños, hay más riesgo de contagio de condiciones infecciosas, que es lo más que afecta a nuestros niños. Si nosotros tenemos a nuestros niños debidamente vacunados, disminuimos significativamente el riesgo de infecciones que causan muchas enfermedades en nuestra población pediátrica”.

Aspectos adicionales para tomar en cuenta

Plan de acción

Como parte de esa consulta anual, previo al inicio del año escolar, el pediatra puede ayudar a los padres a establecer un plan a seguir durante ese período.

No es solo hacer pruebas y laboratorios, es preparar un plan de acción en cuanto a las redes sociales, por ejemplo, queremos asegurarnos de que el niño va a tener un ambiente propicio para asegurar al máximo su escuela y limitar el alcance a las redes sociales. Además, el plan debe incluir aspectos como nutrición y actividad física.

Expediente médico

Llevar el expediente de salud del niño a la escuela es importante, eso incluye el historial de condiciones médicas, el uso de medicamentos para condiciones crónicas, si hay algún historial de alergias a alimentos o medicamentos.

Así que, es importante que ese expediente médico en las escuelas, junto con el expediente escolar o la persona encargada, estén al día. Es responsabilidad de los padres tener esa información y tener el certificado médico que las escuelas requieren.

Salud oral

En esa visita, el pediatra también se asegura que la salud oral del niño sea apropiada y que esté teniendo sus visitas al dentista para hacerse sus limpiezas, cernimiento de caries o cualquier reparación que haya que hacer.

Conducta y riesgos

En el caso de los adolescentes, el pediatra hace cernimiento para comportamientos de riesgo, hábitos tóxicos, actividad sexual, relaciones interpersonales. Se educa a la familia y al niño de acuerdo con la edad, sobre cómo podemos evitar lesiones y cómo podemos evitar comportamientos riesgosos.

Alergias

En el caso de menores con alergias a ciertos alimentos, es sumamente importante que, si ya conocemos el historial, que la escuela lo sepa y esté preparada para evitar esos alimentos, y para tener los medicamentos de rescate en la eventualidad de que haya una exposición y el niño desarrolle una reacción alérgica o, peor aún, una anafilaxis, que sería una reacción seria.

En el caso de que ocurra la reacción, la escuela tiene que tomar las medidas para poder reaccionar ante la situación de emergencia.

Ola de calor

En estos tiempos, es importante considerar el problema de las altas temperaturas que nos afectan. Debemos enseñarles a los niños a siempre mantenerse hidratados, con agua y soluciones hidratantes. Además, usar bloqueador solar, tener una buena alimentación, usar ropa ligera y disfrutar de un buen periodo de descanso.

Aunque los ambientes escolares van a tener sus protocolos y rutinas para poder asegurar que los niños se mantengan bien hidratados, es importante que eviten estar afuera en el sol en esas horas pico (10:00 a.m. a 3:00 p.m.), que busquen espacios de sombra, donde haya más ventilación para evitar los efectos de la ola de calor.

La exposición al calor excesivo es un espectro y puede ir desde una deshidratación leve a severa. Inicialmente, el niño se puede sentir fatigado, mareado, puede tener signos y síntomas gastrointestinales como: náuseas, vómitos, incluso diarreas. Cuando hay cambios en el estado mental del paciente, ya eso es una deshidratación severa que puede ser seria y puede afectar significativamente al niño. Por eso, la prevención es sumamente importante, tomemos las medidas para evitar que nuestros niños tengan efectos relacionados con el calor.

La autora es periodista colaboradora de Suplementos.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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