En el hipotálamo son segregadas hormonas que regulan múltiples funciones como la temperatura corporal, el sueño, el hambre, los estados de ánimo y la libido
En el hipotálamo son segregadas hormonas que regulan múltiples funciones como la temperatura corporal, el sueño, el hambre, los estados de ánimo y la libido
El cerebro dirige una operación compleja sobre las múltiples funciones vitales. Ambos hemisferios del cerebro se dividen en secciones que tienen a su cargo diversas tareas. En lo más profundo del cerebro se encuentran varias estructuras, entre ellas el hipotálamo y el hipocampo.
Mientras que el hipotálamo es el responsable de regular funciones como la temperatura corporal, el sueño, el hambre, los estados de ánimo y la libido, el hipocampo está vinculado a la memoria y el aprendizaje.
Por su parte, las neuronas son células consideradas como la unidad funcional principal en el sistema nervioso. Transmiten y reciben información que posibilita moverte, sentir y pensar. El lugar por donde pasa la señal de la neurona a otra célula se conoce como sinapsis, en la que se liberan neurotransmisores.
Durante la actividad sexual intervienen diversos neurotransmisores como la dopamina, que se asocia con el placer.
“Hasta hace poco, la mayoría de los neurocientíficos (científicos que estudian el cerebro) pensaban que nacíamos con todas las neuronas que íbamos a tener”, aparece en Conceptos básicos del cerebro: la vida y la muerte de una neurona, del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, se ha encontrado evidencia que indica que la neurogénesis o la generación de nuevas células también ocurre en el cerebro adulto. “Muchos neurocientíficos no están de acuerdo sobre cuántas y con qué frecuencia se crean nuevas neuronas en el cerebro. La mayoría de las neuronas del cerebro ya están creadas cuando nacemos, pero hay evidencia que respalda la teoría de que la neurogénesis es un proceso que dura toda la vida”, expone más adelante el NINDS.
La investigación titulada Regulación de la neurogénesis del hipocampo en adultos ejercida por la actividad sexual, cognitiva y física: una actualización, publicada en la Revista de Neuroanatomía Química en 2019, presenta que, “como se sabe, la disminución de la neurogénesis relacionada con la edad podría contribuir al deterioro de las funciones cognitivas. Como se mencionó anteriormente, el comportamiento sexual induce un estado de recompensa (Bedos et al., 2018) y promueve el crecimiento neuronal (Leuner et al., 2010). En consecuencia, es posible una posible función protectora del comportamiento sexual contra el deterioro cognitivo relacionado con la edad”.
Más adelante, en el documento —publicado en acceso abierto bajo licencia de Creative Commons en ScienceDirect— se menciona que “no hay datos en humanos que demuestren que el comportamiento sexual induzca la neurogénesis del hipocampo y efectos beneficiosos sobre la cognición. Sin embargo, recientemente, se han realizado estudios en humanos de edad avanzada (50-83 años) en los que se ha asociado la actividad sexual y la función cognitiva; se ha descubierto que a mayor frecuencia de actividad sexual se obtenía una mejor fluidez verbal y un aumento de las habilidades visoespaciales (Wright et al., 2017; Wright y Jenks, 2016)”.
Sí se ha establecido una conexión entre la menopausia y la salud cerebral. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA, por sus siglas en inglés) comparte los resultados del estudio de imágenes cerebrales titulado La menopausia afecta la estructura del cerebro humano, la conectividad, el metabolismo energético y la deposición de beta amiloide.
En este se observaron diferencias en la estructura, la conectividad y el proceso energético del cerebro antes, durante y después de la transición menopáusica, atribuidas al envejecimiento ovárico y no cronológico.
Por su parte, la Sociedad de Menopausia (antes conocida como Sociedad Norteamericana de Menopausia) publicó un comunicado de prensa el pasado mes de septiembre sobre los resultados de un estudio para investigar la asociación entre la etapa de la menopausia y la hemodinámica cerebral durante el período típico de envejecimiento. La hemodinámica se refiere al estudio del flujo de la sangre.
“En contraste con trabajos previos que sugerían que el estadio de la menopausia tiene un profundo efecto sobre la hemodinámica cerebral, no se observaron diferencias estadísticamente significativas entre las fases de la menopausia. Sin embargo, hombres y mujeres mostraron diferencias tanto en el flujo sanguíneo cerebral medio como en el tiempo de tránsito arterial”, presentó la Sociedad de Menopausia.
Es cierto que los cambios hormonales que marcan la menopausia, repercuten en la vida sexual. La disminución de los niveles de estrógenos —hormonas clave en el desarrollo sexual y la salud reproductiva femenina—, así como los de la progesterona, esencial en el ciclo menstrual y el embarazo, ocasiona alteraciones importantes.
“Los estudios muestran que una porción significativa de las mujeres permanecen sexualmente activas hasta bien entrados los 80 años y más. El desafío es que, entre el envejecimiento y la menopausia, muchas mujeres sufren de disfunción sexual que puede limitar su capacidad para disfrutar del sexo”, expuso la Sociedad de Menopausia mediante un comunicado de prensa publicado en junio de 2022.
Relaciones sexuales incómodas o dolorosas por los cambios en el tejido vaginal, falta de deseo y excitación e incapacidad de alcanzar el orgasmo son disfunciones sexuales que podrían aparecer durante la menopausia.
No obstante, existen opciones para aliviar los síntomas. El Instituto Nacional sobre el Envejecimiento menciona, por ejemplo, el uso de lubricantes a base de agua o humectantes vaginales. Una visita a tu especialista para discutir los síntomas y decidir qué podría ayudar a manejarlos es muy recomendada.
“Hay que derrocar el mito de que la sexualidad se acaba cuando llega la menopausia”, afirmó la sexóloga y psicóloga María Mercedes Rodríguez Vidal.
Así, la entrevistada destacó los beneficios de la actividad sexual consentida y placentera tanto a nivel físico, mental y emocional, entre los que se encuentran una mejor conexión hormonal, así como la disminución del cortisol —conocido como la hormona del estrés— y una mejor autoestima. También, ayuda al fortalecimiento del suelo pélvico.
Respecto a las relaciones sexuales durante la menopausia, Rodríguez Vidal recomendó que se establezca una comunicación abierta, clara y específica con la pareja sobre lo que se siente, se desea y cómo hacerlo posible.
“Somos seres sexuales desde antes de nacer hasta nuestro último aliento”, expresó.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: