Han logrado disminuir el margen de error y agilizar los procesos de tratamiento
Es impresionante poder comparar la odontología de hace 30 años con los equipos, técnicas y tendencias de hoy día. Ser testigo de cómo la odontología ha evolucionado y ha beneficiado tanto a los clínicos como a los pacientes, no tiene precio.
La tecnología no solo ha logrado disminuir el margen de error, sino que también ha agilizado los procesos de tratamiento. Quisiera describirles algunas de estas maravillas del futuro. (¡Perdón, del presente!)
Esta maravilla de equipo en realidad es una cámara que toma miles de fotos y crea una copia idéntica de los dientes y tejidos en la computadora, con una exactitud increíble. En la mayoría de los casos, puede sustituir a las impresiones tradicionales que usaban una cubeta con material mezclado que se endurecía en la boca del paciente.
Esta obra de arte no es otra cosa que una máquina de rayos X, ¡pero, con esteroides! Esta placa, si le podemos llamar así, nos brinda una visión 3D digital de todas las áreas dentales y nos permite ver espacios que, normalmente, quedaban escondidos detrás de otras estructuras. En este caso, puedes mover la imagen para observar cualquier estructura por todos lados.
Este equipo que tiene la apariencia de un bolígrafo, la mayoría de las veces, utiliza la potencia de un haz de luz para realizar un tratamiento de radiación efectivo. Puede cortar la encía delicadamente, sustituyendo el bisturí y el mismo rayo es capaz de coagular la sangre y esterilizar el área, haciéndolo más efectivo aún. Un ejemplo de su uso es la remoción de frenillos, la cual se puede llevar a cabo con el láser, evitando el uso tanto del bisturí como de la sutura, y eliminando o disminuyendo sustancialmente el sangrado.
¿Creerías si te dijera que algo que sale de una impresora 3D puede colocarse en la boca y, en realidad, utilizarse? ¡Pues, es cierto!
Hoy día, podemos imprimir guías quirúrgicas, nightguards (dispositivos de protección para la boca que cubren los dientes y las encías para prevenir y reducir lesiones), férulas (boquillas), dentaduras parciales, dentaduras completas, puentes fijos y coronas, además de alineadores y modelos de estudio, entre otras cosas más. Ojo, solo pueden ir a la boca impresos o prints hechos con resinas biocompatibles.
Ahora es mucho más cómodo y organizado mantener toda la información de los pacientes en un récord digital, así es más fácil de encontrar y compartir. Por otro lado, ahora, las radiografías no hay que revelarlas, pues, al ser digitales, al instante sabes si quedaron bien o necesitan retomarse. Estas placas se pueden mejorar y ampliar, lo que ayuda grandemente en el diagnóstico. En este caso, se coloca un sensor pequeño en la boca, muy parecido a las placas tradicionales, pero aquí la placa se envía o “revela” directa e inmediatamente en la computadora, donde queda guardada.
Lo antes descrito es solo una fracción de lo que la ciencia nos ofrece hoy. La tecnología dental continúa mejorando cada día, simplificando más los tratamientos, la experiencia del paciente y la eficiencia de los profesionales de la salud dental. La inteligencia artificial nos está tocando la puerta para ofrecernos las nuevas tendencias que transformarán tanto la odontología como las demás profesiones de la salud.
Este artículo es una colaboración del Colegio de Cirujanos Dentistas de Puerto Rico. El doctor Raúl Dámaso Ortiz Escalera es el presidente del Colegio de Cirujanos Dentistas y tiene su práctica en el 43 Baldorioty, Ste. 3, en Coamo.
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