Todas las personas deben ejecutar las prácticas de prevención y precaución esenciales para proteger su vida y propiedad
Del 1 de junio al 30 de noviembre de cada año, Puerto Rico se enfrenta a la temporada de huracanes. Sin embargo, aun cuando es algo tan habitual en nuestra realidad boricua, no necesariamente todas las personas ejecutan las prácticas de prevención y precaución esenciales para proteger su vida y propiedad.
Con un enfoque dirigido a promover la preparación en situaciones de emergencia, repasamos algunas lecciones que han dejado los pasados huracanes con Joseph Guzmán, el director regional de Respuesta en Desastres de la Cruz Roja Americana, Capítulo de Puerto Rico.
“La mayoría de la población [adulta mayor] desconoce qué tipo de desastre o emergencia puede ocurrir en su comunidad”, afirmó el entrevistado.
De esta manera, destacó que es imprescindible que conozcan los riesgos que existen en las áreas donde viven, por ejemplo, si es una zona vulnerable a las inundaciones; que identifiquen las rutas de desalojo y preparen los suministros de emergencia.
La primera lección podría resumirse en la relevancia de la educación y la previsión para tomar un rol activo que reduzca los riesgos y posibilite la autosuficiencia.
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