Una introducción a algunas de las preguntas frecuentes sobre el cáncer más común en las mujeres
Una introducción a algunas de las preguntas frecuentes sobre el cáncer más común en las mujeres
Luego de que se hacen estudios de imágenes, tal como las mamografías o sonomamografías, el resultado se reporta de una manera estandarizada llamada la categoría BIRADS para simplificar la interpretación.
Las categorías BIRADS van del 0 hasta el 6. El número de la categoría BIRADS corresponde a cuán probable sería que una biopsia saliera positiva para cáncer.
BIRADS-0 se refiere a un estudio incompleto con una recomendación de que se obtengan imágenes adicionales.
BIRADS-1 y BIRADS-2 implicarían una muy baja probabilidad de biopsia positiva y, por tanto, no se recomienda hacerla.
BIRADS-3 implica una baja probabilidad de biopsia positiva y se recomienda repetir los estudios de imágenes a los 6 meses; y BIRADS-4, 5 y 6 implicarían cada uno, una probabilidad incremental de que una biopsia resulte positiva para cáncer.
Las categorías BIRADS no son lo mismo que las etapas del cáncer de seno y, frecuentemente, se confunden entre sí.
Luego de diagnosticado el cáncer, este se categoriza en “etapa” para definir cuán avanzado está y ayudar a guiar las decisiones de tratamiento.
Las etapas o estadios van del 0 hasta el 4. La clasificación de etapa del cáncer de seno mas comúnmente utilizada es la establecida por el American Joint Committee on Cancer (AJCC) y comúnmente conocida como el sistema T-N-M. En este sistema se le asigna un número del 0 al 4 a los diferentes componentes. El componente “T” se refiere a cuan avanzado está el tumor principal en el seno y mayormente se refiere al tamaño de este.
El componente “N” se refiere al envolvimiento de los nódulos linfáticos en la axila y mayormente se refiere al número de nódulos envueltos.
El componente “M” se refiere a la presencia o ausencia (M1 o M0, respectivamente) de enfermedad metastásica distante con envolvimiento de órganos fuera del seno y axila.
Todo esto, entonces, puede ser resumido en un solo número que sirve para agrupar etapas similares (por ejemplo, ambos casos T1N1M0 y T2N0M0 serían “Etapa IIA” y los tres casos: T1N2M0, T2N2M0 y T3N1M0 serían “Etapa IIIA”).
La mayoría de los médicos utilizan “Etapa” y “Estadio” de manera intercambiable en este contexto. Existen otros sistemas mas detallados (y, por tanto, más complejos y difíciles de resumir) donde se incluyen los receptores y el grado del tumor, además de esta otra etapa.
El grado del tumor se refiere a la apariencia microscópica de las células cancerosas. Es importante que no se confunda con la etapa del cáncer. Cuando el médico patólogo evalúa el espécimen de la biopsia primeramente tiene que determinar si se trata de una entidad benigna, o de un cáncer. Luego de identificar la presencia de cáncer, el patólogo intenta comunicar de una manera estandarizada su apreciación de cuán agresivo parece ser el comportamiento a nivel microscópico. Puede haber cánceres de alto grado. pero de etapa temprana que tengan una excelente prognosis, como también puede haber casos de bajo grado de etapa avanzada que tendrían una peor prognosis.
Hay dos “tipos” de cáncer de seno. El cáncer de seno invasivo, o carcinoma invasivo, es en el que comúnmente piensa la gente cuando les hablan de cáncer de seno. El otro tipo se llama carcinoma in-situ y representa un precursor al cáncer invasivo (es conocido comúnmente como DCIS, por sus siglas en inglés).
Una manera de explicar la diferencia es sabiendo que el DCIS siempre está en etapa 0, mientras que el invasivo puede tener etapa entre el 1 y el 4. Otra manera de contrastarlas es sabiendo que el DCIS debiera tener una probabilidad de cura cercana al 99%, pero que, si no se le diera tratamiento, se convertiría en cáncer invasivo y avanzaría su etapa, disminuyendo, entonces, las probabilidades de cura. Ambos requieren tratamiento, usualmente con cirugía y hormonoterapia; muchas veces, ambos tipos, requieren radioterapia. El uso de la quimioterapia es una de las diferencias más grandes, ya que no se utiliza para el tratamiento del DCIS.
El médico patólogo también examina unas características microscópicas llamadas receptores. Estos representan unas partes en el exterior de las células que el cuerpo humano normalmente utiliza para controlar y enviar señales a sus diferentes tejidos. En el caso del cáncer de seno, hay tres receptores de mayor importancia: ER (receptor de estrógeno), PR (receptor de progesterona), y HER2 (Human Epidermal growth factor Receptor 2, también a veces escrito HER2/neu). Los primeros dos, ER y PR, son receptores “normales”. Es decir, estos receptores debieran siempre estar presentes en la superficie de las células sanas del seno.
Las células cancerosas en su proceso de transformación a veces pierden la expresión de estos receptores normales. Una manera de pensarlo sería decir que según estos dos receptores se tornan “negativos” en las células cancerosas demuestran que esas células ya “no siguen las instrucciones normales del cuerpo”.
Tener los receptores ER y PR “negativos” implica un tumor más agresivo y, por tanto, una peor prognosis. Por el contrario, cuando ER y/o PR están positivos implica una mejor prognosis y, además, abre la puerta a la utilización de una modalidad de tratamiento llamada “hormonoterapia” o “terapia hormonal”.
El receptor de HER2, en esencia, es lo opuesto a los receptores de ER y PR. Este receptor demuestra un comportamiento más agresivo si está “positivo”.
Una de las implicaciones principales de tener el receptor HER2 positivo es que estos casos conllevan tratamiento con inmunoterapia y quimioterapia. La inmunoterapia, en este escenario, se refiere a unos medicamentos que se adhieren al receptor de HER2 y activan al sistema inmune del cuerpo para que “ataque” a las células cancerosas que lo tienen en su superficie. Finalmente, están los cánceres llamados “triple negativos”. Estos son los casos donde los tres receptores (ER, PR, y HER-2) están ausentes, o sea, negativos. Al no tener ninguno de los receptores, existen menos opciones desde el punto de vista de tratamientos, ya que los pacientes no se beneficiarían de tratamiento con terapia hormonal o inmunoterapia.
En esta situación, siendo esta una de las pocas herramientas que mantienen su efectividad, usualmente se recomienda tratamiento agresivo con quimioterapia.
El autor es radiooncólogo.
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