La doctora Brenda Mariola Rivera Reyes, neumóloga pediátrica e inmunóloga, contesta algunas de las preguntas que recibe sobre el COVID-19 y la vacunación
La doctora Brenda Mariola Rivera Reyes, neumóloga pediátrica e inmunóloga, contesta algunas de las preguntas que recibe sobre el COVID-19 y la vacunación
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las vacunas aprobadas para uso de emergencia contra el COVID-19 proveen protección contra esta enfermedad, al desarrollar una respuesta inmune al virus SARS-CoV-2 que la produce.
Sin embargo, a pesar de que el proceso de vacunación contra el COVID-19 comenzó en la isla a mediados de diciembre de 2020, muchas personas aún tienen dudas sobre la eficacia de la vacuna, en qué circunstancias deberían optar por no vacunarse, cuándo deberían posponer la inoculación y otros temas. Claro está, esta vacilación se acrecienta con la enorme cantidad de información, a veces sin validar, que está disponible en internet y en las redes sociales.
¿Cuáles son las respuestas de algunas de las preguntas más comunes sobre la vacunación contra el COVID-19? La doctora Brenda Mariola Rivera Reyes, neumóloga pediátrica y quien se ha convertido en una de las voces más articuladas para educar al país sobre esta enfermedad a través de sus hilos educativos en Twitter a través de su cuenta @Mariolapr, ofrece datos muy interesantes, que te permitirán tomar decisiones informadas sobre la vacunación y aprender más sobre la enfermedad, de manera que puedas cuidarte mejor.
“Estamos en un momento de la historia humana donde tenemos muchas herramientas y uno debe decidir si les va a dar buen uso o mal uso. Yo veo el lado positivo, porque puedo informar a las personas”, comenta la doctora Rivera Reyes, quien atiende a pacientes y segundas opiniones a través de teleconsultas y llamadas, así como consultas de neumología a colegas médicos y charlas orientadas a la salud y las ciencias. Agregó que esta tarea que realiza sirve, de algún modo, para aclarar las dudas de las personas que no tienen acceso al consejo médico inmediato, tomando en consideración la reducción de la clase médica que se ha venido experimentando en el país.
“Básicamente, lo que he hecho en Twitter es como una extensión de cómo trato a mis pacientes. Como siempre he dicho, la medicina primaria es lo mejor que existe. Hay muchas personas que les gusta leer de ciencia y medicina, y estar informadas, por lo que vi una oportunidad para [educar]”, comentó Rivera Reyes, quien también es inmunóloga. A continuación, algunas de las dudas más frecuentes:
“Tomar antibióticos realmente no es una contraindicación para vacunarse. Donde puede haber confusión, y esto es, usualmente, para todas las vacunas, es que si estás enfermo y tienes fiebre, pues no te debes vacunar en ese momento porque, de tener alguna reacción adversa, no vamos a saber si es por la enfermedad o por la vacuna”, explicó Rivera Reyes, al resaltar que tomar antibióticos no está en la lista de contraindicaciones que han sido publicadas por los Centros para el Control y la Prevención (CDC, en inglés) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés). Agregó que, si bien hay algunos antibióticos pueden causar reacciones al, por ejemplo, exponerse a la luz solar, “ese no es el caso de cuando se pone la vacuna del COVID-19, sobre todo si es por un procedimiento y no por un proceso de enfermedad”, abundó Rivera Reyes.
“La única contraindicación que hay per se, es si la persona ha tenido una reacción alérgica anafiláctica a la primera dosis de la vacuna. Este grupo de personas se mantiene solo con la primera dosis. En cuanto a las alergias en general, la única contraindicación sería que la persona sea alérgica específicamente a los ingredientes de la vacuna”, destacó.
De acuerdo con la doctora Rivera Reyes, “a las pacientes embarazadas y a las madres lactantes, se les explica que los datos que existen hasta el momento no demuestran que las vacunas causen daño, pero que no tenemos los datos completos y todavía se están haciendo ensayos clínicos para ver [si la vacuna] les afecta o no. Estas son cosas que uno tiene que explicar y ahí es, entonces, que el paciente toma su decisión informada”, indicó la neumóloga pediátrica. Añadió que ha recibido información sobre mujeres que estuvieron en el ensayo clínico original que quedaron embarazadas durante el ensayo clínico y que están siendo monitoreadas.
“También, dentro del sistema de monitoreo que tienen los CDC, a través de la aplicación V-safe, donde les hacen preguntas a las personas vacunadas [para darles seguimiento] y ahí también hay una buena cantidad de personas embarazadas que se vacunaron y que están dentro de esa base de datos, que es otro lugar donde se están viendo cómo se comporta [la vacuna] en la población de embarazadas”.
Ante informaciones de que, en muy pocos casos, algunas personas que recibieron la vacuna desarrollada por Moderna desarrollaron una inflamación leve y temporal en el lugar del relleno tras recibir la vacuna contra el COVID-19, la doctora Rivera Reyes indica que es mejor esperar un tiempo antes y después de la vacuna, pues “estamos utilizando un algo nuevo y no queremos confundirnos si la persona está teniendo una reacción a una cosa o a la otra. Incluso, la recomendación está para las inyecciones de Botox; si vas a inyectarte Botox, no lo puedes hacer durante las dos semanas antes de que te vayas a vacunar ni las dos semanas después; tienes que esperar un periodo para saber, entonces, que lo que estás viendo es el efecto solo de la vacuna, si es que hubiera algún efecto”, puntualizó, al señalar que la misma recomendación aplica a la vacuna contra la influenza.
Cada vacuna tiene una lista de efectos secundarios, que pueden ser similares o que solo se han observado en alguna de las vacunas. Este es el caso del brazo COVID, un efecto secundario que se ha visto en algunas personas que recibieron la vacuna de Moderna. De acuerdo con la doctora Rivera Reyes, un reporte de serie de doce pacientes con reacciones locales en el área de inyección de la vacuna de Moderna, las cuales iniciaron, en promedio, en el día 8 (intervalo 4-11) después de la primera dosis y que se resolvieron en aproximadamente seis días después de su aparición. De acuerdo al reporte, este tipo de reacciones no no constituyen una contraindicación para recibir la segunda dosis de la vacuna.
En uno de sus hilos de Twitter, la doctora Rivera Reyes aborda esta duda y cita un estudio observacional realizado en Israel, en el cual los vacunados con la vacuna de Pfizer tuvieron una disminución del 90 % en riesgo de infección asintomática en comparación con los no vacunados, mientras que, en las personas infectadas después de la vacunación, la carga viral es menor que en los infectados no vacunados, por lo que la menor carga viral probablemente disminuye el riesgo de transmisión.
Destaca que, si bien las vacunas disminuyen el riesgo de transmisión, no lo elimina; por lo que el efecto protector nunca será del 100%. Por ello, hasta que baje la cantidad de casos, y aumente la cantidad de vacunados, debemos seguir usando la mascarilla, practicando el distanciamiento y el lavado de manos, así como mantener las condiciones crónicas de salud controladas.
Según la doctora Rivera Reyes, “todas las vacunas tienen un porcentaje de falla terapéutica. Como no tenemos forma de predecir qué personas estarán en ese porcentaje de falla, todos tenemos que seguir protegiéndonos, usando mascarillas”. Agregó que, aunque los CDC informaron que las personas completamente vacunadas o no no tienen que usar mascarillas al aire libre cuando caminan, andan en bicicleta, corren solas o con miembros de su hogar o asisten a pequeñas reuniones al aire libre con personas completamente vacunadas, “hasta que no se obtenga inmunidad de rebaño en la comunidad, todos podemos estar en riesgo de contagio, por lo cual debemos ser prudentes y continuar las medidas de prevención”.
“Lo que sucede es que los nódulos linfáticos, que es donde nuestro cuerpo tiene lo que equivale a las oficinas periféricas del sistema inmune, entonces, esa reacción, usualmente la vas a tener, si es que la tienes, en el área de la axila del brazo donde te hayan inyectado. Toma par de días [en resolverse] y, por lo tanto, todas las mujeres que tengan programadas mamografías preventivas, las deben atrasar”, dijo Rivera Reyes, al enfatizar que “las mamografías que se necesiten hacer tanto para darle continuidad al tratamiento de una persona que tiene cáncer o continuidad al tratamiento de una persona que pueda tener metástasis de algún otro tipo de cáncer o infecciones no se pueden retrasar”.
Agregó que ha recibido reportes que indican que esta inflamación también se observa en los MRI, por lo que, si la paciente ha recibido o recibirá la vacuna cercana a la fecha del estudio, se debe discutir con el proveedor de servicios de salud, si debe posponerla o no.
“Primero, el problema es que cuando se reportan los números hay que saber cómo fue diseñado el ensayo clínico al que uno se está refiriendo. Los ensayos clínicos no se llevaron a cabo de la misma manera en el sentido de que el resultado final para que fue hecho el estudio lo miden de diferente manera. Segundo, las pruebas de Johnson & Johnson, se comenzaron a hacer un poco después que las de Pfizer y Moderna, por lo tanto, ya Johnson & Johnson estaba trabajando con un virus que había cambiado un poco del virus que estaban trabajando Moderna y Pfizer”, describió la especialista al resaltar que, por esas razones, no se pueden comparar equitativamente los estudios.
“Lo que yo sí puedo hacer es ver, en cuanto al resultado final, que es lo importante, que la razón principal por la que se hicieron las vacunas era para evitar las enfermedades graves, muertes y que se sobrecargaran los hospitales con muchos pacientes hospitalizados con una misma enfermedad. Ese era el objetivo final principal de estos primeros ensayos clínicos. Ya después de llegar a eso, entonces se pueden hacer estudios de las demás cosas”, contextualizó, para disipar las dudas, mientras agregó que, de los estudios clínicos que llevaron a la aprobación de emergencia se desprende que las personas vacunadas no tuvieron que estar hospitalizadas, la enfermedad les duró menos y no tuvieron las secuelas del long COVID (que se refiere a esos pacientes que siguen enfermos meses después de haberse contagiado).
“Lo que puedo decir hasta ahora es que de los datos preliminares que están saliendo de los estudios que se están haciendo en Israel, sabemos que la vacunación está siendo un éxito y tal parece que sí, al menos la vacuna de Pfizer, que es la que está siendo utilizada, está disminuyendo la transmisión. Pero, entonces, uno puede estar vacunado y puede estar infectado, que no es lo mismo que tener la enfermedad”, recalcó la doctora, mientras expresó que, para tener éxito, hay que explicar todo con calma para que los pacientes entiendan mejor, tengan más confianza en su equipo de cuidado de la salud y, de paso, sean proactivos en su cuidado y opten por recibir la vacuna.
“Estamos incipientes en ese tema, aunque se ha comentado y, de hecho, recientemente, Moderna comunicó que modificó la vacuna que se está utilizando para tratar las variantes que estamos viendo hoy día. Ese estudio Fase 1 ya debe haber comenzado, para ver si van a dar un refuerzo, o el refuerzo va a ser una vacuna mezclada, que vendría siendo la primera vacuna que hicieron en combinación con esta que se está investigando”, comentó la doctora Rivera Reyes, al señalar que esto puede tardar, por lo menos, hasta finales de año. Además, recalcó que los ensayos clínicos en las farmacéuticas que están desarrollando vacunas no se han detenido y se continúan recopilando los datos de salud de las personas que participaron en los ensayos de Fase 3.
“También sabemos que ya los ensayos clínicos para niños de 12 años o más están corriendo y se vislumbra que para agosto, más o menos cuando vaya a empezar el próximo año escolar, podamos tener resultados y se pueda empezar a vacunar a los niños de 12 años o más”.
“Nuevamente, viene la parte científica en mí. Yo hice un doctorado en Inmunología y he estado en proyectos de investigación y no se pueden mezclar porque no vas a saber lo que estás haciendo pues no hay manera de discernir [los beneficios y los efectos secundarios de cada una de las vacunas]. Ahí sí estarían usando a la población de conejillos de Indias y no habría control”, advirtió.
“Yo estoy sorprendida de cuán positivamente la población en Puerto Rico ha tomado la vacuna. No es que estamos viendo gente peleando porque no se quieren vacunar, al contrario, ellos quieren vacunarse y eso, para mí, es una satisfacción de que, por lo menos, de alguna manera, la información llegó y las personas están haciéndolo”, señaló, para agregar que, “cuando se habla de inmunidad de rebaño, ese por ciento de la población que tiene que estar inmunizado para lograrla depende de una variable que se llama R0, que viene siendo cuán contagioso es el virus, cómo se transmite”.
En estos momentos, se estima que el factor R0, o número de reproducción del coronavirus, es de 2.53; es decir el número de casos promedio que va a ser causado por una persona infectada.
“Ese número aumenta en las variantes que estamos viendo, por lo tanto, puede que, para el coronavirus original, el número era 2.5 y, por lo tanto, con un 70 % llegaba la inmunidad de rebaño, pero, ahora, al aumentar con las nuevas variantes, puede que tengamos que necesitar un 90 % para llegar al a inmunidad de rebaño”, aseguró la especialista, al advertir que, con las variantes esa meta puede tomar más tiempo.
Sin embargo, para la doctora Rivera Reyes, lo más importante es dejar a un lado el pánico y seguir las recomendaciones que, sabemos, nos protegen del contagio.
“Sabemos ya cómo protegernos, qué funciona: mascarilla y lavado de manos; también tenemos las vacunas que no solo te crean anticuerpos, sino que vas a tener unas células con memoria que también van a ser específicas para el virus. Entonces, hay muchas capas de seguridad que tú has cerrado con la vacuna y, por eso, yo pienso que vamos a estar bien. Solo hay que tener un poco de paciencia, pero el sistema inmune humano es maravilloso”, aseveró Rivera Reyes, a la vez que destacó que “los resultados, hasta el momento, han sido buenísimos y que la tecnología ARNm es fantástica… mira con la rapidez que Moderna pudo modificar la vacuna original”.
“Estamos viendo repercusiones en niños y en adultos de todas las edades, y no necesariamente solo en los pacientes que necesitaron hospitalización. Hay que estar muy pendientes y enfatizar que, por favor, sigan y vayan a sus citas a tiempo y continúen con sus medicamentos para tratar sus enfermedades crónicas. Además de la vacuna, de lavarse las manos y de usar mascarillas, esta es la mejor manera de mantenernos más seguros y saludables”, explicó, mientras mencionó que, entre los síntomas más comunes que se están observando se encuentran: problemas del corazón, arritmias nuevas, dolor de cabeza, brain fog (confusión), desregulación del sistema nervioso autonómico y taquicardia entre otros, tanto en pacientes pediátricos como en geriátricos. La pérdida del gusto y del olfato continúa siendo una secuela común que sigue impactando negativamente a estas poblaciones.
“De ahí la importancia del seguimiento médico, si estuviste asintomático”, aseveró la especialista, quien finalizó exhortando a los padres de los niños y los adolescentes que tuvieron COVID-19, a que los evalúen con sus pediatras o cardiólogos pediátricos para que les dé el visto bueno, antes de reiniciar los deportes.
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