El retante panorama para el paciente mayor que vive con esquizofrenia se agudiza por la falta de tratamientos agresivos al inicio de la enfermedad y por los prejuicios que todavía prevalencen sobre las afecciones mentales
El retante panorama para el paciente mayor que vive con esquizofrenia se agudiza por la falta de tratamientos agresivos al inicio de la enfermedad y por los prejuicios que todavía prevalencen sobre las afecciones mentales
Vivir con esquizofrenia es retante para los adultos mayores, ya que, la mayoría de estos pacientes, llevan toda la vida presentando estos episodios psicóticos, lo que afecta su salud física, mental y social.
Para la doctora Vilma T. McCarthy Nazario, psiquiatra y geropsiquiatra, la esquizofrenia se define como “un trastorno psiquiátrico cuya causa no se conoce completamente, pero se piensa que es un proceso de neurodesarrollo y neurodegeneración, en donde las personas, usualmente, comienzan a tener unos síntomas conductuales y psicosis que puede incluir alucinaciones visuales y auditivas, e ideas delirantes. Las más comunes son de percepción y de paranoia, y, asimismo, hay comportamiento desorganizado como hablar desordenadamente y síntomas cognitivos”.
“También existen síntomas negativos, donde hay falta de iniciativa y motivación para realizar tareas, puede haber unas dificultades cognitivas. Esto no tiene que ver nada con inteligencia. Las personas pueden ser brillantes y padecer de cualquier otro trastorno mental”, sostuvo la doctora.
Cabe destacar que la esquizofrenia suele presentarse en los varones durante la etapa de la adolescencia tardía o en la adultez temprana (desde los 16 a 30 años), mientras que en las mujeres puede ocurrir en la adultez temprana. Sin embargo, hay casos donde los pacientes tienen ese primer episodio psicótico a los 45 años.
“Es raro que la esquizofrenia se presente por primera vez en adultos mayores. Lo más tarde es después de los 45 años, y eso es más común en las mujeres, pero no es la norma, aunque sí existe”, afirmó la doctora McCarthy.
Pacientes con historial familiar de esquizofenia pueden tener factores de riesgo genético. Aparte, aquellas personas que tienen problemas con el uso de sustancias, “no es que cause la esquizofrenia, sino que la persona tiene predisposición y estos eventos pueden activarla”, dijo la geropsiquiatra. Otro factor de riesgo es “cómo una cuarta parte de los pacientes con esquizofrenia van a intentar quitarse la vida en una ocasión y entre un 10 a un 15 % lo completan”, estableció la doctora.
Para manejar la peligrosidad de la condición y los posibles escenarios que pueden presentarse, es importante que los pacientes con esquizofrenia reciban un tratamiento agresivo, sobre todo en ese primer evento psicótico para que, a medida que pasen los años, ese paciente no se vea tan limitado.
“Actualmente, en Puerto Rico no hay buenos tratamientos integrados a largo plazo para ese paciente. Hay unos programas en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Puerto Rico (UPR), [a través de unos grants] con una terapia intensiva para pacientes y familiares en el primer episodio psicótico, porque se ha visto que, si se interviene temprano e intensamente, el resultado va a ser mejor para ese paciente porque va a ser más funcional”.
De otra parte, mencionó que “existen los antipsicóticos, medicamentos que van a evitar episodios de alucinaciones, de las ideas delirantes. Si el paciente se mantiene estable, eso va a ayudar que haya menos deterioro”, especificó la especialista en psiquiatría.
Sin embargo, se hace indispensable mantener a ese paciente con sus tratamientos, ya que, cada vez que tienen esas ideas psicóticas, eso termina afectando el cerebro porque las neuronas no están funcionando adecuadamente.
“Los pacientes con esquizofrenia, si no siguen su tratamiento, pueden tener exacerbaciones de sus síntomas. Uno quiere evitar esos episodios y mantener tambien sus otras condiciones crónicas en control, porque en pacientes mayores hay una alta comorbilidad de diabetes, hipertensión y otras condiciones. Lamentablemente, esas condiciones suelen estar peores porque no se cuida y esa es una de las razones por la que el paciente con esquizofrenia suele tener expectativas de vida menor”, señaló la doctora McCarthy.
“Un paciente mejor tratado, que cumpla más con su tratamiento, no puedo asegurar que va a tener un mejor resultado, pero la probabilidad aumenta y también aumenta la probabilidad de que vaya a tener un mejor cuidado de sus otras condiciones de salud”.
Según la geropsiquiatra, un componente de tratamiento a largo plazo puede ser la rehabilitación vocacional.
“Ese paciente debe tratar de insertarse en la sociedad y ser lo más funcional posible. Además de poder socializar, aquellas personas con síntomas muy severos, lo ideal sería tener programas diurnos para ese tipo de pacientes para darles las terapias cognoscitivas lo más intensas posibles y la rehabilitación, y que tengan una mejor calidad de vida”, mencionó, la psiquiatra, quien, además, recomendó a familiares y personas allegadas estar al pendiente de que ese paciente no utilice drogas ni alcohol.
“Hay que evitar que caigan en el uso de [estas] sustancias porque hay un grupo de pacientes que va a tener ambos diagnósticos: esquizofrenia y algún trastorno de uso de sustancias, y eso siempre va a causar que el tratamiento sea más difícil y que los resultados sean peores”, mencionó la especialista.
Dado el difícil panorama que viven los pacientes de esquizofrenia, la psiquiatra exhorta a romper con el estigma acerca de este trastorno y, sobre todo, buscar ayuda a tiempo.
“Hay poco apoyo familiar y social, y, obviamente, vivimos en una sociedad donde hay mucho estigma social con la salud mental. Mientras más el comportamiento se desvía de lo normal, más estigma hay con ese paciente”.
“El mensaje es que esta enfermedad es crónica no se cura. Sí se trata, y con buen tratamiento puede haber mayor y mejor calidad de vida. Pero, necesitamos muchos servicios a largo plazo, asegurarse de que esas personas tengan los servicios esenciales y que puedan desarrollar al máximo sus capacidades como seres humanos. Además, que la gente vaya disminuyendo el estigma”, insistió la doctora McCarthy, quien recomendó a quienes necesiten asistencia con esta y otras condiciones, que se comuniquen con la Clínica del Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), llamando al 787-758-2525, extensión 1923.
La autora es periodista colaboradora de Suplementos.
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