La piel es el órgano más grande del cuerpo y, muchas veces, al que menos se atiende. Tiene muchos e importantes roles y, además, refleja la salud física y la mental, ya que puede presentar signos de enfermedades y de estrés. Es el único órgano que está luchando directamente para protegernos de agentes externos, tales como: frío, calor y bacterias. Es impermeable, se repara ella sola y elimina residuos del cuerpo.
El cuerpo produce vitamina D, cuando la piel se expone directamente al sol. La vitamina D ayuda a la absorción de calcio y fósforo en el intestino, fortalece los huesos previniendo enfermedades y fortalece el sistema inmunológico.
En el caso de quienes tienen úlceras, están encamados, padecen diabetes o alguna otra condición crónica, hay que cuidar la piel con mayor disciplina para evitar complicaciones que puedan llevar a la amputación de extremidades. A continuación, comparto unas recomendaciones básicas.
Si tú o la persona que cuidas tiene una herida que no ha sanado en dos semanas, ve inmediatamente al médico y consulta si debes acudir a un centro especializado en el cuidado de heridas. El Centro de Cuidado de Heridas y Úlceras del Sistema de Salud Menonita cuenta con un equipo de profesionales especializado para ayudarte.
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