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Vulnerables los niños y adultos mayores ante las enfermedades respiratorias

El llamado es a la prevención

8 de septiembre de 2024 - 12:00 AM

Nota de archivo
Esta historia fue publicada hace más de 3 meses.
Necesitamos proteger a la población adulta, pues también necesitan las defensas y la vacunación. (Shutterstock)

Cuando hablamos de enfermedades infecciosas de las vías respiratorias son los más pequeños de la casa y nuestros adultos mayores los que se llevan la peor parte porque sus sistemas inmunitarios están más débiles. Por ello, cuando ambas generaciones se mantienen en contacto directo, el riesgo de contagio es aún mayor.

En nuestra sociedad, es común ver abuelos a cuidando de sus nietos, llevándolos al centro de cuidado, a la escuela, y es allí donde esos infantes y niños pueden contagiarse de enfermedades respiratorias que, luego, terminan apoderándose también del adulto mayor.

Con esta realidad, la solución es prevenir las enfermedades infecciosas de las vías respiratorias para mantener a las poblaciones vulnerables libres de riesgos y complicaciones.

La doctora Mariely Agosto Pérez, pediatra y presidenta Sociedad Puertorriqueña de Pediatría (SPP), mencionó las enfermedades respiratorias más comunes.

“Cuando hablamos de infecciones de las vías respiratorias, estas incluyen el resfriado común y la gripe; sobre un 70 % de las visitas médicas son por estas enfermedades y la gran mayoría son en menores de 5 años”.

“La causa principal son los virus y tenemos más de 200 virus que pueden causar infecciones, pero el más común es el rinovirus, que desemboca en el cuadro clínico de tos y picor de garganta, y suele ser más leve. Podemos tener otros virus con cuadros infecciosos como influenzas, adenovirus, enterovirus, coronavirus y el virus sincitial respiratorio (RSV, en inglés). Esos son los que están afectando a nuestra población pediátrica”, mencionó la pediatra, quien destacó la influenza y el COVID-19 entre los más comunes.

En efecto, las personas que están a mayor riesgo de padecer estas infecciones de las vías respiratorias son la población de infantes menores de 6 meses porque tienen un sistema inmunitario más débil, al igual que los adultos mayores, quienes, muchas veces, tienen su salud comprometida con otras condiciones.

“Con estas infecciones, podemos tener inflamación en los bronquiolos y pueden llevar a una bronquiolitis con dificultad para respirar y para dormir, y fiebre persistente. Esa congestión nasal lleva a un proceso inflamatorio significativo”, resaltó la presidenta de la SPP.

Desde que se presentan los primeros síntomas como goteo nasal, picor de garganta, tos persistente e irritabilidad, es importante que los menores reciban atención médica.

“Necesitamos identificar el grado de dificultad inflamatoria de ese paciente. Los pacientes menores de 6 meses son los que están más a riesgo. A veces están en las guarderías, [centros de] cuidado [o en] lugares que pueden tener otros niños y, si están al cuidado de los abuelitos o personas inmunológicamente comprometidas, pueden presentar una transmisión de la enfermedad”, sostuvo la doctora.

¿Cómo protegerlos a todos?

Es importante entender que las infecciones respiratorias se propagan por la vía aérea, si la persona está tosiendo, si hay secreciones nasales y si están en contacto con estas.

“Por eso, es importante tener una buena higiene; el lavado de manos. [Si el niño llega con síntomas,] hay que mantener al paciente adulto aislado y con su mascarilla. El menor debe ausentarse de la escuela o cuido para evitar los riesgos de propagación, y, además, hay que llevar al paciente a evaluación médica, darle el tratamiento recomendado por su médico y establecer las medidas de prevención para el resto de la familia”, detalló la experta.

No obstante, según la doctora Agosto, una herramienta vital para evitar las complicaciones de las enfermedades respiratorias es la vacunación para ambas poblaciones. Actualmente, existen vacunas para la influenza, el COVID-19 y la tos ferina, y hay refuerzos que son necesarios para los adultos mayores. También se recomienda la vacuna contra el virus sincitial respiratorio (VSR) para adultos mayores de 60 años y para las embarazadas entre las semanas 32 y 36. En el caso de los bebés menores de 8 meses, existe un tratamiento de anticuerpo monoclonal para prevenir la enfermedad. En este caso, se aplica una dosis de nirsevimab para todos los bebés menores de 8 meses antes de entrar en su primera temporada de VSR, si mamá no recibió la vacuna durante el embarazo. Se aplica una dosis para bebés y niños de 8 a 19 meses que tienen un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave de VSR y están entrando en su segunda temporada de VSR. Los bebés en riesgo son los prematuros, los infantes con condiciones crónicas pulmonares y condiciones inmunocomprometidas. Es importante consultar con el pediatra.

“Sabemos que mantener las vacunas al día es la mejor prevención. Hay vacunas anuales para influenza y para COVID-19 para poderlos proteger. La DTaP, que está en el esquema de vacunación, también nos cubre contra la tos ferina, que puede causar un cuadro respiratorio comprometido, con unos ataques de tos sumamente fuertes, y esto tiene un impacto directo en nuestros abuelitos”.

“Pero, si estamos cubiertos con la vacunación y el booster que nos corresponde en las edades específicas, después en la adolescencia, el paciente está más protegido, previniendo adecuadamente y disminuyendo el riesgo de complicaciones. Por eso, debemos mantener a nuestra población adulta con los refuerzos requeridos. Que se mantengan al día con sus vacunas tanto niños, jóvenes y adultos para evitar una cadena de contagio”, puntualizó la pediatra, quien exhortó a que las familias cuiden tanto de sus pequeños como de sus ancianos.

“Si nosotros, con este amor profundo, estamos protegiendo a los bebés, necesitamos proteger también a la población adulta, ellos también necesitan las defensas y la vacunación. Así, unos niños saludables se pueden mantener cerca de los abuelitos y es un círculo amoroso porque, protegiéndolos a ellos, estamos protegiendo a los abuelitos también”, concluyó la doctora.

Consejos para prevenir enfermedades

  • Lavado de manos y buena higiene.
  • Taparnos la boca al estornudar o toser.
  • Protegernos con mascarilla, si tenemos alguna otra condición, para evitar la complicación.
  • No tocarnos los ojos.
  • No compartir utensilios, bebidas ni comidas
  • Asegurarse de tener las vacunas y sus refuerzos al día.
  • Mantener altas sus defensas.
  • Estar en áreas ventiladas donde tengamos suficiente intercambio de aire.
  • Si alguien de la familia presenta síntomas, llévalo al médico para la revisión y tratamiento.
  • Los pacientes diabéticos y con cáncer deben protegerse un poco más con el distanciamiento prudente, para evitar complicaciones.

Del 2 al 7 de septiembre se celebra la Semana de Respirar el Vital para concienciar sobre las enfermedades respiratorias prevenibles con vacunas. Obtén más información sobre las vacunas en www.vocespr.org.

La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Suplementos.

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Este contenido fue redactado y/o producido por el equipo de Suplementos de GFR Media.

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