Realizar prácticas de respiración y buscar actividades en las que logremos una atención plena son pequeños hábitos de autocuidado que aumentarán nuestra sensación de bienestar.
Realizar prácticas de respiración y buscar actividades en las que logremos una atención plena son pequeños hábitos de autocuidado que aumentarán nuestra sensación de bienestar.
5 de abril de 2024 - 5:41 PM
Nota del editor: Este artículo es parte de Estar Bien, un plan de El Nuevo Día para acompañarte a que comas bien, te muevas más y descanses mejor. Apúntate aquí en nuestro boletín especial de Estar Bien para que no te pierdas ningún detalle.
Una práctica de respiración consciente, dos minutos para agradecer cuando despertamos y hábitos de autocuidado pequeños pero constantes son formas de ‘decirle’ a nuestro cerebro: “Estamos bien, estamos en calma”.
Esto es importante porque son hábitos micro que pueden incidir de forma positiva en la forma en la que gestionamos nuestras emociones, explicó a El Nuevo Día Mayrelis Hoyer, psicóloga y especialista en bienestar organizacional. Ello, a su vez, tiene un efecto dominó en la regulación de nuestro sistema nervioso y en nuestra sensación de bienestar.
“Hay una relación bidireccional entre cuerpo y cerebro. Entonces, así como el cerebro es el que manda las señales, es decir, el que dirige la orquesta y dice ‘estamos en calma o en peligro’, a través de cosas que hacemos con nuestro cuerpo también podemos mandar una señal”, dijo Hoyer.
No tienen que ser actividades complejas, agregó la experta. El objetivo es evitar niveles de estrés crónico y ansiedad.
“Vivimos en una sociedad tan acelerada, que creo que nadie se escapa del estrés. Cuando el estrés es sostenido en el tiempo, cuando se vuelve crónico, del estrés crónico a la ansiedad hay un pasito nada más”, advirtió Hoyer.
En Estar Bien, la nueva plataforma de ‘wellness’ de El Nuevo Día consultamos a expertos en salud como Hoyer para brindarles herramientas que puedan ayudarles a lograr más bienestar. Toma nota de estas 4 recomendaciones de la psicóloga:
“La emoción es una respuesta automática (...) Yo no suelo usar la palabra control, porque para mí es gestión. Tú no puedes controlar que la emoción aparezca o no. La emoción es natural. Lo que tú sí puedes gestionar es la manera en la que la expresas”, dijo Hoyer.
Pone como ejemplo un momento de enojo porque estás frente a un acto que consideras injusto. “Es natural. No tienes que controlarlo”, añadió la experta. “Ni anulo la emoción ni la dejo de expresar. Pero la regulo de tal forma que, al momento de expresarme, lo hago de una manera asertiva y adecuada en función a la situación”, aconsejó.
Principalmente con actividades que nos ayuden a lograr atención plena, ‘mindfulness’ es posiblemente como más hayas escuchado este concepto.
“Se ha encontrado que el 47% del tiempo nuestra mente está en un lugar diferente al que nosotros estamos, casi la mitad del tiempo. La mente está divagando y generalmente (...) te vas al otro lado de las preocupaciones”, agregó.
“Poder identificar qué nos puede traer a estar 100% en algo suma muchísimo bienestar. Hay gente que lo encuentra en la cocina. Hay gente que encuentra su momento de atención plena picando una cebolla, cocinando, y eso está bien. Hay otras personas que lo encuentran en la meditación. Hay otras personas que lo encuentran en contacto con la naturaleza…”, abundó.
Por eso es clave que no asumas la atención plena como un momento en el que tu mente se debe “poner en blanco”. Intégralo mejor como una actividad de tanto disfrute que únicamente piensas en lo que estás haciendo en ese instante.
Un momento en el que “estoy atendiendo plenamente lo que estoy haciendo y eso ya me ayuda a regularme”, dijo Hoyer.
Comencemos por la práctica de respiración, “una herramienta muy, muy poderosa porque cuando estamos desregulados, lo que el sistema nervioso nos está diciendo es ‘hay peligro’. Y cuando hay una percepción de peligro, la frecuencia cardíaca y respiratoria se elevan. Cuando yo respiro de manera consciente, diafragmática, profunda, no una respiración superficial, el mensaje que le está diciendo mi cuerpo a mi cerebro es ‘estamos en calma’”, explicó Hoyer.
Esto fue precisamente algo que El Nuevo Día tomó en cuenta cuando creó las herramientas de la plataforma Estar Bien. De la mano de la instructora de yoga Jaymilli Borges, aquí te dejamos una práctica de respiración que puedes realizar cuando puedas y desde donde quieras.
Tener una postura adecuada o simplemente sonreír son otros dos gestos cariñosos que podemos tener hacia nosotros. “Esto es increíble (...) Cada vez hay más información de cómo el cuerpo retroalimenta al cerebro. Entonces maneras de regularlo hay muchas: respiración, postura, gestos faciales, atención plena, actividad física…”, añadió.
Hoyer aconseja “encontrar tus espacios”. “Encuentra minutos, minutos, que te permitan conectar contigo (...) El autocuidado es lo que hago en el día a día, no una vez al mes”, precisó.
¿Cómo encontrarlos? En este otro artículo, Hoyer te da preguntas cruciales que debes responder para encontrar qué es estar bien para ti.
Es un proceso que debe ser individual y en el que deberás evaluar cuáles son tus necesidades fisiológicas, como cada cuánto tiempo debes comer o qué tipo de ejercicio te resulta más llevadero realizar. También cuáles son tus necesidades emocionales y sociales, como por ejemplo si para ti es muy importante reunirte al menos una vez a la semana con tu grupo de amigos.
“Para cuidar de mis espacios y ser coherente con eso tengo que saber qué me hace bien a mí”, acotó.
Puedes encontrar a la psicóloga Mayrelis Hoyer en su cuenta de Instagram: @maypsicoach. Y también aquí, en su página web.
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