¿Cuántas horas al día pasas en el trabajo? ¿Qué tiempo le dedicas a pensar en asuntos de la oficina cuando estás en tu casa? ¿Cuánto tiempo duras revisando correos electrónicos, chats y redes sociales? Tus respuestas pueden comprobar que las comunicaciones instantáneas han borrado la frontera entre la vida personal y la laboral