Winder, Georgia — Un estudiante de 14 años abrió fuego en una escuela secundaria de Georgia y mató a dos estudiantes y a dos maestros, e hirió a varios, el miércoles por la mañana, informaron las autoridades de la ciudad de Winder, a las afueras de Atlanta.

Según los reportes de la policía, el incidente provocó que los estudiantes buscaran refugio en sus aulas y, finalmente, en el estadio de fútbol, mientras los oficiales tomaban el campus y los padres corrían para averiguar si sus hijos estaban a salvo.

Las víctimas fueron identificadas como Mason Schermerhorn y Christian Angulo, quienes eran dos estudiantes de 14 años, y los instructores Richard Aspenwall y Christina Irimie, maestros de la escuela secundaria Apalachee.

Al menos otras nueve personas -ocho alumnos y un profesor- fueron trasladadas a hospitales con heridas. Se espera que todos sobrevivan, dijo el sheriff del condado de Barrow, Jud Smith.

El director de la Oficina de Investigaciones de Georgia, Chris Hosey, dijo que dos oficiales de recursos escolares se encontraron con el tirador minutos después de que se difundiera un informe de disparos. El sospechoso, un estudiante de la escuela, se entregó de inmediato y fue detenido.

Hosey dijo en conferencia de prensa que el menor sería acusado de asesinato y enjuiciado como adulto.

La investigación todavía estaba “muy activa”, agregó el oficial, con muchas entrevistas y trabajo en la escena del crimen aún por hacer.

“Lo que ven detrás de nosotros es algo malvado”, dijo de otra parte el sheriff del condado de Barrow, Jud Smith, en una breve conferencia de prensa fuera de la escuela.

Sin embargo, se negó a dar más detalles sobre las víctimas o sobre el sospechoso.

El episodio es solo el más reciente de docenas de tiroteos reportados en escuelas en todo Estados Unidos en los últimos años, incluidos los especialmente mortales en Newtown, Connecticut, Parkland, Florida y Uvalde, Texas.

Jacob King, un jugador de fútbol de segundo año, dijo que se había quedado dormido en su clase de historia mundial después de una práctica matutina cuando escuchó unos 10 disparos.

King dijo que no creyó que el tiroteo fuera real hasta que escuchó a un oficial gritarle a alguien que bajara el arma. El atleta dijo que cuando sacaron a su clase, vio a los oficiales protegiendo a lo que parecía ser un estudiante herido.

Por otro lado, Ashley Enoh estaba en su casa el miércoles por la mañana cuando recibió un mensaje de texto de su hermano, que está en el último año de la escuela secundaria Apalachee:

“Para que lo sepas, te amo”, le escribió.

Cuando ella le preguntó en el chat del grupo familiar qué estaba pasando, él dijo que había un tirador en la escuela. La hermana menor de Enoh, que está en el último año de la escuela, dijo que había oído hablar del tirador y que todo estaba cerrado.

Pocos detalles estuvieron disponibles de inmediato por parte de las autoridades, que fueron enviadas poco antes de las 10:30 a.m. para responder a un “tiroteo activo”, dijo previamente la oficina del sheriff en un comunicado.

El video del helicóptero de WSB-TV mostró docenas de vehículos policiales y de emergencia rodeando la escuela en el condado de Barrow, a unas 50 millas al noreste de Atlanta.

Cuando Erin Clark, de 42 años, recibió un mensaje de texto de su hijo Ethan, un estudiante de último año de la escuela secundaria, que había un tirador activo, se apresuró desde su trabajo en el almacén de Amazon a la escuela. Los dos enviaron mensajes de texto “Te amo”, dijo Clark mientras rezaba por su hijo en el camino a la escuela secundaria.

Con la carretera principal bloqueada hacia la escuela, Clark estacionó y corrió con otros padres. Luego, los padres fueron dirigidos al campo de fútbol. En medio del caos, Clark encontró a Ethan sentado en las gradas.

La madre dijo que su hijo estaba escribiendo un ensayo en clase cuando escuchó los disparos por primera vez. Su hijo luego trabajó con sus compañeros de clase para bloquear la puerta y esconderse.

“Estoy tan orgullosa de él por hacer eso”, dijo. “Fue tan valiente”.

Los estudiantes habían comenzado el año escolar hace poco más de un mes antes del tiroteo del miércoles.

“Me da miedo enviarlo de regreso”, dijo. “No sé qué voy a hacer”.

El tráfico que iba a la escuela estaba atascado por más de una milla mientras los padres intentaban llegar hasta sus hijos allí.

“He ordenado a todos los recursos estatales disponibles que respondan al incidente en la escuela secundaria Apalachee e insto a todos los georgianos a que se unan a mi familia para orar por la seguridad de quienes están en nuestras aulas, tanto en el condado de Barrow como en todo el estado”, dijo por su parte el gobernador de Georgia, Brian Kemp, en un comunicado.

“Seguiremos trabajando con socios locales, estatales y federales a medida que recopilamos información y respondemos a esta situación”, agregó Kemp.

En un comunicado, la oficina del FBI en Atlanta dijo que “El FBI de Atlanta está al tanto de la situación actual en la escuela secundaria Apalachee en el condado de Barrow. Nuestros agentes están en el lugar coordinando y apoyando a las fuerzas del orden locales”.

La Casa Blanca también comunicó que el presidente Joe Biden fue informado sobre el tiroteo y que la administración se coordinará con los funcionarios federales, estatales y locales a medida que reciba más información.

La escuela secundaria Apalachee tiene alrededor de 1,900 estudiantes, según los registros de los funcionarios de educación de Georgia. Se convirtió en la segunda escuela secundaria pública más grande del condado de Barrow cuando abrió en 2000, según el sistema escolar del condado de Barrow. Lleva el nombre del río Apalachee en el extremo sur del condado de Barrow.

El tiroteo tuvo repercusiones en Atlanta, donde se reforzaron las patrullas de las escuelas de esa ciudad, dijeron las autoridades, mientras anunciaron que se realizarán más patrullaje en las escuelas de Atlanta durante el resto del día como medida de precaución.

Los asesinatos en las aulas han desencadenado fervientes debates sobre el control de armas y han puesto nerviosos a los padres cuyos hijos están creciendo acostumbrados a simulacros de tiradores activos en las aulas. Pero han hecho poco para cambiar la situación en las leyes nacionales sobre armas.

Antes del tiroteo del miércoles, se habían registrado 29 asesinatos en masa en Estados Unidos en lo que va del año, según una base de datos mantenida por The Associated Press y USA Today en asociación con la Universidad Northeastern. Al menos 127 personas han muerto en esos asesinatos, que se definen como incidentes en los que cuatro o más personas mueren en un período de 24 horas, sin incluir al asesino, la misma definición que utiliza el FBI.

El año pasado terminó con 217 muertes en 42 asesinatos en masa en Estados Unidos, lo que convierte a 2023 en uno de los años más letales registrados en este tipo de tiroteos en el país.