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La alcaldesa de Loíza, Julia Nazario Fuentes, informó este martes la apertura de un refugio en el Centro de Servicios Carlos Escobar López, en el que, desde la tarde, ya habían refugiadas cinco personas, entre ellas, tres encamadas, ante el impacto que se espera tenga la tormenta tropical Ernesto en la isla.

“Esperamos que lleguen más personas al refugio”, afirmó Nazario Fuentes, en declaraciones a El Nuevo Día, mientras realizaba otras gestiones preventivas en el municipio.

“Hemos trabajado con revisar los cuerpos de agua, el trabajo de mitigación se hizo entre marzo y junio”, dijo en referencia a la remoción de material vegetativo, basura y escombros. “Le hemos dado duro al recogido de basura doméstica”, añadió.

La alcaldesa explicó que el ciclo de recogido de basura doméstica comenzaba el lunes, por lo que este martes había muchos hogares con los drones de basura llenos frente a los hogares.

Por la cercanía de la tormenta tropical Ernesto, no sería posible completar todo el recogido el martes, por lo que el Municipio hizo un llamado para que colocaran los drones dentro de los patios, de manera que no se dañen las alcantarillas con basura. Esa situación podría empeorar los efectos en caso de inundación. Se espera que el fenómeno atmosférico llegue a Puerto Rico la noche del martes y deje entre tres a seis pulgadas de lluvia, con un máximo de 10 en zonas aisladas.

En cuanto a las cinco personas refugiadas, se trataba de una mujer de 90 años y su cuidadora, que es su hija de 70 años. También se refugió una mujer de 87 años, un hombre de alrededor de 70 años y otra mujer de alrededor de 40 años. El refugio estará habilitado mientras sea necesario, se informó.

Más temprano, la alcaldesa anunció que, en medio de los preparativos ante la llegada de Ernesto, recibió durante la tarde del lunes una notificación del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) mediante la cual le concedió una “autorización de emergencia” para continuar el proyecto de revestimiento de piedra en la zona costera del sector Los Lucas del barrio Medianía Alta.

“Son las mismas condiciones que teníamos en las ejecuciones previas, con un biólogo, contratado por el Municipio, para que realice las tareas de observador de especies marinas protegidas y/o algún otro evento ambiental que requiera detener los trabajos autorizados”, sostuvo Nazario Fuentes.

“Vamos a coordinar con el suplidor, equipo pesado, empleados, para comenzar cuanto antes. Sin duda alguna, tenemos este asunto de manera prioritaria, pues este tema de la erosión costera hay que atenderlo con seriedad”, añadió.

La alcaldesa sostuvo que residentes en el sector Los Lucas se habían refugiado con otros familiares debido a la tormenta tropical, al igual que residentes en las parcelas Los Suárez, donde hay riesgo de inundación por marejadas altas y erosión costera.

Ante la proximidad del evento atmosférico y la logística del proyecto, el gobierno municipal indicó que no era posible completar el revestimiento antes del paso de la tormenta Ernesto.

El 10 de junio de 2024, el vigilante José Raúl Velázquez Monge, adscrito al Cuerpo de Vigilantes del DRNA en Piñones, emitió una orden de paralización del proyecto por alegada violación a una autorización de emergencia previa, y la agencia realizó una vista ocular el 18 de junio. Una resolución firmada por la secretaria Anaís Rodríguez Vega, con fecha del 23 de julio, validó la paralización y determinó que, para continuar el proyecto, el Municipio de Loíza debía solicitar un permiso nuevo, trámite que la alcaldesa Nazario Fuentes completó el 1 de agosto.

Del documento oficial recibido electrónicamente en el Municipio, se desprende que “el DRNA autoriza la aprobación de emergencia para establecer un revestimiento de roca a modo de rompeolas, con las siguientes condiciones: revestimiento de roca (”rip rap”) a modo de rompeolas, para proteger la costa en el área afectada de la comunidad. Las dimensiones de la obra son de 195 pies de largo, 20 pies de ancho y una profundidad de inclinación de 8 pies, aproximadamente.

Según el Municipio de Loíza, la instalación de las rocas proveerá un escudo o protección física que resguardará las estructuras costeras naturales y la infraestructura en el área. El objetivo es frenar la erosión en la costa de la comunidad Los Lucas y evitar que se afecte la infraestructura existente.