Es posible maravillarte otra vez. A continuación, te presentamos varias recomendaciones para lograrlo
Cuando recién comenzamos a conocer el mundo y nuestra realidad como seres sintientes, nos acompaña, a menudo, el asombro. Esa sensación de sorpresa y admiración nos conmueve y promueve el deseo de tener más momentos como esos, de contemplación y fascinación.
Sin embargo, la monotonía que puede surgir del día a día –desfasada de los beneficios que produce maravillarnos– y las incesantes preocupaciones y tensiones por el pasado y el futuro repercuten en nuestra habilidad para sorprendernos y la limitan. La multitarea y vivir en piloto automático contribuyen a perder la disposición de deslumbrarnos.
“Con la rutina se nos hace difícil entrar en ese proceso de bienestar”, manifestó la psicóloga Lorna Peña, quien mencionó la noradrenalina –también conocida como norepinefrina– como elemento presente en las experiencias de asombro.
Este neurotransmisor (mensajero químico usado por las células nerviosas) –que también actúa como hormona– tiene un rol clave en la motivación, la concentración, el nivel de conciencia, el estado de alerta y la memoria. Además, está involucrado en las reacciones al estrés.
Para reactivar la habilidad de maravillarse, la entrevistada apuntó, primeramente, a la importancia de la observación y la atención plena, que no es otra cosa que experimentar consciente y completamente el momento presente. De igual forma, Peña expresó que realizar actividades que promuevan el contacto con la naturaleza, como crear un huerto casero, poner música, enfocándote –sin distracción–en lo que estás escuchando o visitar un museo son maneras de volver a sincronizar con el asombro.
En una revisión de 104 estudios, realizada en 2020, se analizaron los efectos de intervenciones basadas en la música sobre medidas asociadas al estrés. Según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral, de los Institutos Nacionales de Salud, las intervenciones basadas en la música tuvieron un efecto beneficioso de pequeño a mediano en las medidas físicas, como el ritmo cardíaco y la presión arterial, y un efecto beneficioso de mediano a grande en las medidas psicológicas, como la ansiedad y la preocupación.
Asimismo, sumergirte en las prácticas artísticas es una excelente iniciativa para estimular la percepción, la intuición y la imaginación. “No hay limitación; no es que tenemos que ser los más expertos”, expresó la también profesora sobre la barrera que, en ocasiones, se le pone a la creatividad por considerar que no tenemos el conocimiento, la habilidad o la destreza necesarios para hacer tal o cual cosa.
“Todas las actividades creativas nos ayudan y nos invitan a expresar nuestras emociones; aprendemos a canalizarlas”, añadió. Además, dijo que el resultado de nuestras propias creaciones artísticas puede promover el asombro. Disfrutar del proceso de creación es igualmente relevante.
Por su parte, los Institutos Nacionales de Salud comparten algunas recomendaciones para comenzar a ejercitar la práctica de ser más conscientes, que te ayudará, a su vez, a recuperar la habilidad de asombro. Entre estas, incluyen:
“Las personas subestiman constantemente cuánto disfrutarían pasando tiempo a solas con sus propios pensamientos, sin nada que las distraiga”, publicó en 2022 la Asociación Americana de Psicología sobre una investigación. Entre los beneficios de pasar tiempo dejando que la mente divague, los investigadores mencionaron que puede ayudar a las personas en la resolución de problemas e incluso a encontrar el sentido de la vida, e impulsar la creatividad.
Ciertamente, la atención plena y la creatividad están conectadas. Mediante el asombro, nos vinculamos con la esencia de las cosas, los momentos, las personas, el universo, nuestro propio ser. Permite redescubrir(nos), volver al origen, otorgar sentido a la experiencia vital. Date la oportunidad.
La autora es periodista colaboradora de Puerto Rico Saludable.
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